“Estamos atravesando una situación crítica en centro el sur de la provincia de Santa Fe, norte de la Buenos Aires y buena parte de Córdoba, sinceramente estamos rogando que llueva”, expresó, María Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario a Ser Industria Radio.
El panorama es sumamente grave no sólo para los productores rurales, sino para la economía argentina, ya que la agroindustria genera un poco más del 70% de los volúmenes exportados.
En otro orden, al analizar los resultados de la vigencia del “dólar soja” en septiembre, la dirigente rosarina sostuvo que ese tipo de medidas “no sirven porque lo que necesitamos es previsibilidad”.
¿Cuál es el panorama que enfrenta el campo ante una sequía tan pronunciada?
En nuestra zona, vemos un panorama muy complicado, porque además de la sequía sufrimos las consecuencias de las heladas tardías. La carencia de precipitaciones hace que atraviese una situación crítica la región que comprende el centro y sur de la provincia de Santa Fe, norte de Buenos Aires y buena parte de Córdoba. La gente que sembró trigo, en parte lo da para pastoreo de animales y sino a veces se pulveriza para tratar de volver a sembrar lo que es la gruesa, que ya se viene, pero va registrar una merma muy grande porque directamente no hubo desarrollo. Hace tres años que estamos con sequía. En el sur de Santa Fe cayeron en seis meses apenas 49 mil milímetros. Está realmente muy complicada la siembra de la gruesa, todo lo que es maíz y soja. Recién ahora hubo algunas precipitaciones y la situación se puede agravar. Además, ni hablemos lo que está afectando a la ganadería por la falta de pastura. Están muy altos los costos para la compra de alimentos, hay venta de animales por esta carencia de alimentos.
¿Este cuadro nos debe hacer pensar en una economía con menor ingreso de dólares para el año próximo?
Realmente va a ser así. Estamos todos esperando que llueva, aunque el pronóstico indica que puede haber precipitaciones recién en enero y eso ya complicaría toda la campaña gruesa. Estamos en un país donde no hay previsibilidad ante esta situación, que es una de las variables en el desarrollo económico. Tendría que haber respuestas, soluciones, para mitigar el accionar del clima. Pero no tenemos seguro multiriesgo, que sería lo adecuado, tampoco riego, infraestructura ni las inversiones necesarias. Tampoco la parte crediticia, pero bueno, obviamente, para todo esto una cuestión básica y elemental es la baja de impuestos, desde ya.
¿Cuál es tu análisis de lo que sucedió en septiembre con el “dólar soja”?
En realidad, no lo vemos bien, creemos que fue un accionar del gobierno para hacerse de caja, de dólares. Obviamente que fue sobre todo para el sector de los exportadores, porque el Estado a su vez fue cambiando las reglas del juego sobre la marcha. Esta clase de medidas no sirven, porque necesitamos previsibilidad, cambiar sobre la marcha no tiene sentido. Pero esto demuestra fehacientemente que necesitamos un dólar a otro valor y un sólo tipo de cambio.
¿Estas complicaciones hacen que se pierda competitividad?
Totalmente y además en un mundo que requiere nuestros productos, perdemos mercados. Si tuviéramos otro tipo de cambio y no tuviéramos retenciones, toda la capacidad de inversión sería por lo menos el doble o mucho más. Además, eso derramaría en otras actividades y en la sociedad. Creo que no entienden, que necesitamos si o si baja de impuestos, de retenciones y un sólo tipo de cambio. También necesitamos generar trabajo. Hay que generar condiciones para que se pueda invertir en el desarrollo económico y de infraestructura, porque tenemos un país riquísimo en recursos naturales, gas, petróleo y demás. Como ciudadanos tenemos que ser conscientes y exigirlo, porque necesitamos que el gobierno se haga cargo de lo que se tiene que hacer y no solamente hablamos del gobierno Nacional, también los provinciales. Hoy no están dando ni lo básico que requiere una población, que es salud, educación, seguridad, infraestructura y servicios. Pero, por el contrario, el Estado es una máquina de absorber cada vez mayor cantidad de personas que dependen pura y exclusivamente de él y pierden independencia, libertad y dignidad.
¿El productor agropecuario ha dejado de invertir en tecnología y maquinarias en estos últimos años?
Sí. Hay un retraso muy grande en inversión de maquinaria a diferencia de otros tiempos, especialmente se nota en el productor chico y mediano. No tengo los números precisos, pero es así.
Hace un año el Consejo Agroindustrial Argentino presentó el proyecto de Desarrollo Federal para generar un millón de empleos que descansa en un cajón del Congreso. ¿Qué sensación te genera?
Entiendo que Argentina no tiene un plan de país ni de desarrollo. Las leyes quedan encajonadas porque este país no parece estar promoviendo el trabajo. Si no, no habría tantos planes sociales. El tema es que no hay voluntad política para generar fuentes de trabajo y acompañar al trabajo privado, que es lo que hace la independencia y el desarrollo de un país.
¿Qué balance hacés de la gestión de la Administración General de Puertos al frente de la hidrovía?
Está todo en stand by. Había que hacer cambios y quedó en la nada, siguen las empresas que hacen el calado correspondiente, hay un pliego de licitación… Esperamos que con el transcurso del tiempo se lleve adelante. Pero hay que saber mirar para adelante, hay que hacer un armado del pliego muy cuidadoso. A veces es preferible a que se den las condiciones para generar el contenido correspondiente.
