A un año de la implementación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), la presión de una creciente deuda de los importadores con sus proveedores externos. que ya supera los US$ 40 mil millones y la incertidumbre económica, se agudizan en Argentina. En los días previos a las elecciones presidenciales, la especialista en comercio exterior y finanzas, Yanina Lojo, habló en Ser Industria Radio.
La titular de Consultora Lojo, explicó que la complejidad de las aprobaciones SIRAS, las restricciones en los pagos al exterior y el impacto de la volatilidad cambiaria, plantean obstáculos significativos para el normal funcionamiento de las operaciones comerciales.
Además, detalló los problemas actuales y la incertidumbre futura en el comercio exterior del país, resaltando la urgencia de una atención enfocada en el fortalecimiento de la economía local y el comercio internacional.
También, se refirió a las propuestas económicas de los candidatos presidenciales. Destacó la importancia crucial de priorizar y abordar los desafíos del comercio exterior para el desarrollo sostenible del país en su conjunto.
¿La deuda que los importadores tienen con sus proveedores externos supera los US$ 40 mil millones?
Es correcto. La deuda del sector privado por importaciones alcanzó un récord histórico. Estamos hablando de miles de millones de dólares. Es mayor que la del FMI. Los cálculos están en línea con lo que se venía advirtiendo en los últimos tiempos. Se hablaba de que la cifra ya estaba, hace por lo menos un mes atrás, cercana a los US$ 40.000 millones. Y lo que se planteó fue que estaría en torno a los US$ 43.000 millones para lo que es bienes y unos US$ 10.000 millones en lo que respecta a servicios.
¿Seguirá incrementándose día a día?
Mientras se siga postergando el acceso al mercado para pagar los bienes y no se aprueben las solicitudes para gestionar pagos al exterior por servicios, la situación se seguirá complicando. Hoy todas las operaciones que se quieran pagar desde la Argentina se tienen que aprobar a través de un validador que tiene la AFIP, que se llama Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior. Ese sistema estuvo funcionando en el último tiempo con muchísimos errores, fallas. Muchos días los bancos no pudieron validar operaciones. En septiembre aparecieron errores a empresas que no habían podido acceder al mercado, no por voluntad propia, sino por la falta de autorización, por dificultades de la operatoria. Pese a los reclamos, no se levanta ese error en el sistema y desde hace dos semanas siguen sin poder acceder al mercado.
Hay casos de empresarios que compran insumos, les dan fecha para realizar el pago, pero llegado el día, les avisan que la entrega de dólares se reprogramó 90 días. ¿Cómo se resuelven estos casos?
Lamentablemente no se pueden resolver de ninguna manera. Es una situación que se le ha presentado a varias empresas que tenían una fecha para acceder al mercado. Recordemos que lo que estableció el sistema de la SIRA, que está cumpliendo un año, es que uno no puede pagar cuando lo desea, sino que tiene que esperar una fecha que le asignan dentro del sistema de la AFIP. Salvo que se encuadre en unas escasas excepciones. Durante todo agosto, septiembre, se observó lo que podríamos llamar como una especie de reperfilamiento de las fechas de acceso. Mucha gente tenía acceso para el mes de agosto, septiembre, octubre y le posdataron el acceso para fin de año y otros directamente para bastante avanzado el 2024. Por más que uno reclame, no va a obtener ningún tipo de solución. No puede acceder al mercado hasta que no le llegue la fecha.
Cuando se posterga para el 2024, ¿el importador va a pagar con la cotización del dólar de ese momento?
Sí, por supuesto. Uno cierra al cambio del día que accede a hacer el pago. Por lo tanto, queda sujeto al de ese momento. Por ejemplo, algunos importadores hicieron sus operaciones de importación en junio y les dieron fecha para pagar a 90 días de esa fecha de nacionalización. Cuando fueron a pagar, se encontraron que se les había establecido el impuesto PAIS, entonces tienen que pagar el 7,5% para acceder al mercado. Ellos quizás vendieron su mercadería e hicieron el cálculo del costo y no tuvieron nunca en cuenta de que les iban a imponer ese impuesto. Otro ejemplo sería los importadores que trajeron mercadería también en junio, en julio y no solo se encontraron con el impuesto PAIS, sino que tuvieron una devaluación el 13 de agosto y tienen que liquidar al tipo de cambio actual y no al vigente del día del ingreso de la mercadería.
¿Cómo calculan los costos?
Es muy difícil planificar o armar una estructura de costos eficiente en este contexto. Las empresas más grandes tienen la posibilidad de tomar cobertura para mitigar el riesgo de la variación del tipo de cambio. Pero cuando pensamos en el universo de empresas importadoras, la mayoría son PyMEs y los instrumentos son demasiado complejos por lo que muchas no pueden acceder a esos instrumentos. No pueden cubrirse de manera adecuada y quedan expuestos a esta situación en la que querían pagar su operación, les correspondía acceder al mercado en septiembre y se lo postergaron a enero o mayo del 2024.
En el último debate la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrrich al señalar al actual Secretario de Comercio, Matías Tombolini, lo mencionó como “Tongolini”. ¿Qué repercusiones tuvieron estos dichos en el comercio exterior?
Desde que se implementó el SIRA, la situación de los importadores se complejizo muchísimo. La cantidad de trabas burocráticas que hay es cada vez mayor. Ahora hay trabas informales desde el punto de vista de que caen los sistemas y uno no puede oficializar. O lo que sucedió durante la semana pasada, de que de buenas a primeras habían cerrado la terminal de Ezeiza y no se podían hacer operaciones de importación y exportación. La situación es crítica y la deuda sigue creciendo. Las empresas no tienen respuesta oficial cuando tienen un problema y los importadores siguen trayendo las mercaderías, porque si no las cadenas productivas se paran.
Carlos Melconian, manifestó que, en caso de llegar al gobierno, eliminará rápidamente el SIRA- ¿Se puede hacer así de sencillo?
No sé cuán fácil o difícil es eliminar las SIRAS o el cepo. Hay que esperar, llegar al momento de la transición y ver en qué estado está realmente la economía argentina. Tenemos un antecedente. En 2015 teníamos las DJAI. Con el gobierno de Macri fueron reemplazadas por las SIMI que funcionó hasta el año pasado cuando crearon la SIRA. Hay un montón de sectores que les están faltando insumos, les están faltando materiales y necesitan traerlos porque si no se paran las cadenas productivas. En las últimas semanas el faltante de insumos médicos se sintió mucho, pero era algo que en el sector se venía advirtiendo porque no se aprobaban las SIRAs para importar estos insumos. Así llegamos a esta situación crítica donde se tuvieron que reprogramar desde cirugías hasta tomografías.
Hay quejas porque no se conocen los criterios que se utilizan para aprobar las SIRAS. ¿Ocurría lo mismo con las DJAI?
Ninguna de las dos tenía claridad sobre los criterios. Lo que pasa es que con las DJAI no había trabas en el pago y el SIRA las tiene. La DJAI no se metía tanto en lo que era el pago de la operación y una vez que la aprobaban se podía cumplir con las obligaciones en el exterior. Ahora con una SIRA aprobada, con la mercadería ya en el país, no se puede realizar el pago.
¿Qué sucede cuando al importador le aprueban la SIRA pero el SIRASE no está aprobado?
Son cosas diferentes. Una SIRA se usa para importación de bienes y el SIRASE es para importación de servicios. Hoy están con el problema de que difícilmente se aprueban las SIRASES. Además, hay determinados servicios que tienen lo que vulgarmente se conoce como parking. También está el inconveniente de que la SIRASE no traía el dato de la fecha de aprobación que era necesaria para empezar a computar los plazos. Esto generó que a pesar de tener la SIRASE aprobada cuando iban al banco no les permitían girar el pago porque faltaba esa fecha. A todo esto, se suma el grave problema que tienen todos los operadores de comercio exterior, que es la Capacidad Económica Financiera (CEF), otra traba que tampoco es transparente en cuanto a los criterios. Por lo tanto, si no contás con el CEF, no podés pedir una SIRA o una SIRASE. Esto hace que, por un mes, si al siguiente logran solucionar el problema, no puedan hacer ningún pedido de importación ni de bienes o servicios.
¿Cómo se maneja el comercio exterior con un dólar minero, un dólar PyME, un dólar agro, dólar soja, etc?
No se puede generalizar porque dentro de lo que es el comercio exterior hay diferentes realidades. Una multinacional tiene mecanismos de cobertura, subsidiarias en el exterior, con las cuales puede establecer mecanismos de financiamiento para solventar la situación. Quizás puede liquidar aprovechando que hay un programa de incremento exportador. Distinta es la situación de una PyME del interior del país. Quizás el comercio exterior lo hace su propio dueño, no tienen la posibilidad de tomar ningún tipo de mecanismo de cobertura, ni de financiamiento. Si exporta aprovechando esa ventana temporal y líquida con el programa de incremento exportador tiene el 75% del tipo de cambio oficial y el 25% lo hace en el mercado financiero. Pero tiene que hacer muy bien los números, porque cuando tenga que comprar insumos para la próxima campaña seguramente estén a un tipo de cambio mayor. Por eso, cada empresa tiene que hacer los números muy finos y muy al día para determinar si realmente le conviene hacer una operación. También está el problema de que pueden hacer alguna operación que los deje fuera del Mercado Único Libre de Cambio (MULC) porque hoy tenés que cumplir muchos criterios para acceder al tipo de cambio oficial. La situación es realmente muy compleja.
¿Ves que en sus propuestas los candidatos presidenciales le dan la importancia que merece al comercio exterior?
La sensación que uno tiene en el sector en general es que los problemas de la economía local son tan importantes que los equipos económicos están focalizados principalmente en tratar de resolver esos problemas. En las plataformas hablan muy por encima de lo que es comercio exterior. Quizás a medida que vaya pasando el tiempo y puedan ir apagando los incendios que hay en la economía local, puedan ir enfocándose más. El comercio exterior es prioritario porque es la única manera en la que vamos a salir adelante y para que la economía crezca. Pero el dato de inflación que se conoció la semana pasada, la situación de los mercados financieros con respecto a la devaluación del peso, el nivel de emisión monetaria, el déficit fiscal, hacen que los equipos económicos estén más enfocados en ver cómo solucionan eso que en propuestas más específicas. Esperemos que se vaya acomodando la situación porque en este barco somos muchos millones de argentinos y necesitamos que nos vaya bien a todos. Claramente, si no nos ayudamos entre todos no podremos salir adelante.