Las dudas sobre la desaceleración de China y la profunda recesión de Brasil marcan a la baja las previsiones globales difundidas hoy, que se sitúan en el 3,4% para 2016 y el 3,6% para 2017.
En ambos casos, se trata de dos décimas menos de lo previsto en los anteriores cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) dados a conocer en su asamblea anual de octubre de 2015 en Lima, Perú, señala un cable de la agencia de noticias EFE.
“Las revisiones pueden atribuirse principalmente a Brasil, cuya recesión (causada por la incertidumbre política en medio de las secuelas ininterrumpidas de la investigación de Petrobras) está demostrando ser más profunda y prolongada de lo esperado; a Oriente Medio, cuyas perspectivas están opacadas por la caída de los precios del petróleo”, como también “a la desaceleración de China”, apuntó el organismo en su informe de “Perspectivas Económicas Globales”.
China mantiene sin cambios sus pronósticos, con un crecimiento económico estimado del 6,3% este año y del 6% para 2017, dentro de un proceso de desaceleración continuado tras cerrar 2015 en el 6,9%, de acuerdo con los datos del FMI.
No obstante, el economista jefe del Fondo, Maurice Obstfeld, advirtió sobre los “significativos” efectos de contagio de la economía de China observados a lo largo de 2015, por lo que apuntó al riesgo global de “una desaceleración más marcada de lo esperado mientras lleva a cabo la transición necesaria hacia un crecimiento más equilibrado”.
Algo que, a juicio de Obstfeld, se canalizaría internacionalmente “por la vía del comercio, los precios de las materias primas y la confianza, y los efectos consecuentes en los mercados financieros internacionales y las valoraciones de las monedas”.
Asimismo, Brasil continúa como una de las principales preocupaciones del Fondo, al pronosticar que la aguda recesión, tras la contracción del 3,8% en 2015, se prolongue en 2016 con una tasa negativa del 3,5 % y apenas alcance el 0% en 2017.
Como consecuencia, Brasil arrastra a la región latinoamericana, que seguirá también en recesión en 2016, con una tasa de crecimiento del -0,3 %, la misma con la que concluyó 2015.