De este modo se expresó la ingeniera Cristina Arheit, directora de Marketing de SIN PAR S.A., empresa argentina fundada en 1931, referente en soluciones tecnológicas para procesos de corte y mecanizado. La compañía cuenta con cientos de clientes en múltiples segmentos de industrias, fabricantes, distribuidores mayoristas, ferreterías, frigoríficos, talleres mecánicos, carnicerías y consumidores finales.
En el marco de la propuesta “Mujeres en la industria y la producción”, Cristina recordó que desde niña se relacionó con el mundo empresarial porque creció en el seno de una familia PyME. Esto le permitió ingresar a la actividad con naturalidad.
Definió a la industria como un rubro sumamente interesante y variado”, donde aún queda mucho por inventar, mejorar y valor por agregar, “en especial si uno trae una visión de sustentabilidad y triple impacto”.
Sostuvo, además, que las mujeres deben derribar “sus propias barreras internas para luego poder enfrentar con éxito el mundo exterior que nos rodea”. También opinó que debería brindarse educación financiera, desde la escuela primaria.
¿Cómo fue tu ingreso a la empresa?
Diría que mi ingreso fue desde muy chica al escuchar en casa, durante los almuerzos y cenas, hablar de empresas. Al pertenecer a una familia PyME, los temas que se hablaban en la mesa siempre estaban relacionadas a la empresa o a la situación en el país y cómo impactaría en el negocio. El siguiente paso fue en la adolescencia temprana. Durante las vacaciones de verano del colegio, trabajábamos con mis hermanos en la compañía. Empezamos con tareas sencillas y operativas, pero nos brindó la gran oportunidad de interactuar con las personas, entender los procesos, sentirnos útiles, ganar nuestro primer dinero gracias al propio esfuerzo y ayudarnos a elegir nuestras carreras y vocaciones. Fue una experiencia que destaco como diferencial frente a muchos otros jóvenes que no tienen la posibilidad de tener experiencias laborales reales antes de finalizar la escuela.
¿Cómo es para una mujer trabajar en la industria?
En principio no hay una gran diferencia frente a otros rubros. Cuando trabajamos con pasión en lo que nos gusta, no hay barreras ni obstáculos infranqueables, sino oportunidades de aprendizaje y de fortalecimiento del propio carácter y resiliencia. La industria es un rubro sumamente interesante y variado, donde aún queda mucho por inventar y mejorar. También mucho valor por agregar y en especial si uno trae una visión de sustentabilidad y triple impacto.
¿Cuáles son las estrategias para romper el “Techo de Cristal” en el mundo empresarial?
Creo que la primera y más importante de todas es la de no auto imponérnoslo nosotras mismas. Las mujeres somos las primeras que debemos trabajar nuestros sesgos inconscientes y derribar nuestras propias barreras internas para luego poder enfrentar con éxito el mundo exterior que nos rodea. Por otro lado, a través de los años y la adquisición de experiencia de vida, creo que la siguiente estrategia más importante es el networking. La construcción de redes, tanto a nivel laboral, como privado y de otros espacios que pueden parecernos ajenos en ciertos momentos, pero que en alguna instancia de la vida empiezan a entrelazarse unos con otros y expanden enormemente nuestro potencial. Otra estrategia es la capacitación permanente, ya sea asistiendo a cursos y formaciones como la lectura de noticias a través de distintos medios, poniendo foco a las tecnológicas y de avances científicos, sin descartar las de contexto. Siempre con ojo crítico para discernir las verdaderas de las falsas. En materia de capacitación considero que la pandemia nos abrió muchísimas oportunidades de acceder a propuestas online que antes nos estaban vedadas, en especial a las mujeres, ya sea por los horarios o los lugares, que hoy podemos compatibilizar mucho mejor con nuestras agendas y compromisos.
Con insistencia se habla de la brecha salarial que perjudica las mujeres. ¿Se necesitan cambios legislativos para resolver este tema?
No creo que hagan falta más leyes al respecto, porque hay mucha normativa. Lo que habría que mejorar es el control del cumplimiento de la legislación ya existente. Empecemos por ahí. Creo que se debería trabajar muchísimo más, desde la educación primaria en adelante, en educación financiera. Con niñas y niños, para que cuando sean adultos y se inserten en el mundo laboral, puedan calcular y defender mucho mejor el valor de su trabajo. Y por sobre todas las cosas, que puedan administrar de una forma mucho más sustentable e inteligente sus recursos.
¿Cuál es el principal escollo que enfrentan las mujeres en el campo laboral? ¿Cómo superarlo?
Como ya lo mencioné en un punto anterior, creo que el principal escollo es interno, propio. Lo primero que debemos trabajar es “creer que podemos” para luego salir a hacer. El siguiente, creo que es la maternidad. El sistema educativo, laboral, social, económico, en forma global, no está adecuado a las necesidades modernas de las familias donde ambos progenitores o las y los responsables a cargo del cuidado de niñas y niños, que trabajan por necesidad o propia elección, puedan compatibilizar ambas actividades. Es posible, sí, pero a un enorme costo económico que la mayoría de las familias no está en condiciones de afrontar, por lo que se decide, en la mayoría de los casos, que las mujeres resignen ingresos y carrera laboral para quedarse al cuidado de los menores. También les sucede a los hombres que desean o deben quedarse en casa, pero aún sigue afectando mayoritariamente a las mujeres.
¿Cómo ves, a corto plazo, el futuro de las mujeres en puestos de dirección?
A corto plazo sigo viendo una gran falta de mujeres en posiciones de liderazgo. Y aquellas que sí llegan deberán seguir haciendo un enorme esfuerzo por demostrar las ventajas de incluir miradas diversas en la toma de decisiones y en el delineamiento de estrategias. Creo que las mujeres tendemos a tener una mirada más de largo plazo con un foco en la sustentabilidad y el triple impacto, que es fundamental incluir en todas las decisiones que se toman. La civilización y el planeta nos lo están demandando en forma cada vez más evidente y urgente.
¿Qué consejos les das a las mujeres que se inician en el ámbito empresarial?
Primero, hacer oídos sordos a los comentarios tóxicos y rodearse de personas positivas, que las ayuden a crecer y profesionalizarse. Nunca dejar de capacitarse y de explorar el mundo y diferentes culturas. Relacionarse con personas diversas y que piensen distinto o tengan otros intereses, para entender nuevos puntos de vistas y aprender a ser más empáticas. Construir redes, asistiendo a eventos y reuniones, tanto laborales como privadas, de formación y culturales. Utilizar las redes sociales inteligentemente, en especial las del tipo laboral. Y un último consejo que quiero resaltar, es el de interesarse y participar activamente en el tercer sector, el de las ONG. Involucrarse en causas, no importa cuales, es involucrarse en el mundo que nos rodea para ayudar a hacerlo un poco mejor. No sólo porque hacemos el bien y eso nos hace sentir bien, sino porque además les va a permitir ver que hay muchas personas que luchan por un mundo mejor y que se puede. Les va a permitir aprender sobre trabajo en equipo, gestión, organización, temas nuevos que desconocían. En definitiva, muchísimas herramientas e información que luego podrán aplicar al ámbito laboral y personal. No importa cuán pequeño es el aporte que uno haga. La suma de los granitos de arena forma una hermosa playa. Conocer otras realidades nos hará mejores líderes, mejores madres, mejores compañeras, mejores empresarias, mejores seres humanos.
SIN PAR es reconocida por la producción y comercialización de todo el espectro imaginable de hojas de sierra y cuchillas industriales. Pero también por su amplio programa de herramientas de corte y mecanizado, accesorios para usuarios de máquinas-herramienta, máquinas de cinta sin fin, tornos CNC, centros de mecanizado y servicios de reparación y capacitación.
Actualmente, cuenta con dos plantas de producción ubicadas en Quilmes y Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, donde, junto a las míticas hojas de sierra, fabrica una variedad de productos que se fueron sumando al portafolio a lo largo de los años.