“No alcanza con sustituir el presente, es preciso sustituir el futuro con talento argentino”, decía el economista Aldo Ferrer en relación a la necesidad de que la Argentina genere una industria innovadora, que apueste a producir bienes con valor agregado. En este proceso, un factor esencial es la generación de recursos humanos altamente calificados.
A partir de esta premisa, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), por iniciativa del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, creó la carrera de Ingeniería Espacial, la primera en su tipo en América Latina y que apunta a generar profesionales acorde a las necesidades del país.
En diálogo con las agencias TSS y CTyS, el director de la flamante carrera e ingeniero de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Roberto Yasielski, explica que “el elemento básico e indispensable para el desarrollo de cualquier sector industrial es poder disponer de recursos humanos en calidad y cantidad, para hacer rentable y competitiva a una industria con un alto nivel de exigencia como es la espacial”.
La carrera, de cinco años y medio de duración, tendrá una fuerte orientación en ingeniería de sistemas complejos, lo que también posibilitará a sus egresados aplicar sus conocimientos en diferentes disciplinas de la industria nacional. Además, contará con dos orientaciones: una hacia la producción y operación de satélites, y la otra hacia el diseño de lanzadores y vehículos espaciales. La cursada se realizará en el campus universitario de la UNSAM, en el que se instalarán laboratorios equipados especialmente, donde los alumnos trabajarán en grupos en los que cada uno cumplirá un rol específico para la formación de un desarrollo complejo, como el armado de pequeños satélites y otros equipos sofisticados.
Al considerar a la nueva carrera como “una actividad sumamente estratégica para el sector y para el país”, Yasielski destaca la posibilidad de producir en el futuro grandes equipos para la “industria astronáutica” como satélites, lanzadores y vehículos aeroespaciales. A su vez, la idea es conformar un espacio de articulación con las pymes interesadas en este tipo de productos. Además, ya están trabajando en la firma de convenios de cooperación con las empresas estatales ARSAT e INVAP, y con organismos espaciales de Estados Unidos, Canadá y Europa.
“El espacio académico que se está desplegando será uno de los más adecuados para lograr avances en muchos campos de la innovación tecnológica. Estamos en la época de la economía del conocimiento, en la víspera de la cuarta revolución industrial y los países que apuesten a estas tecnologías serán los que dominen la economía del futuro”, sostiene el ingeniero.
Con la idea matriz del desarrollo a largo plazo, Yasielsky asegura que “el desafío es sostenerlo en el tiempo y ver cómo hacer para que los gobiernos que vengan sigan apostando a esto más allá de su ideología política”.
Por Nadia Luna (TSS) y Gaspar Grieco (CTyS)/InfoGEI