El reciente desplome del mercado bursátil chino podría generar, en el largo plazo, nuevas oportunidades para América Latina, al hacer más atractivas las tasas de retorno de las inversiones en la región, aseguran economistas de organismos multilaterales.
“Lo que está pasando en China es que la tasa de retorno de la inversión interna, después de esta corrección, es más baja”, afirmó Pablo Sanguinetti, economista en jefe del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). “Eso significa que América Latina se vuelve más atractiva como destino de inversión”, señaló en un informe.
En el caso de la Argentina, en el 2014 hubo una inversión extranjera de $ 6.612 millones, de acuerdo con un informe reciente de la Cepal. De acuerdo con ciertos economistas, la caída de la bolsa en el país asiático podría hacer que los países de América Latina fueran aún más atractivos para las inversiones.
La bolsa de Shanghai cayó en el último mes casi 40%, después de subir cerca de 150% en los últimos 12 meses. Cuando la burbuja explotó, los medios se hicieron eco de las pérdidas que sufrieron los pequeños ahorristas chinos que habían invertido sus ahorros en la bolsa, y especularon acerca del posible efecto sobre la economía china y la Latinoamericana.
La noticia tuvo incluso un impacto de corto plazo sobre los mercados de materias primas y sobre las monedas de la región, que profundizaron un descenso que había comenzado a principios de este año.
Los analistas consultados aseguran que es poco probable que esta corrección abrupta en el mercado de valores tenga un efecto importante sobre el crecimiento, ya frenado, de la economía china. Algunos llegan incluso a destacar las ventajas para América Latina, que además de ser uno de los principales socios comerciales de Beijing, es también una de las regiones a las que se ha dirigido una gran proporción del capital de inversión chino.
Según Sanguinetti, el impacto positivo sería pequeño, y dependería de que la actual debilidad del mercado de valores no se extendiera a otros mercados financieros (bancos, casas de bolsas, aseguradoras) y no provocara un mayor enfriamiento de la economía china. En el último año, Beijing ha venido guiando a su economía hacia un terreno de tasas de crecimiento más moderadas, de alrededor de 7%, después de una década de crecer a tasas de dos dígitos.
“Pero un posible aterrizaje de emergencia de la economía china es poco probable”, sostiene Alberto Bernal, jefe de investigación de mercado de Bulltick, una consultora financiera con sede en Miami. “China -señala- tiene mucha capacidad para reaccionar a las malas noticias económicas”.
Otro aspecto que debe considerar América Latina es un futuro efecto positivo sobre el consumo chino. “Esos retornos más bajos, además de hacer más atractiva la inversión fuera de China, hacen que el consumo dentro de China sea más atractivo”, dice Sanguinetti.
Al respecto, señala que si los pequeños ahorristas chinos se inclinaran hacia un mayor consumo, se corregiría aunque sea en parte el grave desequilibrio de la mayor economía asiática, muy volcada hacia las exportaciones. “Un mayor consumo dentro de China favorecería a los países de América Latina productores de cereales, por ejemplo”, indicó.
La crisis bursátil china pone en relieve el hecho de que la década de bonanza con fuerte viento a favor se ha cerrado definitivamente para América Latina. La Cepal revisó recientemente sus previsiones de crecimiento para este año y ahora espera que la región crezca alrededor de 0,5 por ciento en el 2015, una cifra en línea con lo esperado por otros organismos internacionales, como el FMI y el Banco Mundial.
“Se redujo el viento de cola, y ahora queda en evidencia que si la región quiere seguir creciendo a tasas que le permitan seguir desarrollándose – tasas de alrededor de 4% – tiene que abocarse a las reformas estructurales que tiene pendientes,” advierte Sanguinetti. y agrega que diversificar el sistema productivo es clave, para hacerlo menos dependiente de factores positivos externos, como lo fue la demanda china en la última década.