A pesar de todos los relatos que quiere implantar el Gobierno actual con algunos indicadores económicos aislados como la baja del IPC y/o del riesgo país (ambos plenamente lógicos, el IPC porque existe durante los primeros 5 meses del año subieron los productos/bienes y desde cerca de junio a hoy se encuentran plenamente motorizados los servicios públicos que se encuentran dolarizados desde 1992 tanto en sus respectivas leyes como con la falta de análisis de costos en pesos reales; mientras que el riesgo país se encuentra en la misma situación de descenso como lo tuvo en 2001 post Ley déficit cero -25.453- de julio a diciembre), la realidad de las familias nos encuentra con otra situación, mucho más complicada.
Sabemos que con la depreciación del 118% de diciembre 2023 y el DNU 70/2023 se licuaron los salarios de la clase media, media baja y baja, como también que con la baja de tasas de interés se pretende que los plazos fijos en pesos (ahorros que tenía la clase media) es un impulso para que sus titulares los bajen a las cajas de ahorro y cuentas corrientes al único efecto de consumirlo consecuencia de lo expresado en el primer renglón de este párrafo al no alcanzarles los sueldos normales que poseen.
Con estos datos se notan muy fuertes caídas del consumo masivo, sobretodo en supermercados. Desde marzo a la fecha que rondan en el -20% interanual con el mismo período del año pasado. Porque como dicen en la calle e incluso lo expresó la expresidenta Cristina de Kirchner en alguno de sus posteos en X “con los chorros por lo menos el pueblo comía, mientras que con los honestos se están cagando de hambre”.
De hecho iría mucho más allá expresando que no solo comían, sino que además podían generarse un ahorro (plazo fijo, dólar ahorro) o darse algún gusto con la familia (como por ahí salir a comer afuera) o pagarse unas cortas vacaciones en algunos de los viejos hoteles sindicales que se inauguraron entre 1950 y 1955 o algún momento posterior.
Aclaremos que la economía de nuestra Patria en cerca del 75-80% se maneja en el mercado interno. La baja del consuno de este año 2024 se puede comparar y hasta igualar con la caída autogenerada en el período comprendido entre 2016 y 2019 que fue del -20% y que durante el período 2019-2023 volvió a ubicarse en el 74-75%; ups si vuelven a igualarse en 11 meses los mismos niveles de desastre económico financiero para las familias que se generaron en el gobierno completo del ingeniero Mauricio Macri.
Por lo tanto, se cumplió el apotecma pretendido por el ongeniero que quería volver a conducir los destinos de la Patria para “hacer lo mismo pero más rápido”. Hoy nos encontramos con que bajaron tanto la vara de comparación que fuera quien fuera el que maneje los destinos del pueblo en 2025 podría haber un pequeño rebote como si fuera un gato muerto, consecuencia de lo bajo de la vara.
Aunque viendo datos originales del Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2025 no sería mas del 2 o 3% vs 2024 porque no hay ningún programa que incentive la producción y/o el consumo contenido en él; aunque si tomamos los proyectos alternativos de Encuentro Federal y Unión por la Patria que podrían unificarse el consumo si podría crecer cerca de 8 a 10% durante el próximo año consecuencia que poseen partidas que permiten subir jubilaciones, bonos de jubilados, salarios públicos, asignaciones universales y familiares en los niveles de la inflación que sea y se redirigen fondos específicos provenientes de impuestos para que se deriven a las universidades nacionales y salud pública (hospitales) que serán muy necesarios para cubrir la alta demanda que poseerán consecuencia de la eliminación de obras de redes de agua potable y cloacas en todo el país como lo describimos el 13 de octubre pasado en “Motosierra en entes de servicios….”.
Si a todo ello le sumamos que hoy Argentina es el único país de Sudamérica que no devaluó post triunfo de Donald Trump en EEUU y nos comunican de todos los rincones que somos caros en dólares, debemos tener en cuenta que desde el 20 de enero de 2024 cuando asuma formalmente el cargo y ya habiendo anunciado que Elon Musk se encargará de quitar regulaciones.
Ello significa que la recaudación de EEUU caerá entre 6 y 8 meses, puesto que al ser una economía desarrollada se recupera muchísimo más rápido que la nuestra que sigue siendo de frontera y por ende el dólar también se devaluará en esos momentos allí; en cambio las economías emergentes tendrán que volver a devaluar para tornarse más competitivas y sabiendo el pensamiento del equipo económico –que en realidad es solo financiero- con su ideología de no devaluar vamos a estar carísimos en dólares incluso con los valores internos que se están conociendo para el período estival nos vamos a encontrar con una mayor salida de reservas en esos meses que los actuales US$650 millones mensuales.