La semana pasada, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), consagró al veterinario Ignacio Kovarsky como nuevo presidente, en reemplazo del contador Horacio Salaverri, quien estuvo durante ocho años al frente de la entidad.
Salaverri, productor del distrito bonaerense de Suipacha, llevó adelante una intensa labor, aprobada desde todo el arco agroganadero. Durante sus mandatos, participó activamente de cruciales debates y ante una etapa de fuertes cambios, su opinión es sumamente valorada.
En diálogo con Ser Industria Radio, recordó que además de ejercer la presidencia, completó un período de 14 años integrando la Comisión Directiva de CARBAP y sintetizó que “el campo necesita reglas de juego claras y previsibilidad”. También planteó que “en los últimos 20 años, el sector aportó al Estado US$203 mil millones”, remarcando que no se puede entender a qué se destinó ese dinero.
Asimismo, consideró que el gobierno de Javier Milei ejecutó “un proceso de desregulación que recién ha comenzado”, pero va en la dirección correcta.
¿Cuál fue el momento más difícil que te tocó enfrentar desde CARBAP?
Hubo varios…Empecé después del 2008 y ahí tuvimos uno de los más críticos, manifestaciones más importantes del sector agropecuario. Después tuvimos una serie también de conflictos con el Gobierno Nacional y alguna vez con los provinciales. Básicamente por cuestiones tributarias. En 2012, por el fortísimo revalúo que hizo el gobernador Sciol, de más de hasta el 2000% de las parcelas rurales. También algunas situaciones que derivaron en ceses de comercializaciones por medidas del gobierno nacional. Entre ellas, la prohibición de exportación de carne. Fueron situaciones que tensaron las relaciones entre el sector agropecuario y los gobiernos.
Representar a un sector tan dinámico debe ser una experiencia fuerte, además por el nivel de exposición…
Indudablemente. Además, hay que estar atento a todos los reclamos. El dirigente tiene que tener en determinados momentos el temple necesario para ir macerando, por poner un término, la situación para no generar más conflictos de los que las propias medidas han desatado. Particularmente creo que los dirigentes, además de tratar de encauzar y dirigir ese tipo de acciones, debemos tener el temple necesario para no generar desvíos o cuestiones que lleguen a otros términos.
¿Qué espera el campo del gobierno nacional?
Esperamos una visión más cercana de las cuestiones que hacen al aspecto impositivo. Nosotros entendemos muy bien el equilibrio que ha tenido que hacer el Presidente, inclusive la manera en que ha tratado de contener y prácticamente ha logrado el equilibrio de algunas variables macroeconómicas, lo cual es muy importante. Por otro lado, ha ejecutado un proceso de desregulación que recién ha comenzado. En algún momento hemos sido convocados a mesas de diálogo y hubo un camino, una dirección correcta. La eliminación de la provisión de exportación de determinados cortes, las modificaciones del Banco Central, una resolución que complicaba muchísimo la tenencia de soja… Resoluciones administrativas e impositivas, las declaraciones juradas de exportación… Hizo un camino muy interesante.
¿Esto mejora la competitividad?
Entendemos que hay en una situación que, dados los precios internacionales de los cereales y el tipo de cambio con una devaluación del 2% mensual, es importante tener una visión acerca de lo que son las retenciones, los derechos de exportación, para aliviar al productor, generar algún esquema que permita tener una previsibilidad y que encare un proceso de inversión más amplio. Creemos que el sector tiene posibilidades de crecer bastante. Hoy lo vemos muy amesetado. Comparado con los países de la región que producen lo mismo que nosotros, hemos perdido competitividad y niveles de producción. Tal vez en términos matemáticos estamos en los mismos términos de producción pero en términos comparativos, los otros países crecieron y Argentina no logra romper la barrera que le permita un salto productivo, que es posible. Y eso está limitado básicamente por los valores finales que recibe el productor.
La Justicia autorizó al municipio de Necochea a cobrar una tasa vial portuaria. ¿Cómo repercute en el sector?
Hemos trabajado y seguimos trabajando ese tema desde la Mesa de Enlace provincial, con entidades de Necochea y todo el sector exportador argentino. Lo que ha pasado es producto de una tasa creada en su momento que va teniendo distintos matices. En primera instancia la tasa fue declarada nula, pero en su apelación, la Cámara, ratificó la aplicación de la tasa. Ahora, el sector exportador, que ha promovido la judicialización, irá sobre la Corte Suprema para ver qué determinación toma. Hay un concejal de Necochea que patrocina la reinstalación de esa tasa. Nosotros estamos totalmente en contra de un aumento de la presión tributaria en cualquier nivel y más en los niveles municipales que se vienen dando, en algunos casos más fuerte que la presión tributaria provincial. Creemos que no se gana absolutamente nada con eso, solamente se quita competitividad.
¿Esta tasa se cobra en relación a otros puertos?
No tengo información precisa. Sé que en algunos lugares como Timbúes, hay tasas de esa característica. En realidad la excusa son obras de infraestructura hacia el puerto. Pero cuando vamos a cualquiera de esos lugares, no se ve ningún tipo de infraestructura. Por el contrario, hay caminos destrozados donde hace años cobran tasas de esta índole. Nada garantiza que, si el productor hace un esfuerzo, encuentre algún tipo de contraprestación.
¿Las medidas desreguladoras de Milei, van en otra dirección respecto a las provinciales y municipales?
Con el gobierno de la provincia de Buenos Aires, en particular el ministro Rodríguez, que lleva una gestión de puertas abiertas, tenemos temas en los que hemos avanzado, pero en otros no. Al gobernador Kicillof, en momentos en que distintas medidas nacionales afectaban mucho al sector agropecuario, le pedimos que tome cartas en el asunto como representante de los habitantes y de la producción de Buenos Aires, como al gobernador Ziliotto de La Pampa. Pero no actuaron en ese sentido. Después, hay conflictos en nuestra Provincia por el fuerte incremento del impuesto inmobiliario, el de patentes y el impuesto inmobiliario complementario, que realmente es increíble que se aplique en Buenos Aires.
Consultores privados hablan de una fuerte expansión interanual del campo. ¿Se debe solo a la comparación con la sequía o hay alguna parte de crecimiento real?
Comparativamente tiene mucho que ver con la sequía, tuvimos un año muy difícil. Indudablemente, los términos de crecimiento son mayores, pero respecto de una media de una década, no son demasiado superiores. Entendemos que la capacidad podría ser mayor si climáticamente se acompaña a la producción. Voy a dar un dato que lo ha dicho el economista Vitelli. En las últimas dos décadas, el sector agropecuario fue esquilmado por el Estado con más de US$203 mil millones. Después de la Segunda Guerra Mundial, los americanos crearon el Plan Marshall, uno de los más ambiciosos que ha tenido la humanidad, para el crecimiento de la economía europea, a valores de hoy serían US$174 mil millones. Si uno pregunta a un ciudadano común o a cualquier persona, ¿dónde está esa plata?, nadie la vio. No la vemos en infraestructura, no la vemos en crecimiento económico, no la vemos en las cuestiones educativas, ni hablar de las cuestiones que tienen que ver con la pobreza. Lamentablemente, todo eso ha crecido más allá de un extraordinario aporte del sector que ha sido utilizado no se sabe en qué, pero que se ha esfumado sin dejar de alguna manera nada hacia el país. Es otro de los grandes problemas argentinos, una presión tributaria muy alta, aportes extraordinarios de determinados sectores y todo sigue igual.
¿Puede crecer la actividad agropecuaria ?
El sector agropecuario tiene un efecto multiplicador, especialmente en el interior del país y las provincias. Eso está muy claro. Lo único que el sector necesita son reglas de juego claras y previsibilidad y que algunas cosas empiezan a aparecer en el gobierno de Milei. Dentro de las variables macroeconómicas, hay cierta estabilidad, más allá de una brecha que hoy se ha ampliado. Pero se necesita un camino firme, una mirada hacia adelante y creo que puede haber una reacción mucho más importante por parte del sector.