El transporte de carga es una de las actividades productivas de mayor generación de gases de efecto invernadero del mercado. En Argentina, pese a que un 7 % de los transportistas de carga está dispuesto a reportar datos de eficiencia en el consumo de combustible de sus viajes para medir sus emisiones de carbono, sólo el 15% admitió que lleva la cuenta o lo reporta de algún modo.
Esta baja trazabilidad se debe a la falta de herramientas sencillas de medición. Además de la dificultades de acceso, a fin de permitir a los usuarios comprender su rol en la contribución al cambio climático.
Los porcentajes emergen del primer Reporte Semestral de Sustentabilidad en el Transporte de Cargas Terrestres 2022 llevado adelante por Avancargo, la plataforma de logística 3.0, que une a dadores de carga con transportistas para transformar la industria la gestión de llevar y traer mercaderías.
La importancia de medir las emisiones de carbono
El sistema para medir la huella de carbono que implementó Avancargo, en este caso para sus clientes on demand y SaaS, permite pasar de mediciones manuales a un modelo automático. Cargando las patentes de las flotas de vehículos, el software que mide distintos factores de acuerdo a la particularidad del transporte de carga argentino, genera un resultado en kilos de CO2 equivalente. Este nuevo sistema es el primero en el rubro a nivel global.
Cómo funciona
“Según nuestro Reporte Semestral, encontramos que hay una relación directa entre el tamaño de una empresa y la posibilidad de llevar cuenta del dato. Esto es por el esfuerzo manual que requiere la carga”, explica Pablo Mendonça Paz, cofundador y CMO de Avancargo. Esto sucede porque, a medida que las empresas crecen en tamaño, el análisis de la huella de carbono se vuelve más difícil. Esto sucede porque el conteo se hace, en general, de manera analógica o sin automatizaciones, complejizando su implementación.
El sistema se apoya sobre una calculadora para registrar las emisiones de huella de carbono. Es parte de un mecanismo de medición aceptado por la industria. Se calcula la capacidad de carga del camión, la cantidad cargada, los kilómetros del trayecto y el factor de emisión. Este resultado es posible gracias a que la plataforma está integrada por APIs con distintas fuentes de información. Al ingresar la patente del camión y acoplado, se puede calcular la capacidad de carga de ese equipo para cada viaje en particular. Todo este cálculo se realiza de manera automática, sorteando así la dificultad principal de la carga manual.
Las últimas mediciones de las operaciones on demand de Avancargo. alrededor de 300 viajes, registraron un volumen de emisión de 145 kg de CO2 durante los últimos tres meses. “Nuestra particularidad es que somos la primera compañía que mide la huella de carbono de camiones que no son propios, sino de terceros. Otras empresas, cuyo volumen de movimiento es demasiado grande, pierden de vista esos registros porque deben hacerlo de manera manual. Dependen de choferes que no son colaboradores propios, para reportar datos de consumo de combustible y kilómetros recorridos. Con Avancargo, con sólo asignar las patentes, definir el origen y destino del viaje, es posible obtener el nivel de emisiones de forma automática”, cuenta Mendonça Paz.
Además, el sistema permite generar reportes del impacto de CO2 del total de las operaciones.
Proyectos de impacto
“Medir el impacto de nuestro negocio, nos ayuda a responder a la pregunta ¿cómo puede una empresa de logística lograr contribuciones a la lucha contra el cambio climático? Una solución al problema son las acciones de mitigación. Estas pueden estar relacionadas con evitar la vacancia del transporte de carga, que asciende a 37% en nuestro país. Además la capacitación en cuestiones de manejo o una mejora en la aerodinámica de los rodados, entre otros”, indicó la caompañía.
El próximo paso en materia de desarrollo sostenible de Avancargo permitirá a las empresas realizar acciones de mitigación y compensación atados a la generación de GEI (gases de efecto invernadero). La aplicación habilitará a las empresas, incluso para aquellas que ya miden indicadores de eficiencia, a realizar acciones concretas para reducir la huella de carbono. También, en breve, lograr modelos de compensación hasta alcanzar viajes carbono neutrales.