El contador público nacional, especialista en tributación y docente de la Universidad de Buenos Aires, César Litvin, analizó los principales puntos del proyecto de creación del Fondo Nacional para la Cancelación de la Deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), presentado desde el bloque de Senadores nacionales del Frente de Todos.
En ese sentido, señaló que la iniciativa es un blanqueo y contiene varios puntos polémicos. Entre ellos la creación del agente colaborador al que definió como “un delator” y alertó que, a partir de ello, se puede abrir un “festival de extorsiones”.
Además, en diálogo con Ser Industria Radio, Litvin, se refirió a los crecientes índices del costo de vida y las medidas anunciadas por el gobierno de Alberto Fernández. Tras indicar que “los controles de precios siempre fracasaron”, el especialista sostuvo que para bajar la inflación es necesario disminuir impuestos como el IVA o Ingresos Brutos, que afectan directamente los precios de los productos y reducir el gasto público, entre otras medidas.
¿Cuál es su opinión sobre el proyecto de ley que propone pagarle al FMI con el cobro a quienes tienen bienes en el exterior?
Este nuevo impuesto tiene un título muy amplio. Pero aprendí hace unos años que no hay que darle tanta importancia a los títulos como al contenido y el contenido es un verdadero blanqueo, porque es una amnistía a todo aquel que no tenga declarado algún bien en el exterior y lo quiera regularizar, lo quiera exteriorizar. Para ello va a poder pagar una alícuota de entre el 20 al 50%, dependiendo el momento en que lo haga. Merece varias reflexiones. Normalmente los países que utilizan este tipo de instrumentos lo hacen cuando la presión fiscal y la informalidad es muy alta, pero buscan el momento oportuno para que tenga éxito. Eso es cuando hay estabilidad normativa e institucional, confianza y cuando la carga tributaria sobre los bienes que se van a exteriorizar es relativamente baja. Esas condiciones no están dadas. Además, otros puntos merecen ser reflexionados.
¿Por ejemplo?
Llama mucho la atención que no se haya permitido regularizar a aquellos que tienen bienes no declarados en Argentina, teniendo en cuenta que hay mucha informalidad en el país y seguramente hay gente que tiene dinero no declarado en el colchón. Debe haber bastante dinero así. Después, un detalle, existe la posibilidad de blanquear pesos argentinos. Me cuesta entender que alguien tenga pesos argentinos en Estados Unidos, Europa o Uruguay y los quiera blanquear. También me genera mucha inquietud la figura del agente colaborador que vendría a ser el delator. Esto es muy peligroso en una Argentina con tanta grieta, porque va a afectar las relaciones sociales y tengo algún temor de que se convierta en un festival de extorsiones, teniendo en cuenta que alguien tenga cierta información muy sensible y apele a este tipo de situaciones. Se debe tener mucho cuidado, porque la falsa denuncia o la extorsión también es un delito. Es un panorama complejo con esta figura nueva. Algo que reprocho totalmente en este proyecto es que ante cualquier litigio que haya con el fisco en estos temas se deja sin efecto suspensivo, con lo cual el que quiere litigar haciendo valer sus derechos, tendrá que pagar para defenderse. Eso está mal, volvemos a la prehistoria donde para para ejercer una defensa con los fiscos había que pagar previamente. Es algo muy cuestionado por la Convención Americana a los Derechos Humanos, porque toda persona tiene derecho de ejercer su defensa sin pago previo. Después me parece que entró mal con Waze o el GPS y habrá que recalcular. Porque el proyecto debió entrar por Diputados, no por Senadores. Habrá que ver qué hace la oposición, como se debatirá para fijar una posición mucho más clara. Otro punto que me llama la atención es que no existe restricción para los funcionarios públicos. Eso genera mucha susceptibilidad.
¿Es casualidad que se presentó apenas anunciado el acuerdo con el FMI?
La verdad es que va contra del acuerdo con el Fondo, que en un anexo establece la obligación de no generar amnistías, lo cual me parece que con este proyecto ya lo estaríamos incumpliendo. Hay antecedentes de blanqueo en Argentina, pero en otra coyuntura, donde se invita a aquel que por determinadas causas no ha declarado todos sus bienes, a que lo haga. En este caso, quien declare algún bien, va a tener que pagar impuestos sobre los bienes personales a la exorbitante alícuota del 2.25%. Hay otro proyecto, también del oficialismo, para extender el impuesto a la riqueza, el aporte solidario extraordinario que era por única vez. Plantean extenderlo por 10 años y para bienes llega el 5.25%. Me parece que el que quiera exponer su patrimonio no declarado a una carga tributaria muy alta lo va a pensar dos veces. No estoy abriendo juicio de valor si está bien o no, pero me parece que hay que tener en cuenta cuáles son las condiciones y en qué ambiente nos estamos moviendo, para que un régimen de estas características tenga éxito.
La inflación parece incontenible. ¿Las últimas medidas del gobierno, tratando de generar acuerdos con la UIA y la CGT pueden detenerla?
Estas recetas no han dado resultado. La inflación es un fenómeno que tiene que ver con muchas causas, pero no necesariamente las que el gobierno cree entender. El control de precios no me parece el medicamento más adecuado, porque ya tenemos experiencia que no funciona. Baja la calidad de los productos o se desabastece el mercado y eso en definitiva repercute. Si se quiere bajar la inflación también deberían bajar algunos impuestos que inciden en el precio como el IVA, ingresos brutos.
Y los aumentos de combustibles se trasladan a todos los productos…
Pero, además, uno de los grandes ganadores de ese tipo de aumento, es el Estado porque el combustible tiene un contenido tributario muy alto. Así que, al subir el precio, aumenta la recaudación.
Este lamentable episodio que es la guerra que se desató por la invasión de Rusia a Ucrania, ¿influye en al aumento de la inflación?
Creo que incide, pero no como se lo quiere hacer ver. Ha generado una situación de crisis con algunos productos, pero también una oportunidad para nuestros alimentos. Argentina, teniendo una visión un poco optimista, a mediano plazo tiene recursos naturales para crecer, para que lleguen inversiones. Pero hay que darle seguridad jurídica, estabilidad fiscal y generar toda una serie de incentivos mirando qué hace el mundo para atraer inversiones.
¿Ve alguna posibilidad de que el gobierno baje impuestos?
A este gobierno no lo veo con esa voluntad. Desde que asumió, con la ley de solidaridad, lo que hizo este gobierno fue crear o aumentar impuestos. Incluso en plena pandemia. No veo voluntad política de este gobierno de bajarlos.
¿Socialmente esto va a repercutir en contra del gobierno?
Me da la sensación que sí. La coyuntura no es favorable, hay muchos conflictos sociales. Los que vivimos en la ciudad de Buenos Aires hemos padecido varios días de un acampe en una arteria como la 9 de Julio que entorpecía el tránsito para ir a trabajar o hacer algún trámite. Hay conflictividad social, la inflación genera más pobreza y eso no está siendo atacado como corresponde.
Con el actual nivel de inflación y la carga impositiva. ¿Es posible producir con rentabilidad?
No, la verdad es que no lo estoy viendo. Me da pena no verlo, me parece que hay que ir a un modelo que apueste a atraer inversiones y nosotros, con las políticas públicas, tenemos un modelo con un sesgo anti inversión.
¿El acuerdo con el FMI soluciona algo?
El acuerdo es analgésico, no es curativo. Es tirar la pelota para adelante, como extender la mecha para que le explote a alguien o que se pueda volver a refinanciar. Le ha convenido al Fondo y a la Argentina, pero no cura nada, apenas es refinanciar una deuda.
Entonces no se puede decir que es bueno…
Diría que es menos malo que no haberlo logrado, con lo cual es una definición. Es mejor que no haberlo tenido.
Para rectificar el rumbo ¿qué lineamientos se podrían tomar?
Primero, habría que aplicar un plan de austeridad del gasto público. En segundo lugar, se necesita una gran reforma del Estado para evitar los gastos superfluos, no esenciales, improductivos y en función de eso generar un cambio en la estructura tributaria. Simplificar la cantidad de tributos, sacar los impuestos que son distorsivos y canalizar toda una política de motivación para atraer inversiones. Porque lo único que puede sacar la cantidad de pobres que hay en la Argentina es la inversión.La inversión genera empleo que a su vez evita tantos planes sociales que son más gasto público y afectan la dignidad humana de las personas que no tienen trabajo y tienen que mendigar por un plan que tampoco les alcanza con esta inflación galopante. Hay que pensar en una estrategia que no sea a corto plazo, porque los resultados no se ven en cuatro años, sino en más de una década-. En algún momento hay que empezar.
Hace un año hablamos y nos dijo que la dirigencia política no ve la dimensión de la crisis que atravesamos. ¿Seguimos igual?
Totalmente y ahora agravados respecto a un año atrás porque ahora hay una crisis institucional dentro del frente gobernante, no hay unanimidad de criterio, ni de políticas públicas. No veo una identidad de objetivos, con lo cual estamos en un barco donde los que conducen no están totalmente de acuerdo en el rumbo y todos los ciudadanos argentinos estamos a bordo.