La licitación de la Hidrovía del Paraná, el corredor fluvial más importante del país, sufrió un golpe inesperado luego de que solo una empresa se presentara en la compulsa. El proceso, que buscaba adjudicar el dragado y mantenimiento de la vía navegable por los próximos años en un negocio valuado en 9.000 millones de dólares, terminó envuelto en cuestionamientos y con la mayoría de los oferentes retirándose a último momento.
La compañía Deme, de origen belga, fue la única en presentar una oferta formal, mientras que otras grandes firmas del sector, como Jan de Nul y la holandesa Van Oord, optaron por no participar. La retirada de los principales actores del mercado se produjo en medio de denuncias sobre presuntas irregularidades en el diseño de la licitación y un duro pronunciamiento de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), que advirtió sobre un esquema que favorecería a un oferente en particular.
La PIA, un organismo autónomo dependiente del Ministerio Público Fiscal, cuestionó el proceso licitatorio en base a una denuncia presentada por legisladores de la Coalición Cívica. El titular del organismo, Sergio Rodríguez, conocido en el ámbito judicial por su perfil técnico y su bajo perfil político, emitió un dictamen que puso en jaque la licitación.
El impacto del fallo fue inmediato. A horas de la apertura de sobres, ejecutivos de Van Oord se encontraban en el recinto para presentar su oferta, pero tras una comunicación de último momento decidieron abandonar el salón. Lo mismo ocurrió con Jan de Nul, la firma que actualmente opera el dragado de la Hidrovía bajo un contrato prorrogado.
Escenario incierto: ¿se declarará desierta la licitación?
El hecho de que solo Deme haya presentado oferta deja al gobierno en una encrucijada. En el sector se especula con la posibilidad de que el proceso se declare desierto, lo que permitiría al Estado mantener la operación de la Hidrovía en manos de Jan de Nul con sucesivas prórrogas, tal como ocurrió en los últimos años.
Esta situación representa un fuerte revés para el Ejecutivo, que había apostado por esta licitación como una muestra de su capacidad de gestión y transparencia en procesos de gran escala. La Hidrovía, creada durante el gobierno de Carlos Menem, es el principal corredor de exportación de la producción agroindustrial argentina, por lo que cualquier cambio en su administración tiene un impacto directo en la economía del país.
Al no haberse presentado, Jan de Nul podría seguir prestando el servicio bajo el actual esquema, a la espera de un nuevo llamado a licitación en condiciones más favorables.