El comercio entre Argentina y Estados Unidos es un eje clave de la relación económica entre ambos países, con sectores estratégicos como la agroindustria, la energía y la minería en el centro de los intercambios. Según un informe de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), el país norteamericano es el principal inversor extranjero en Argentina, representando el 18% del total de la inversión extranjera directa (IED).
Históricamente, Argentina ha mantenido un déficit comercial con Estados Unidos. Entre 2015 y 2023, el saldo negativo promedió los US$ 2.700 millones anuales. Sin embargo, en 2024, la tendencia se revirtió y Argentina registró un superávit de US$ 302 millones, impulsado por una reducción en las importaciones y un leve crecimiento de las exportaciones.
Los principales productos exportados a Estados Unidos en 2023 fueron petróleo y gas (US$ 1.369 millones), metales primarios (US$ 1.362 millones) y alimentos procesados (US$ 901 millones). En tanto, las importaciones desde Estados Unidos incluyeron productos químicos (US$ 2.886 millones), derivados del petróleo y carbón (US$ 1.888 millones) y maquinaria (US$ 1.083 millones).
Acuerdos y barreras comerciales
El vínculo comercial se estructura en torno a varios acuerdos clave, como el Trade and Investment Framework Agreement (TIFA), que busca facilitar el comercio y mejorar la cooperación regulatoria, y un memorando de entendimiento sobre minerales críticos, que refuerza la colaboración en el suministro de litio y otros recursos estratégicos.
No obstante, persisten barreras arancelarias significativas. Mientras que Estados Unidos aplica un arancel promedio del 1,2% a los productos argentinos, Argentina impone un 6,4% sobre las importaciones estadounidenses. Sectores como el agroindustrial, los metales y los textiles enfrentan las mayores diferencias de gravámenes, lo que limita la competitividad.
El informe de AmCham destaca varias oportunidades para potenciar el comercio bilateral. Entre ellas, la posible reducción de los aranceles al biodiesel, que permitiría reactivar exportaciones por más de US$ 1.200 millones anuales, y la reincorporación de Argentina al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), lo que facilitaría el acceso a mercados clave.
Otros sectores con alto potencial de crecimiento incluyen la exportación de carne bovina, miel, aceites esenciales y vinos, así como la captación de inversiones en energía, minerales críticos y tecnología 5G/WiFi 6.
Sin embargo, los desafíos son considerables. Factores como la estabilidad macroeconómica, la seguridad jurídica y las restricciones cambiarias afectan la competitividad de las empresas argentinas en el mercado estadounidense. La carga impositiva y la falta de infraestructura logística también figuran entre las principales preocupaciones de los inversores.