La logística, en todas sus modalidades, está sujeta a variables incontrolables, que pueden poner en riesgo el desarrollo de procesos productivos y la concreción de negocios de gran importancia. Tomar conciencia de ello revela la importancia de analizar atentamente la contratación de la empresa que presta el servicio y planificar la gestión de tiempos.
En ese sentido, Aníbal Brullo, Gerente General de Delos expresó a serindustria.com.ar que “desde nuestra compañía brindamos un servicio internacional con un acompañamiento integral adaptado a las necesidades de cada cliente”. Agregó que “con nuestra logística aportamos a la cadena de valor del cliente, a través de un proceso ordenado, transparente y en el que lo acompañamos permanentemente”.
El especialista, que es Contador Público Nacional y cuenta con experiencia en empresas de París y San Pablo, destacó que “buscamos desarrollar nuestro negocio desde una perspectiva de excelencia. Comprendemos en toda su dimensión la importancia de que las mercancías lleguen a destino en tiempo y forma”.
Delos es el brazo global de AP Logistic Group, holding argentino que integran SNI, CICSA, HMC y Pampa, que operan desde y hacia Argentina. Su creación suma implicó un salto de calidad para el comercio internacional y la búsqueda de nuevos horizontes para acompañar a las empresas en su acceso a nuevos mercados.
¿Cómo se origina la empresa?
La primera razón por la que nace Delos fue la necesidad de buscar nuevos horizontes, poner el foco sobre nuevos mercados, como lo marca la actividad del comercio internacional, ya que teníamos una limitación, un “techo de cristal”. La segunda es que el grupo, que tiene compañías con 40 años de historia, empezó a acompañar cada vez más a empresas internacionales. Estuve cinco años liderando HM Cargo, la compañía de farma del grupo y vimos la necesidad de acompañar a nuestros clientes. Por ejemplo a los grupos Roemmers e Insud. Si bien con ellos trabajamos en República Dominicana, Perú, Chile, Paraguay y México, los acompañamos desde una concepción de negocio mucho más global. Buscamos salir del riesgo únicamente argentino para crecer exponencialmente en la región y acompañar a compañías globales con una marca nueva, que amalgama la singularidad de las otras empresas. En síntesis, Delos es el brazo global de AP Logistic Group, pero también de SNI, CICSA, HMC y Pampa, que operan desde y hacia Argentina.
¿Qué servicios brindan?
Brindamos un servicio de logística internacional adaptado a las necesidades de cada cliente. Trabajamos con todo tipo de industrias: farmacéuticas, de consumo masivo, alimenticias, tecnológicas, automotrices, de retail… Nos estamos especializando en compañías que tengan dos o tres características similares. La primera, es que no queremos que sientan que contratan un servicio, sino a un socio confiable que aporta a su cadena de valor. No es la concepción solamente desde un punto de vista transaccional a buen precio. Sabemos que la materia prima que no llega en tiempo y forma tiene costos ocultos mucho más caros que una diferencia de tarifa con otro proveedor. A su vez, acompañamos a cada uno de los clientes en sus promesas de venta.
¿Qué significa esto?
Aseguramos que cada insumo llegue a cada empresa cuando es necesario, para que cumpla el proceso productivo y sus productos puedan estar en el mundo. Así logramos que la promesa de venta sea la cereza del postre porque, si tenés un servicio de venta a nivel global, pero el forwarders no responde correctamente, la promesa de venta se rompe. Entendemos muy bien las dos puntas: qué servicios prestar a los insumos que requiere la producción y cómo acompañar a nuestros clientes para que cumplan sus compromisos de la mejor manera. Tenemos injerencia desde Estados Unidos hasta Argentina, una subsidiaria en China y oficinas en Uruguay. Y queremos que nos elijan porque quieren un servicio que cumpla las cinco etapas muy importantes en términos de comunicación. Generalmente las empresas de logística sostienen que trabajan 7×24 y esto implícitamente indica que no está nada controlado. Porque, si necesitás 7×24 significa que hay algo en tu proceso productivo o de servicios que no está bien garantizado. Nosotros buscamos desarrollar nuestro negocio desde una perspectiva de excelencia. Comunicamos a partir del momento que el contenedor está en el puerto o un depósito. Después, el ETD, fecha estimada de partida, si el producto tiene un trasbordo y cuando se hace. Si hay un ETA, fecha de llegada y cuando está disponible. Le informamos todo al cliente, también si hubo alguna notificación extraordinaria que demora la llegada. No queremos que la ansiedad del cliente nos genere más ansiedad a nosotros. Le damos una fecha para cada proceso y les detallamos cómo se cumple cada etapa. Es un servicio más razonable, de acompañamiento.
¿Cómo es el seguimiento?
En tiempo real. Estamos desarrollando un track and trace, pero básicamente diseñamos una operación a medida, Taylor Made y proactivamente, sin que el cliente lo pida. De esa manera, acompañamos a quien nos contrata y le comunicamos cada novedad por correo para que la información quede estructurada y garantizada.
¿Comprende a la logística terrestre, marítima y aérea?
Trabajamos los tres modales e intermodal. Por la sumatoria de los volúmenes de grupo tenemos la impronta de pelear los precios de otra manera. Nuestra lógica es que el cliente nos contrate por servicio, lo que no implica que no tengamos una estrategia de precio de gran volumen. Queremos ofrecer una tarifa competitiva pero que no sea producto de bajar nuestra rentabilidad, sino de una buena negociación a escala.
¿Qué los diferencia de otros competidores?
Lo primero que tenemos es la expertise de un grupo de comercio internacional que se desarrolló en la Argentina, con las complicaciones geográficas del país, en un lugar del mundo hostil para la logística. La ubicación nos obliga a ser creativos y expertos. Trabajé en Europa para grandes compañías y era muy sencillo armar el proceso logístico para Francia, España, Italia. Acá, la geografía y el tiempo de tránsito, nos exigen. Nosotros venimos con una impronta de argentinos, llamalo el “Mercado Libre” de la logística. Además, estamos en un país administrativamente, impositivamente y aduaneramente, también complejo. Por eso, si con este grado de complejidad somos la compañía número uno en Argentina, ¿cómo no nos vamos a diferenciar de las que nacieron en otras latitudes? Como segundo rasgo, tenemos dueños que vienen del emprendedurismo y eligieron especialistas para profesionalizar la empresa.
¿Cubren la actividad en toda su amplitud?
Si. Una de las grandes “deudas” que tiene el comercio internacional es que no todos los que están atrás de un escritorio saben qué pasa en el mundo. Mover un contenedor de un punto A a un punto B, parece sencillo, pero en el medio pasan mil cosas. Hace unos años en el Canal de Suez encalló un barco y dejó al planeta en vilo. Nosotros nos encargamos de facilitar esa lógica compleja con un proceso ordenado, transparente y en el que el cliente siempre se sienta acompañado. Además, trabajamos con directores que fueron parte de compañías en nuestro país y el exterior y personas que, por haber venido de otras áreas y otras empresas, entienden cómo funciona la lógica de venta y de compra dentro de las compañías. Cuando hablamos con nuestros clientes sabemos lo que necesitan porque estuvimos en su lugar.
¿Trabajan todo tipo de productos?
Sí, por ejemplo en refrigerados, HM Cargo, nos encarga las relaciones internacionales de sus clientes. Hace 40 años trabajamos con el grupo Roemmers, importando y exportando productos de todo estilo, nos confía sus operaciones de gran escala en el exterior. También somos exportadores de vacunas y estamos intentando aplicar esa lógica a toda la región, porque multiplica los mercados.
¿Las oficinas en el exterior asesoran a las empresas?
Cuando tomamos las operaciones de comercio exterior, no damos únicamente un servicio, vemos una lógica de negocios. Si entendemos que hay una mejor manera de hacer un proceso, cambiándole el incoterms a la mercadería, triangulando de otra manera, eligiendo otro puerto base, lo aportamos. Intentamos trabajar con un sistema tecnológico integrado de comercio internacional. Tenemos mucha experiencia en la región, un buen crecimiento este año. Nuestra tarea es entender cómo funciona cada negocio para ayudar en esa lógica. Eso contribuye a expandirse y correr menos riesgos. Muchas veces un servicio barato o una tarifa de 100 dólares menos, puede poner en severos riesgos a una compañía. Siempre decimos que la mejor tarifa de corto plazo puede ser un gran costo a largo plazo.
¿Los empresarios son permeables a nuevas propuestas?
Mi experiencia indica que la industria farmacéutica, donde trabajé antes de venir aquí, no evolucionaba de la manera esperada. Pero en este grupo, donde la edad promedio de los dueños está debajo de los 48 años, son mucho más permeables. Tiene que ver con una generación dorada de propietarios que vieron la posibilidad de desarrollar negocios en un medio hostil como el argentino. Si pudieron hacerlo acá, ¿por qué no ir a la región y triunfar? Se tardará más o menos tiempo, pero con la impronta que tiene el grupo, se va a lograr.
¿A qué mercados apuntan?
Este año apostamos a cuatro países: Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil. El foco secundario arranca, en poco tiempo, con la contratación de una persona en México. Ya tenemos operaciones nativas en China con oficinas y personal propio y el mercado que vamos a analizar para los próximos pasos, se relaciona con Centroamérica. Sabemos que en Panamá hay muchos hubs, sobre todo farmacéuticos y una vez que tengamos un buen mercado de desarrollo en Panamá y México, vamos a caer en Estados Unidos.
¿Cómo marcha el 2024 para la actividad?
Creo que nuestra actividad dejó de ser un servicio secundario en la cabeza de las personas importantes de las compañías. Antes de la pandemia y de la guerra entre Rusia y Ucrania, los servicios logísticos eran silenciosos. Si todo salía bien, el gerente general, el director de operaciones o incluso el director financiero, no se enteraban qué pasaba. La pandemia y la guerra exacerbaron muchísimo los precios por la falta de disponibilidad de equipos y una gran congestión. Ahí se generó un cambio. Advirtieron que, si todo funciona bien, la logística no es un componente importante del precio, pero si se rompe un eslabón, puede ser un condicionante muy importante de la cadena de valor y el precio final. A nivel global se puso de manifiesto la importancia de la logística y de un buen suministro.
¿Fue una toma de consciencia?
Si, porque sin una buena logística, la cadena de suministro se puede romper y ser mucho más costoso no haber elegido un proveedor confiable que estar con la mercadería frenada en un puerto base X y que el proceso productivo se haya roto. Se pueden perder enormes contratos globales si la mercadería no llega a tiempo. En los últimos años, la logística internacional se puso en la primera plana de todas las empresas del mundo, donde la inteligencia artificial y el seguimiento satelital en tiempo real, hacen que se puedan tomar decisiones mucho más acertadas. Además, la pandemia y la guerra hicieron que muchas compañías de carga internacional se fusionaran y que otras desaparecieran. Prevalecieron empresas como las nuestras, que pusieron al cliente en el centro y nos sentamos a su lado. De esa forma lo escuchamos todo el tiempo y se refleja si el proceso fue diseñado correctamente. Hay decisiones de manual y otras de un entorno permanentemente cambiante. Cuando de un día para otro una región del planeta entra en guerra, tenés que adaptarte a la nueva realidad. Lo mismo pasa con una pandemia o cuando una marítima sufre un ciberataque y no se sabe donde están los contenedores.
La mirada sobre la baja de la huella de carbono, ¿cambia la logística internacional?
Veo mucha intención real de medir el impacto de la huella de carbono, pero en términos prácticos es muy difícil que las empresas actúen cuando tenemos países, sobre todo del primer mundo, que no están firmando tratados ni convenios al respecto. Creo que primero tiene que haber una conciencia a nivel gubernamental y después bajar la exigencia a las compañías.