El Servicio de Cambio Climático Copernicus (CS3) de la Unión Europea (UE), confirmó que 2024 fue el año más cálido registrado a nivel global. Por primera vez, la temperatura promedio del planeta superó los 1,5°C respecto a niveles preindustriales. Aunque contribuyeron fenómenos naturales como El Niño, el récord está vinculado directamente con el impacto causado por la actividad humana.
Esta información contrasta con los compromisos asumidos por los países firmantes del Acuerdo de París, incluyendo a la Argentina. Allí se estableció como objetivo limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C para evitar consecuencias catastróficas para el clima. Sin embargo, los datos recopilados por CS3, así como los de otras instituciones internacionales, revelan temperaturas sin precedentes en la atmósfera y los océanos.
Es importante subrayar que estos rebasamientos temporales no significan que el objetivo del Acuerdo de París se haya perdido de forma permanente, ya que éste se refiere a un calentamiento a largo plazo durante décadas.
La temperatura promedio global alcanzó los 15.10°C, superando en 0.72°C el promedio comprendido entre 1991 y 2020. Marcó un aumento de 0.12°C respecto al récord anterior de 2023. Además, 11 de los 12 meses del año superaron los 1.5°C sobre niveles preindustriales. El impacto fue notable en los océanos, donde la temperatura superficial anual alcanzó un máximo histórico que promedió los 20.87°C. En los polos, el hielo marino alcanzó mínimos históricos en varias épocas del año.
Este aumento extremo de temperaturas también incrementó el estrés térmico, afectando al 44% del planeta en su punto máximo en julio. A su vez, regiones como Europa registraron su año más cálido, con 10.69°C, donde las primaveras y veranos se sintieron más calientes que nunca, con consecuencias visibles en eventos climáticos extremos como olas de calor e intensas lluvias.
Advertencia
Carlos Tanides, coordinador del programa Ciudades, Clima y Energía de Fundación Vida Silvestre Argentina, explicó que “aunque no se lograron grandes avances, en los últimos meses presenciamos un creciente rechazo a reconocer la actividad humana como la principal causa del cambio climático, lo que representa un grave retroceso“.
Agregó que “esta negación oculta las acciones necesarias para abordar la crisis, como reducir el uso de combustibles fósiles, detener la deforestación y corregir la urbanización descontrolada. Hoy, más que nunca, este compromiso se encuentra en serio peligro y con él, nuestras posibilidades de cambiar el rumbo antes de que sea demasiado tarde.”
Asimismo, afirmó que “debemos unirnos para responder de manera contundente y adecuada. Es urgente que, desde cada rincón del planeta, actuemos localmente para cambiar la trayectoria de las emisiones. Lo que decidamos hacer ahora es más crucial que nunca y las soluciones están a nuestro alcance, también en Argentina”.
“La acción inmediata debe enfocarse en medidas como impulsar las energías renovables, eliminar gradualmente los combustibles fósiles, optimizar los sistemas de transporte, promover la eficiencia energética en hogares y edificios, implementar los principios de la economía circular e invertir en tecnologías verdes que transformen la industria y los sistemas alimentarios”, concluyó Tanides.