El objetivo de la Política Económica debe ser el pleno empleo y la estabilidad de precios. Hay que volver al peronismo, con un nuevo modelo de producción y empleo. Debemos rectificar el rumbo.
Los déficits públicos no son malos ni buenos sino un mero registro contable. La bondad de un saldo presupuestario debe juzgarse en función de los resultados obtenidos en términos de bienestar.
Con un diseño de la política fiscal que priorice objetivos como el pleno empleo con estabilidad de precios, el déficit fiscal se convierte en una variable residual: aumentará automáticamente cuando haya un ciclo económico a la baja y descenderá cuando la economía crezca.
En un país que posee un determinado nivel de soberanía monetaria, como es el caso de Argentina, es posible financiar proyectos de inversión que generen empleos bien pagados y útiles para toda la sociedad.
La austeridad fiscal es para generar condiciones de pago de la deuda y estabilidad para ganar confianza con las calificadoras y al capital financiero para tener acceso a los mercados financieros. Hoy no es esta una prioridad para nuestro país.
El déficit público es el superávit del resto de los actores de la economía. A medida que la economía crece, se necesita más dinero circulante, para que las transacciones puedan realizarse. La emisión, como contrapartida en la generación de riqueza, es virtuosa para la economía. El desempleo es la evidencia, de que a la economía le falta circulante. El gasto público debe movilizar los recursos productivos y crear trabajo. Hay que empezar a transitar el camino para recuperar la soberanía monetaria plena.
Bimonetarismo
Cristina Fernández nos hablaba que Argentina, con su economía bimonetaria, ponía en duda todas las teorías económicas. Pero las teorías económicas elaboradas en otras latitudes no contemplan el bimonetarismo de la Argentina.
El bimonetarismo de la economía se produce porque desde el sistema monetario no se previó y no se dió al ahorrista común, la posibilidad de resguardar los ahorros de la vorágine inflacionaria, de manera simple.
Recientemente se dió a los bancos la posibilidad de ahorrar en pesos sin temor a la depreciación, con la creación de instrumentos que toman como referencia la cotización del dólar oficial. Los bonos LINK. Hay que dar los primeros pasos para poder recuperar la moneda y dejar atrás el bimonetarismo.
Proponemos, en esa transición, crear cajas de ahorro común actualizables por “dólar link”, depósitos que se actualizan según la cotización del dólar comercial, con encaje 100% a cargo del Banco Central de la República Argentina (BCRA). De esta manera, la gente podrá ahorrar en pesos, teniendo como referencia el valor del dólar oficial. Es el primer paso para resolver el tema del bimonetarismo.
Tasa de interés
Hoy, con la abundancia de dinero que hay en el mundo, la tasa de interés que pagan los bancos a los depositantes es 0%.
En Argentina eso no ocurre porque el BCRA paga tasa del 38%, a los bancos por su dinero. Esto fija el piso del costo del dinero para el resto de la economía, empresas y particulares.
Solo la intervención del Central, tomando dinero de los bancos, hace que el tipo de interés del mercado interbancario sea distinto de 0%.
Consideramos conveniente que el BCRA deje de intervenir, fijando la tasa de interés de la economía, ya que es un callejón sin salida virtuosa, que lleva a la devaluación permanente para licuar los montos que se acumulan. Al mismo tiempo, esa devaluación retroalimenta la inflación.
Ríos de tinta se gastaron hablando de los efectos de la inflación y no hablamos de dónde se genera. La tasa de interés que fija el Central, es la responsable de la mayor parte de la inflación. La inflación anual es equivalente a la tasa de interés que paga el BCRA.
Si seguimos aplicando las mismas recetas neoliberales, vamos a obtener los mismos resultados: desempleo y pobreza.
Sigamos el ejemplo de Canadá, Australia, Japón, donde el estado se financia directamente con el Banco Central. Que el Estado Nacional, como los provinciales y municipales, pasen a financiarse directamente con el BCRA, mediante la apertura de cuentas en el mismo, con saldos en descubierto. Terminaríamos con el pago de intereses, del sector público.
La prohibición que tenemos, que el Estado sólo pueda financiarse por medio de los bancos, pagando intereses, es una imposición del FMI, en beneficio del sistema financiero, con el que son aliados funcionales.
Que sean los bancos los que fijen las tasas que le van a pagar al ahorrista, teniendo en cuenta que, ese dinero, no podrán prestárselo al Estado.
El BCRA solo deberá fijar la diferencia entre tasas activas y pasivas. Como, debido a estas acciones, la tasa de interés tenderá a 0%, el dólar también se estabilizará, ya que, al disminuir considerablemente el componente financiero, los costos de los productos caerán rápidamente. A la vez que, la existencia de dinero barato, es una condición necesaria, para la reactivación económica.
La sola expansión del gasto público es insuficiente para reactivar la economía, si no ponemos el esfuerzo en que ese gasto se oriente a la producción nacional. Hoy lo estamos haciendo regulando los niveles de apertura, vía la administración del comercio. El tipo de cambio actual es el más conveniente en muchos años. Urge resolver El tema de la tasa de interés. Los niveles actuales inhiben fuertemente la inversión y condicionan el crecimiento.
Que el sistema financiero lo orientemos desde el BCRA, que se especialice en hacer negocios con los privados.
Tener una baja tasa de interés, es indispensable para la reactivación de la economía. No pasa por el engaño de tasas subsidiadas. Dejemos que el mercado fije la tasa de interés y será cercana a 0% como en el resto del mundo. Si tiende a 0%, las devaluaciones tenderán a desaparecer, porque la inflación descenderá rápidamente.
El mayor mecanismo de creación de dinero, numerales que se anotan en la computadora, sin la creación de riqueza, es el pago de intereses por parte del Banco Central.
El monto de creación de dinero, por el interés anual a pagar por el BCRA por su deuda remunerada, con las tasas actuales de 32% anual para los Pases y 38% para las Leliq, superará ampliamente el billón de pesos en 2021. (Un millón de millones).
El BCRA cerró enero 21, con un stock de deuda remunerada de $2,824 billones sólo en Pases y Leliqs, más, la emitida en bonos en pesos. Emisión sin contrapartida, en la creación de riqueza. Dinero creado no para generar riqueza, sino para pagar intereses. Así como se pospuso los vencimientos de la deuda externa, se deben desarmar las Leliqs.
Antes eran los golpes de mercado, ahora las devaluaciones diarias del BCRA.
Ahora nos corren con el dólar paralelo. El equipo económico cayó en la trampa jugando con las armas de ellos. La amenaza es, si no pagan estos intereses, nos vamos a comprar dólares al informal. Ya mordieron el polvo, cuando hicieron la corrida de llevarlo a cerca de 200, totalmente irreal, en la Argentina de hoy. Es el momento de terminar con los intereses.
O sea, la política diseñada de secar la plaza de dinero, vía altísimos intereses es notoriamente perjudicial para la sociedad, en particular de los que viven de su trabajo. No para los que viven de sus finanzas, los que acumulan los numerales que generosamente produce el BCRA para ellos, los ricos.
Recuperamos el control del tipo de cambio
Por primera vez en la historia, los sectores económicos no nos manejan el tipo de cambio, ni nos sacan las reservas. El Control de Cambio lo hizo posible. Es la nueva realidad. Totalmente distinta a las experiencias anteriores.
El fantasma de la remanida restricción externa, los próximos años no nos va a afectar por la exitosa negociación de la deuda, difiriendo los vencimientos por 4 años.
Tenemos un sólido superávit en ascenso en la Balanza Comercial. El alto precio y la alta demanda de nuestros productos del agro, garantizan un alto ingreso de divisas. No hay salidas de divisas por turismo, debido a la pandemia. Se redujeron las importaciones de combustibles.
Debemos seguir con la política implementada desde la Secretaria de Industria con la Administración del Comercio y la virtuosa política de Licencias no Automáticas.
Debemos ser pragmáticos y desdoblar el mercado cambiario. Ya lo hicimos en el pasado.
Creemos un mercado libre financiero y de importaciones suntuarias y otro comercial.
Que sea la Secretaria de Industria, la que decida que se autoriza importar y la que decida qué porcentaje, cuáles bienes y qué empresas, pueden liquidar por cada mercado. Canalicemos en él, los ingresos de divisas financieras. Un porcentaje de los ingresos por exportaciones industriales de PyMEs Nacionales de capital interno que tributen en el país, con menos de 50 empleados, modificando la resolución de dimensión PyMEs a algo razonable y no como lo que tenemos, donde absurdamente, casi todos son PyMEs en Argentina.
No tenemos por qué vender dólares baratos para importaciones suntuarias, ni para remisión de utilidades, ni cancelaciones de préstamos intraempresas, ni para viajes y turismo. Ni para ahorro. Este mercado financiero quitara presión sobre el mercado comercial. No habrá dólares baratos para especular.
Es tiempo de alcanzar el pleno empleo.
Pongamos en marcha todos los proyectos productivos. Usemos la soberanía monetaria para financiarlos. La única manera de terminar con la pobreza pasa por generar trabajo para todos.
Por César Crocitta, Grupo Bolívar –Consejo Productivo Nacional.