Esta nueva herramienta, desarrollada en conjunto por el Senasa con la Secretaría de Simplificación Productiva del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, automatizó la Matriz de Riesgo aplicada por el organismo sanitario –que se realizaba en forma manual–, a partir de lo cual permitió al usuario liberar embalajes y mercaderías con bajo riesgo fitosanitario, los fines de semana y fuera de horario laboral. Esta medida disminuye los costos de almacenaje en la aduana de entrada y los tiempos del trámite.
Además se integraron los sistemas informáticos del Senasa y la Aduana por operaciones de tránsito sumario, lo que reduce los tiempos en la salida de la aduana de entrada y evita el uso del papel para informar la operación al Organismo.
También se implementaron mejoras en el sistema de comunicación con el usuario y se modificó el formulario de carga de la declaración jurada.
“La importancia de este proceso, que pasa de ser de muestreo a gestión de riesgo, y su automatización hace que podamos enfocarnos en aquellos productos y orígenes de mayor riesgo sanitario. De esta manera, nos permite estar más atentos y realizar las inspecciones en los embalajes de madera; cuidar y prevenir plagas o enfermedades que pueden afectar a las economías regionales”, aseguró el presidente del Senasa, Ricardo Negri.
“Con la mejora de este proceso dotamos de eficiencia al sistema porque es automático e inteligente, y libera a los agentes para enfocarse mejor en la tarea específica. La simplificación le genera ahorros en tiempo y dinero al sistema productivo y el Estado es más transparente en su funcionamiento”, afirmó el secretario de Simplificación Productiva, Pedro Inchauspe.
Argentina cuenta con 67 puntos de ingreso fronterizos y el Senasa inspecciona el 100% de los embalajes de madera que ingresan al país independientemente de la mercadería que acondicionen. “Los que ingresan por puertos y aeropuertos se analizan a través de la matriz de riesgo del SIG-Embalajes y se determina si serán inspeccionados o no. A partir de ahora esta matriz se automatizó, es decir, se informatizaron los parámetros de evaluación del sistema de control de embalajes”, dijo María Verónica Mendy, agente de la Dirección de Sanidad Vegetal del Senasa.
Agregó que “contamos con una herramienta que significa un beneficio fitosanitario porque podemos dinamizar los parámetros con los que se analizan las declaraciones juradas para prevenir y evitar el ingreso de plagas a nuestro país que pueden afectar el patrimonio forestal argentino”.
En la actualidad el sector cuenta con 400 mil declaraciones juradas al año, que se corresponden con 15 mil empresas que operan con mercaderías acondicionadas en embalajes de madera.