Argentina se encuentra en un momento crítico desde el punto de vista macroeconómico, y distintos sectores expresaron sus preocupaciones por las últimas medidas adoptadas por el ministro de Economía Sergio Massa.
En ese sentido, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) se aboga por un plan macroeconómico a mediano y largo plazo. Mientras que las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazaron las medidas relacionadas con los tipos de cambio.
Por su parte, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) convocó a un análisis ampliado para entender el impacto de las acciones gubernamentales.
El largo plazo
En su comunicado, la UIA manifestó la necesidad de que Argentina cuente con un plan macroeconómico que establezca una hoja de ruta a mediano y largo plazo. Para lograrlo, consideró fundamental alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que brinde previsibilidad en los compromisos externos y en la administración de las reservas internacionales.
La entidad que preside Daniel Funes de Rioja, recordó que en los últimos años, el país enfrenta dificultades como la restricción de divisas, reducidas reservas internacionales, elevada inflación, déficit fiscal y limitaciones de financiamiento. A esto se suma el impacto de una fuerte sequía en el sector agrícola, afectando proyecciones económicas, exportaciones y recaudación.
Las últimas medidas adoptadas por el Gobierno nacional, aunque se espera que sean transitorias debido a la escasez de divisas, impactan negativamente en la producción y restringen el acceso a insumos necesarios para la industria. “Es esencial evitar sesgos antiexportadores y distorsiones de precios que afectan a las cadenas de valor y la competitividad”, remarcó el comunicado.
Rechazo a las medidas
También la CRA expresó un fuerte rechazo a las medidas relacionadas con los múltiples tipos de cambio y la arbitrariedad percibida en su aplicación. Argumentó “constituye un paso en la dirección equivocada para el desarrollo económico general”.
Para la entidad a cargo de Jorge Chemes, en el pasado se tomaron medidas similares y tuvieron resultados desfavorables tanto para el productor como para la economía agropecuaria en su conjunto.
Además, en el texto se explicó que en este contexto, la campaña electoral también se convierte en un factor relevante, porque “se prometen horizontes, que quienes ya han gobernado o quienes lo hacen ahora, nunca han resuelto y sus decisiones han contribuido a la decadencia económica y social en que nos encontramos”.
Asimismo, agregó el comunicado que “mover tipos de cambio artificialmente, discriminando por mera voluntad de un ministro, sin importar las distorsiones que se producen en todo el resto del sector, es la palpable demostración del desconocimiento que se tiene sobre lo que el campo y la economía necesita para crecer en forma sostenida, tal como lo hacen nuestros vecinos.
Analizar y revertir medidas
Por su parte, la comisión directiva de CGERA convocó a sectores industriales asociados y entidades provinciales a una reunión ampliada para analizar el impacto que las medidas económicas y cambiarias tendrán en cada actividad.
Según indicaron en el comunicado, el impacto depende de la integración de productos nacionales y de los mercados a los que estén destinados. Mientras que las industrias con pocos insumos importados y orientadas al mercado interno tendrían un impacto mínimo, aquellas que dependen de insumos importados y exportan se ven fuertemente afectadas.
La suba de retenciones y el encarecimiento de fletes para las industrias exportadoras generan costos elevados en el posicionamiento de productos en mercados extranjeros.
Desde CGERA, sostienen que entienden la difícil coyuntura de falta de divisas y la necesidad de medidas urgentes para restablecerlas. Sin embargo, solicitan a las autoridades que consideren que la industria es generadora de divisas, valor agregado y empleo. Por lo tanto consideran que es necesario que “se reevalúen las consecuencias de ciertas medidas en determinadas actividades”.