La licenciada Cecilia Serena, a cargo de la Filial Córdoba del Centro de Despachantes de Aduanas, analizó las últimas medidas tomadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y su incidencia directa sobre el comercio exterior del país.
En ese sentido, la especialista planteó un serio interrogante: “¿Queremos darles más trabajo a las empresas argentinas o a las del exterior?”.
Al respecto, hizo referencia a las , 7771, emitidas en las últimas semanas por el BCRA. Consideró que estas normas pusieron patas para arriba al comercio exterior argentino. Ante esta situación, distintos referentes han advertido que la actividad puede paralizarse en los próximos 15 días.
La medidas de BCRA afectan al comercio exterior y a toda la industria
Serena explicó a Ser Industria que “las medidas del BCRA, impulsadas por la falta de dólares en el país, afectan tanto a las importaciones como a las exportaciones”.
En el caso de las importaciones, dificultan el desempeño de la industria en general y en particular a provincias como la de Córdoba, que se caracterizan por el desarrollo de la actividad productiva.
“Necesitamos importar los insumos a un dólar oficial porque si hay que utilizar el dólar blue aumenta el costo de la exportación, que a su vez se cobra al dólar oficial”, detalló.
Además, el requerimiento de una SIRASe (Solicitud de Intervención de Registros de Exportaciones) para el pago de fletes ha llevado a que las navieras exijan que el flete se pague en origen. Esto genera mayores costos y complicaciones para los importadores.
“Implica que los importadores deberán solicitar a sus proveedores que les vendan en condiciones CFR (Cost and Freight) en lugar de FOB (Free On Board) hasta obtener la SIRASe necesaria para realizar el pago. Además, los importadores nuevos verán afectado el cupo de US$50.000, ya que ahora deben incluir el costo del flete marítimo, que supera los US$2.000”, indicó.
Poco de Federal
Otra consecuencia para el interior del país es que, al comprar CIF (Costo, Seguro y Flete), se envía la mercadería al puerto de Buenos Aires. Esto genera costos adicionales para el importador al tener que transportarla luego a otra provincia. “Esto complica la operativa y hace que los servicios contratados en Argentina sean más caros que los del exterior”, manifestó. Señaló que “volvemos a lo de siempre. ¿Queremos darle más trabajo, más ingresos y más divisas a las empresas argentinas? ¿O se las van a dar a empresas del exterior? Además, todos estos costos los va a pagar el consumidor final”.
Las urgencias del BCRA, han dificultado al comercio exterior y generan incertidumbre en los actores de un sector que figura desde lo discursivo en todas las campañas políticas, pero no es efectivamente considerado por las gestiones de gobierno.
Para Serena “se requiere una política más estructurada que promueva las exportaciones y simplifique los procesos de importación y exportación. Es necesario considerar que las importaciones impactan directa o indirectamente en las exportaciones y hay que buscar herramientas que faciliten estos procesos”.
Además, se debe trabajar en lograr un comercio exterior más ágil y eficiente. Precisó que el puerto de Buenos Aires no es tan federal como se presenta, ya que requiere trámites adicionales para poder llevar la mercadería al interior del país.
“Desde el punto de vista aduanero el Puerto de Buenos Aires no es para nada federal, ya que los controles se duplican en este punto intermedio, ya sea para importación como para exportación. Al traer por vía terrestre una carga desde Montevideo, Uruguay, o Valparaíso, Chile, el contenedor sube al camión y solo se interviene en frontera mediante el registro del MICDTA, sin intervención del importador hasta el punto de destino”, concluye Serena