Cada vez es más común que la gente cuestione la forma de trabajo de las nuevas generaciones. El mundo organizacional cambia y asoman novedosas alternativas; esto también alcanza al trabajo. En la actualidad existen diferentes formatos laborales. Todo ello se debe a los avances tecnológicos que permiten la multiconectividad y la múltiple acción.
Las generaciones actuales y la mayoría de las precedentes han tenido que adaptarse a los nuevos ritmos que exige el mundo laboral y la tecnologización global, aunque no ha sucedido de la misma forma para todos. Sin embargo, se ha puesto de manifiesto en muchos estudios que se vienen realizando, cómo cada generación ha incorporado la tecnología y las nuevas formas de trabajo.
Lo que aún no es posible explicar y genera una incompatibilidad que se presenta como un problema no menor, es el trabajo productivo, industrial y todo aquél que exige la presencialidad en tiempo y espacio físico de las personas.
La “pregunta del millón” es cómo atraer y retener a personas con habilidades y competencias en puestos con mayor exigencia de presencialidad. Si bien se menciona la actividad industrial, es cierto también que muchas empresas aún comulgan con la filosofía del trabajo tradicional, donde la presencia física y por largo tiempo, es un valor irreemplazable.
A nivel organizacional cada empresa debería tener claro qué quiere para poder potenciar los modelos de trabajo y diseñar nuevas maneras de interacción laboral. La realidad y la experiencia indican que las organizaciones quieren aprovechar todos los formatos de empleo que hay en el mercado: por objetivos, de presencia física 100%, en el hogar, tercerizado, lo cual es muy bueno si se entiende la lógica real que asume la empresa al tomarlos.
Hay muchos ejemplos de organizaciones que plantean el trabajo por objetivos, pero no hacen disponible a favor del colaborador la administración del tiempo o tercerizan y pretenden que el trabajador esté comprometido con la organización 100%. También están quienes no reconocen los logros de sus colaboradores, porque en lugar de resultados, miden el tiempo de permanencia física en la empresa.
Actualmente se está buscando una definición clara de lo que se quiere desde la dirección empresarial. Es el puntapié inicial para atraer y mantener los talentos adecuados. Muchas veces se transita por tremendas inconsistencias e incoherencias de lo que el empresario quiere y está dispuesto a hacer realmente. Entonces, ello implica que el trabajo por objetivos, exige posiblemente un cambio organizacional profundo donde lo más visible es la administración del tiempo individual; pero a nivel concepción del modelo, exige perfiles con mayor autonomía e independencia. Exige además organizaciones planificadas y con claridad en lo que se espera de los colaboradores. Es decir que se necesitan perfiles muy proactivos.
También es clave entender si la empresa que se está gestionando puede o no cambiar a una lógica de trabajo por objetivos. Es un punto central para todo empresario, saber, ser conciente, de dónde está parado para pensar y planificar hacia dónde quiere ir.
Estas decisiones son excluyentes para definir los perfiles que necesitamos, poder captarlos y generar acciones para retenerlos, si fuera necesario. Para las nuevas generaciones, la valoración del trabajo ha cambiado.
Antes se “adoraba” el trabajo y ello era un valor de riqueza en sí mismo, mas allá de los logros alcanzados. Hoy el valor de la riqueza está dado en la persona y en lo que pueda aprovechar su tiempo: maximizarlo para sí mismo es la fuente de “adoración”.
Entender hacia donde mudan los focos de interés, permite al empresario estar preparado con una estrategia definida y clara para con sus claboradores. Retomando el tema de la exigencia del trabajo físico en espacio y tiempo, como es el caso de la industria, seguramente requerirá una revisión de las oportunidades que puede ofrecer el sistema para poder “retribuir” al colaborador con lo que hoy tiene más valor que el dinero: el tiempo para sí mismo.
*Lic. Paola Grión
Consultora Organizacional. Especialista en Empresas Familiares.
E- mail: paola.grion@gmail.com