En el marco de un evento organizado por YPF Química y la Asociación Química y Petroquímica Latinoamericana (APLA), Diego Agrelo, gerente del Complejo Industrial que la empresa tiene en Ensenada, hizo hincapié en el tiempo que llevará la transición energética.
Durante su intervención, señaló que es fundamental comprender las motivaciones detrás de la transición energética. Por lo tanto, señaló al cambio climático como el factor clave que impulsa a la humanidad a replantear sus acciones para cambiar el rumbo actual.
En ese sentido, Agrelo explicó que “cuando hablamos de transición energética, primero tenemos que entender qué la motiva y eso es el cambio climático. Esto genera que la humanidad en su conjunto se plantee respecto a qué cosas tiene que hacer para poder cambiar el rumbo. Todos saben que el mundo se está calentando, es por eso que se generó un acuerdo a nivel de la humanidad de que esta realidad que estamos viviendo tenemos que cambiarla”.
El gerente del Complejo Industrial Ingeniero Enrique Mosconi también destacó que “el calentamiento global se mide desde una era preindustrial, principios del siglo 19. Y se registra, en términos promedio, un calentamiento de entre 1 grado y 1 grado y medio a nivel global“.
Agrelo subrayó que las emisiones de gases de efecto invernadero son la principal causa del calentamiento global. “Es el primer ciclo térmico del planeta que se comprueba que fue generado por la humanidad. Ya no es trivial hablar de que algo hay que hacer para frenar el calentamiento global”, agregó.
Compromisos y tiempos
En referencia al acuerdo de París, suscripto en 2016 por 193 países y Europa, para reducir las emisiones, Agrelo mencionó que “se firmó para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que busca frenar el calentamiento global hasta dos grados. Si no hacemos absolutamente nada, para el 2050 el calentamiento va a alcanzar 4 grados“.
Subrayó que la transición energética no se logrará de manera rápida e hizo referencia a otros cambios en esta industria. “El carbón tardó 50 años en abastecer el 20% de la demanda, el petróleo líquido 40 años y el gas natural mucho más limpio, considerado como la primera energía de transición, también tardó un poco más de 40 años”, dijo.
Ante esa situación, manifestó que “probablemente la humanidad tenga mayores capacidades para hacer las transiciones más rápido, pero de ninguna manera podemos pensar la transición energética como un efecto revolucionario, ni que va a suceder en tres años“.
En ese sentido, argumentó que no se puede hacer ese cambio de forma abrupta por “la propia generación de energía, por la infraestructura de distribución, por el costo al cual se puede acceder esa energía y la combinación de un montón de variables que hacen que al final del día hacen que se necesite un largo camino de desarrollo y de adecuación que le lleva mucho tiempo”.
Desafío para los combustibles
En tiempos en los que se buscan nuevas alternativas de energía, Agrelo consideró que la energía eléctrica es la que está mejor posicionada en lo que respecta a la movilidad“.
Sin embargo, aclaró que existen desafíos significativos para reemplazar directamente la demanda de gasoil en el transporte de pasajeros y de carga. Esto implica la necesidad de desarrollar capacidades tecnológicas y técnicas, como baterías de mayor capacidad y velocidad de carga, para que la transición energética sea sostenida.
En términos de adopción de vehículos eléctricos, China, Europa y Estados Unidos lideran el camino, mientras que Latinoamérica y el resto del mundo avanzan a un ritmo más lento.
El directivo de YPF consideró que el cambio hacia formas de energía más sostenibles no es una cuestión de resistencia por parte de la industria petrolera, sino que también requiere un cambio en los modelos de negocios de las empresas.
Asimismo, reconoció que la transición energética no implica abandonar por completo el suministro de nafta y gasoil, sino más bien adaptar los modelos de negocios para lograr un equilibrio sostenible.
Hacia una economía circular
En el marco de la transición energética, el concepto de sustentabilidad juega un papel fundamental. Agrelo señaló que las empresas tienen la responsabilidad de determinar cómo recorrer ese camino.
Además, subrayó la importancia de que este proceso no comprometa el crecimiento económico de la población. Para lograrlo, tanto “las empresas como los gobiernos y la sociedad en general deben cambiar sus enfoques y las empresas deben adaptar sus modelos de negocios”.
Desde la perspectiva del negocio químico de YPF, Agrelo subrayó el compromiso de ofrecer una “química inteligente al mercado para garantizar una transición energética sostenible. Esto implica fomentar la innovación y aprovechar las oportunidades que brinda la digitalización y la tecnología para transformar los modelos de negocios”.
En cuanto a la producción sostenible, YPF está desarrollando la primera planta de pirólisis que utiliza residuos plásticos para convertirlos en aceite para volver a fabricar combustibles, plásticos o materia prima para otras compañías que fabrican polipropileno.
“Esto claramente tiene un impacto ambiental positivo porque esos plásticos terminaban en un relleno sanitario o incineración. Acá lo que estamos haciendo es capturarlo para volverlo aún ciclo productivo”, finalizó.
