La tasa de plazo fijo se ubica en el 50% anual, si la llevamos a tasa efectiva rinde el 63,2% anual, mientras que la inflación esperada a mayo del año 2025 podría ubicarse en el 114,2% anual. Esto implica que hacer un plazo fijo nos dejaría una tasa negativa del 23,8% anual.
El bono en pesos ajustado por inflación TX26 rinde inflación menos el 0,8% y vence el 9 de noviembre del año 2026. A todas luces su rentabilidad parece totalmente desarbitrada con la tasa de plazo fijo. Si recorremos el resto de los bonos ajustados por inflación veremos algo similar, por ejemplo, el bono TX28 con vencimiento el 9 de noviembre del año 2028 rinde inflación menos 3,1% anual. Los bonos TZX26 y TZX27 con vencimiento el 30 de junio de 2026 y 30 de junio del año 2027 rinden inflación plena. Bonos más largos como el DICP rinden inflación más 4,9% anual.
¿Qué está sucediendo en el mercado?
Evidentemente hay muchos tenedores de bonos en pesos que han ofertado sus títulos, su cotización disminuyó y como su valor técnico ajusta por inflación y sube todos los días, han ajustado los rendimientos hasta igualar a la inflación futura.
Alguien podría decir que en este movimiento se vislumbra una nueva política monetaria. Sin embargo, no hubo anuncios oficiales por ahora.
Mientras que los bonos en pesos ajustados por inflación bajaron, los bonos soberanos no paran de marcar nuevo récord. Por ejemplo, el bono AL29 vale U$S 62 y rinde el 20,6% anual. El bono AL30 vale U$S 59 y rinde el 20,6% anual. El bono AE38 vale U$S 53,20 y rinde el 16,7% anual. El Riesgo País ya está en los 1.208 puntos y no nos debería extrañar que en breve llegue a los 1000 puntos. Para que ello ocurriera los bonos como el AL29 y AL30 deberían valer entre U$S 65 y U$S 68, con un 10% de suba por delante.
La aprobación de la ley Bases sería de gran impulso para que Argentina logre un Riesgo País de 1.000 puntos. Algo que le permitiría al gobierno volver a abrir los mercados financieros internacionales.
El ministro dice que va por más
El ministro de Economía ha ratificado en una conferencia reciente que seguirá con su política de resultado fiscal positivo y ha puesto proa a la competencia de monedas, con una economía que necesita remonetizarse.
Esto que voy a expresar es bajo libre interpretación personal. Para que la economía tenga más pesos el Banco Central debería comprar más dólares y emitir pesos. Si el dólar oficial hoy está en $ 876,50 y el MEP se ubica en $ 1.037,77 para que los particulares le vendan dólares al Banco Central con mayor intensidad el dólar MEP debería bajar o el dólar mayorista subir. Suponiendo que en los próximos dos meses el dólar mayorista ajusta por el 2,2% tendríamos al 30 de junio una cotización de $ 915,5. Con la recesión imperante y con la narrativa que tiene el gobierno podríamos pensar que el dólar MEP está más para colocarse debajo de $ 1.000 que para tener un salto a la suba.
El gobierno parece jugado a bajar la inflación y por ende acomodar a la baja la tasa de interés. La tasa implícita del dólar futuro se ubica en el 51,2% anual, alineándose con la tasa de plazo fijo que ofrecen los bancos. Algunos bancos para plazos superiores si 90 días ofrecen tasas inferiores al 50% anual.
El mes de abril refleja una caída de actividad económica que podría ser superior a la vista en el mes de marzo. El empleo formal viene cayendo y el informal aumentando pero en menor proporción. Daría la impresión que el desempleo pasaría a ser en breve la mayor preocupación de los argentinos.
La caída de consumo público, arrastra a la baja al consumo privado. Las exportaciones no han repuntado, los exportadores no desean liquidar sus productos con un dólar tan bajo y precios internacionales por el piso. La importación está disminuyendo en un escenario económico de baja actividad. En este escenario el gobierno ha salido en un raid de conferencias buscando que los agentes económicos traigan mayores inversiones. Sin embargo, no hay respuestas concretas por parte del empresariado nacional y tampoco del internacional.
Si no vemos una suba del consumo, inversión y exportaciones, esto nos lleva a pensar que el PBI este año nos va a mostrar su cara más desagradable. Una baja que podría ubicarse en torno del 4,0%. Esto traerá consigo un mayor desempleo.
El gobierno dice que si logra superávit fiscal bajará los impuestos, pero hay un pequeño detalle que muchas veces no se destaca. El gobierno necesita superávit fiscal y crecimiento económico, ya que si logra superávit y la economía está en recesión no bajará los impuestos para caer en déficit a futuro. Algo parecido sucede con el Cepo. Solo se eliminará el día que el gobierno logre superávit y la economía crezca. El Cepo se eliminará el día que ingresen capitales y el gobierno se financie en el mercado sin tener que prometerles a los bancos que de mediar una baja en los bonos que les vende, se los recompra a un precio que no afecte su patrimonio.
Conclusiones
Daría la impresión que el mercado de pesos esta desarbitrado, ya que los bonos en pesos ajustados por inflación tienen tasas neutras o positivas, mientras que la tasa efectiva de plazo fijo se ubica en el 63,2% anual, en un nivel similar a la tasa implícita del dólar futuro.
Probablemente la afirmación del párrafo anterior este equivocada y me hago cargo. Tal vez el mercado esta descontando que la inflación a 12 meses vista se ubicaría en torno del 63,2% anual y veremos una deflación de precios en la economía.
El valor en donde se colocará la inflación futura lo saldará el mercado con el correr de los meses. En el mientras tanto, los bonos soberanos de Argentina siguen aumentando y la tasa riesgo país en breve perforaría los 1.200 puntos.
Las acciones medidas en dólares han crecido el 82,6% en los últimos 12 meses. El bono AL30 en los últimos 12 meses ha crecido el 186,4% en dólares. La rentabilidad de los bonos a más que duplicado a las acciones.
Esto luce lógico. El gobierno te asegura superávit fiscal y esto implica que va a honrar los contratos. Las acciones en ese contexto suben, pero no pueden quedar al margen de un escenario recesivo, sin inversión de obra pública y mayores costos de los servicios públicos. Los grandes ganadores en el mundo financiero son los bonos soberanos en dólares, al menos por ahora y solo por ahora.
El Bono en pesos ajustado por inflación TX26 subió el 414,5% en pesos, contra una inflación que se ubica en el 290,0%. Si medimos su rendimiento en dólares MEP subieron el 116,5%. Claro ganador los bonos soberanos, sin rival a la vista.