El puerto de Comodoro Rivadavia, relegado durante años a un segundo plano, se encuentra en un proceso de reactivación con el objetivo de recuperar el protagonismo económico y logístico que alguna vez tuvo. La tarea está en manos de Digna Hernando, quien asumió su administración en agosto.
Esta no es la primera vez que la ex ministra de Producción de Chubut, forma parte del puerto. En la década de 1990 integró el Consejo Asesor, como representante de la Cámara de Comercio.
Este año, al hacerse cargo se encontró con un puerto que había sido dragado después de 28 años. “Esto permite que buques grandes, que no podían entrar desde hace algunos años, vuelvan a hacerlo”, explicó Hernando a serindustria.com.ar. Según detalló, el dragado fue una de las primeras acciones impulsadas por el gobernador Ignacio Torres como parte de un enfoque integral para reactivar el sistema portuario de la provincia.
No obstante, la funcionaria reconoció que este paso inicial no resuelve por sí solo los desafíos históricos. “El puerto tiene aún un bajo nivel de actividad respecto de otros de la región. Nuestro objetivo es volver a generar la actividad que en algún momento supo tener”, afirmó.
La especialista en Optimización de Cadenas de Suministro y Operaciones Logísticas, señaló la falta de una visión estratégica de gobiernos pasados. “La mayoría de las gestiones, carecían de una mirada que reconociera lo relacionado al mar. Ni los puertos ni la actividad pesquera en Comodoro eran valorados. Se veía más como una posibilidad de apropiarse de las tierras del puerto para un proyecto urbanístico, que en pensarlo como una herramienta para el desarrollo”, indicó.
Los tiempos han cambiado y Hernando no duda en resaltar la impronta de la nueva gobernación. “Esta gestión tiene una fuerte mirada en diversificar la economía. La ley de Promoción de la Industria Naval y la licitación del Astillero son ejemplos de que el desarrollo económico es, por primera vez en mucho tiempo, un objetivo claro”.
Nuevas oportunidades
Finalizado el dragado, el interés en el puerto comenzó a materializarse. “La semana pasada estuvimos en una reunión con una empresa naviera para que volvamos a tener buques que hagan escala en Comodoro”, comentó. El impacto sería significativo, no solo en términos de operatividad portuaria, sino también en el alivio de las rutas terrestres. Hernando describe con preocupación las condiciones actuales. “Transitar la ruta es complicado y peligroso, con camiones formando largos trencitos en una carretera de mano única. Liberar las rutas y mover las cargas por la vía marítima es un objetivo importante”.
Otra buena noticia para la provincia de Chubut, fue la aprobación para la expansión territorial de la zona franca de Comodoro, de la cual Hernando preside el Ente de Vigilancia. También esta herramienta había quedado relegada y ahora forma parte del plan de revitalización. En ese sentido, enfatizó su potencial al indicar que “el puerto, el astillero y la zona franca conforman un hub logístico con todo lo necesario para generar una actividad importante. Pero necesitamos ponerlo en funcionamiento”.
Además, el anuncio de la licitación del astillero ha generado expectativas en la región. El gobernador afirmó que sería el más grande de la Patagonia. “Es una infraestructura interesante, aunque en estado de abandono tras casi dos décadas de inactividad. Pero cuenta con un syncrolift único en la Patagonia. Esto lo convierte en una pieza clave para atender la demanda de buques pesqueros, actividades offshore y mantenimiento de equipos petroleros”, detalló Hernando.
La proyección del astillero no se limita a reparaciones, incluye la construcción de buques. De esta forma, abre nuevas oportunidades para la industria naval en el sur argentino. Además, la ley de Promoción de la Industria Naval otorga beneficios impositivos tanto a operadores como a propietarios de embarcaciones que realicen sus operaciones en Chubut, incentivando el desarrollo local.
“La puesta en funcionamiento del astillero atraerá nuevas PyMEs y ampliará el ecosistema económico de Comodoro. La ciudad, que ya cuenta con una base sólida gracias a la actividad petrolera, sumará especialidades vinculadas a la industria naval”, aseguró Hernando.
Energías renovables y Canal Magdalena
La transición energética es otro eje fundamental. El puerto ya avanza hacia un modelo más sustentable, con la instalación de paneles solares en uno de sus sectores. “Entendemos que el puerto no solo debe promover las energías renovables, sino también predicar con el ejemplo. La transición energética no solo beneficia al ambiente, sino también a las empresas, que pueden reducir costos en un contexto de aumento en los precios de la energía”, destacó.
Además, el puerto busca posicionarse como una puerta de entrada para los insumos necesarios en la instalación de parques eólicos y de esa forma aprovechar las condiciones únicas de la región. Asimismo, Hernando mencionó la experiencia en la exportación de petróleo, ya que cuentan con la monoboya por la cual sale todo el crudo del Golfo San Jorge.
Por eso, consideró que cuentan con las condiciones y la experiencia necesarias para pensar en alguna otra instalación que atienda la salida de gas, hidrógeno o amoníaco. “Lo promocionamos y tratamos de participar de todos los foros donde se traten los temas relacionados a las nuevas energías para poder presentar el puerto, mostrar toda la infraestructura y los servicios que tenemos“.
Consultada sobre el Canal Magdalena, Hernando fue clara en su postura. “Tenemos que ser competitivos en todos los aspectos para seguir creciendo en la producción nacional. Mejorar la conectividad marítima contribuirá a reducir los costos logísticos, lo que es fundamental para potenciar los sectores productivos del país”.