En el marco de la Conferencia “Argentina ante una nueva oportunidad“, el especialista en negocios internacionales, Marcelo Elizondo, analizó la situación del comercio exterior argentino y remarcó algunos aspectos necesarios a modificar para aumentar las exportaciones.
Antes de exponer ante el numeroso público que asistió al evento organizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado (FEMAPE) y la Cámara de Comercio, Industria y Servicio de La Plata, el analista concedió una entrevista a Ser Industria.
Elizondo sostuvo que “el comercio exterior argentino tiene vientos encontrados”. A favor, destacó a “los precios internacionales del agro”, sector que representa el 67% de nuestras exportaciones, muy impulsados por los efectos de la guerra en Ucrania. Aclaró que en realidad “venían altos desde antes por las políticas expansivas de los bancos centrales de los países desarrollados e incluso por algunos efectos climáticos”.
Sin embargo, explicó que esta situación “no genera un mayor crecimiento en términos de volumen, por lo menos tanto como podría. Argentina no crece en volúmenes. Los precios altos siempre empujan un poquito a favor los volúmenes, pero no tanto como podríamos. Si uno mira la generación de valor del sector agropecuario en el mundo, desde que empezó el siglo creció casi 80% y en la Argentina poco más del 40%. De modo que ahí hay claramente un contexto local que impide un desarrollo productivo para aprovechar los mejores precios”.
Para tener un mejor desarrollo exportador, Elizondo consideró que son varios los factores que es necesario mejorar. “No alcanza solamente con inversión en la producción sino en la mesoeconomía, transporte, logística, abastecimiento, mejores puertos, más financiamiento, más acceso a insumos, sobre todo los calificados que en gran parte son importados. Se necesita acceso a mercados porque Argentina, cuando exporta, paga altos costos de ingreso a mercados ya que tenemos escasez de acuerdos internacionales”. Agregó que “además de todo esto, hay que tener un mejor entorno macroeconómico. Las retenciones en las exportaciones, la brecha cambiaria, la altísima presión impositiva, también son obstáculos”.
Ante estas condiciones recordó que “desde hace una buena cantidad de años, Argentina sigue generando el 0,3% de las exportaciones mundiales. Crece, cuando aumenta el comercio mundial en todo el planeta”.
A la hora de señalar cuáles son los productos que más posibilidades tienen de entrar a los mercados externos, Elizondo enumeró que “hoy son principalmente el agro y algo de industria automotriz”. A futuro sumó minerales, sector que requiere más inversiones para extraer y precisó que también “se pueden generar energías de otras fuentes como sol, aire, agua. Por lo tanto, Argentina puede convertirse en un proveedor de energías”.
Futuro del Mercosur
Sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur), expresó que “tiene una discusión interna muy profunda que obedece a su situación. El Mercosur es un acuerdo comercial muy poco vinculado con el resto del mundo”.
Elizondo expresó que el bloque que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, es de los que menos participación tienen en el comercio internacional, en relación con su PBI.
“Las exportaciones del Mercosur, a todos los destinos, equivalen aproximadamente el 15% del PBI de todos sus integrantes sumados. En promedio, los bloques de integración colectiva en el mundo tienen exportaciones de más 30%. Algunos superan el 50 o 60%”, dijo.
Ante esta situación, consideró que algunos de sus miembros están buscando un modelo distinto. “Brasil quiere acuerdos del Mercosur con terceros mercados en conjunto. Mientras tanto quiere disminuir los costos de producción para incrementar su competitividad y bajar aranceles, al tiempo que está haciendo otras reformas domésticas. Uruguay está tratando de generar autonomía”.
Al respecto evaluó que esas reacciones están demostrando que “el Mercosur esta con un problema de vinculación externa, un altísimo arancel externo común, mucho más alto que el promedio mundial, una desvinculación por falta de acuerdos con terceros mercados y la necesidad de ganar internacionalidad, sobre todo para economías grandes como la de Brasil”.
“Esta crisis permite calificar al Mercosur como un bloque en el cual el régimen legal no está vigente, ya que se supone que tiene que haber un arancel externo común y ya no lo hay, porque el comercio de intrazona tiene que ser libre y está muy obturado. Entonces, si empiezan a aparecer acuerdos bilaterales aún en materia arancelaria, que no es lo que la letra del acuerdo de Asunción prevé, no debería sorprendernos”, concluyó.