En un desayuno de trabajo organizado por AMIPLAST, compañía pionera en el reciclaje de plásticos con sede en Ensenada, provincia de Buenos Aires, más de 30 empresarios intercambiaron experiencias, profundizaron alianzas y ratificaron su compromiso con la sostenibilidad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y la economía circular.
Desde la pandemia del Covid 19, Eugenia Roig y José Marguliz, hijos de los fundadores Oscar Roig y María Cristina Novelli y Ronald Marguliz, están al frente de la planta. Precisamente Eugenia abrió la jornada e hizo un repaso de los logros de la compañía creada en 2006, incluyendo su reciente certificación como Empresa B, otorgada por la organización internacional B Lab. Este reconocimiento posiciona a AMIPLAST como referente en impacto ambiental y social positivo a nivel global.
La agenda incluyó una charla a cargo de Sergio Palacios, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Este, quien destacó la necesidad de transformar los procesos de producción para preservar los recursos naturales y responder a las crecientes demandas de los consumidores por prácticas sostenibles.
El experto expresó que “el siglo XX estuvo marcado por un crecimiento sin restricciones pero hoy la naturaleza impone límites claros”. Subrayó la importancia de integrar criterios de sostenibilidad desde el inicio de la cadena productiva, incluyendo la trazabilidad de productos y el cumplimiento de estándares internacionales como los establecidos por el Pacto Verde Europeo.
Economía circular
Por su parte. Julián D’Angelo, docente de la Universidad Nacional de La Plata, se centró en “El poder de la economía circular”. En ese marco destacó la importancia de este modelo para las empresas modernas que integra tres dimensiones fundamentales: viabilidad económica, beneficio social y responsabilidad ambiental.
Afirmó que las empresas sostenibles tienen como propósito incluir el impacto ambiental dentro de su cadena de valor, buscando no solo rentabilidad, sino también el bien común. Dijo que “atender los desafíos del siglo XXI es imposible sin ser sostenibles”, resaltando que las nuevas generaciones ya observan con atención las prácticas ambientales de las organizaciones.
Además, subrayó que la economía circular transforma el modelo de consumo tradicional al redefinir los desechos como recursos aprovechables, un enfoque que lleva a reconsiderar los paradigmas de producción y consumo.
Desafíos
En el último tramo, Lucas Pesci y Luisina Balient, gerente y encargada de Proyectos de AMIPLAST, respectivamente, compartieron avances y desafíos clave de la empresa. Informaron que desde sus inicios, la planta ha reciclado más de 100 mil toneladas de plásticos a partir de residuos post industriales, post consumo, post comercio y post agro.
Sin embargo, entres los desafíos actuales identificaron la escasez de materia prima, los costos elevados en su obtención y la necesidad de mejorar la clasificación de residuos en origen. Resaltaron que la mala gestión de residuos hace que miles de toneladas de plásticos terminen en el mar, ya que sólo se recupera menos del 10%.
Entre las iniciativas destacadas, la empresa implementó un sistema que permite recuperar el 99% del agua utilizada en sus procesos y redujo su huella de carbono en un 83% en comparación con la producción de plástico virgen. Además, fomenta la economía circular mediante la fabricación de pellets de plástico, que son utilizados por otras empresas para producir bobinas, troquelados, caños de riego y bolsas de alta densidad, entre otros productos destinados a sectores como el agro, el comercio y la industria juguetera.
AMIPLAST también trabaja en proyectos innovadores, como el reciclado de fitosanitarios y ha establecido acuerdos estratégicos con empresas como Dow. YPF, Petrocuyo, Unitan, Campodónico, Vacalin, Fenikks y Nestlé. En el marco de su compromiso con la sostenibilidad, la empresa organiza visitas educativas para clientes, proveedores, familias de empleados y establecimientos escolares, promoviendo la conciencia ambiental y la responsabilidad social.
De cara al futuro, la compañía tiene como objetivo superar las 100 toneladas mensuales de producción para 2025 y continuar fortaleciendo su infraestructura, que ya abarca más de 2.500 metros cuadrados de instalaciones cubiertas.
El encuentro concluyó con un recorrido por la planta y el llamado a profundizar la colaboración entre empresas, la universidad y la sociedad para impulsar un modelo de desarrollo más equitativo y sostenible. En palabras de Eugenia Roig, “la economía circular no es solo una estrategia empresarial, sino una necesidad urgente para garantizar un futuro viable para las próximas generaciones”.