La directora del Grupo Empresarial de Mujeres Argentinas (GEMA), Delia Flores, analizó las dificultades que tienen las mujeres empresarias y emprendedoras en la actualidad.
Recientemente, la entidad lanzó un comunicado alertando sobre los problemas que las mujeres de la sociedad argentina del siglo XXI enfrentan al momento de ser tenidas en cuenta para cubrir vacantes importantes en diferentes rubros empresariales.
Al comienzo del documento, describe que “en la Argentina existen importantes diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la igualdad de oportunidades en el plano económico”, tras lo que explica que “una igualdad económica implica igualdad de derechos, de oportunidades, de libertad para todas las personas de nuestro país”.
Para lo cual, Delia Flores entiende que son necesarias una serie de medidas urgentes para lograr disipar la brecha que separa ambos universos muy divergentes entre sí.
A las empresas, les exige que “incorporen más mujeres en los ámbitos de decisión y liderazgo, en las finanzas, en los procesos de compras. Que entiendan que somos socias igualitarias. Que busquen proveedoras mujeres: ambas partes serán beneficiadas”.
Además, la directora empresarial del GEMA, les solicita a los inversores “que inviertan en proyectos de mujeres. Hay mujeres muy capaces abiertas y con igual derecho a nuevas oportunidades”.
Concretamente al Gobierno, le pide que “que establezca políticas claras, aplicables y sostenibles en el largo plazo, basadas en apoyos concretos a emprendimientos de mujeres, desde el acceso al crédito, la apertura de empresas propiedad de mujeres con menos burocracia, más simplificada, con beneficios”.
En ese sentido citó ejemplos de otras partes del mundo. “Miremos el caso de países como Italia y Sudáfrica, que adoptaron políticas concretas para empresas de mujeres. Siguiendo este ejemplo, sin lugar a dudas tendremos incorporado un 50% más de la fuerza empresarial poderosísima, que generará riquezas y empleo”.
Y le reclama por sobre todas las cosas “políticas por licencias parentales (por maternidad y por paternidad) y otras que ayuden a equilibrar la mesa para estar ambos en un plano de igualdad”.
A las instituciones, “que articulen en todos los niveles para lograr la equidad de género y para proponer e impulsar políticas de Estado, mostrando ejemplos de buenas prácticas que inspiren a la sociedad en su conjunto”.
Y le habla por el final del texto a la parte más importante de esta historia: las mujeres, a las que les aclara que “mi llamado a la acción es superar el preconcepto del techo de cristal, el piso pegajoso y todos esos discursos que muchas veces llevan al conformismo, que se usan para justificar, para no salir a defender nuestros derechos y ganar nuestros espacios. Estar empoderadas es el primer paso necesario. Pero no es suficiente. Debemos también ocupar espacios de poder”.
Para finalizar, Delia Flores, directora empresarial del GEMA, hace un llamado de reflexión a la sociedad, a la que le ruega “involucrarse más. Es un problema social y nadie puede quedar ajeno. No apoyar eventos y paneles donde no se haya convocado a mujeres”. Y menciona a modo de conclusión que “es un tema que nos involucra a todos, es un compromiso de toda la sociedad”.