El especialista en logística internacional, Rodolfo Rosales, advirtió que el comercio exterior argentino se encuentra en una situación insostenible. Los importadores están acumulando deudas superiores a los US$ 40 mil millones con sus proveedores extranjeros que ya no estarían dispuestos a financiar las cargas. El comercio exterior está llegando al límite.
El integrante de Lambda Logistics destacó en Ser Industria Radio, que aproximadamente el 80% de la producción argentina depende de componentes importados y muchas industrias necesitan insumos externos para poder exportar y generar divisas. Asimismo, señaló que regulaciones como las SIRAS y SIRASES han generado problemas significativos en la logística y la cadena de suministros.
En cuanto a la situación de los puertos argentinos, observó que la falta de aprobaciones para el giro de divisas al exterior ha llevado a que las líneas marítimas dejen de cobrar fletes en Argentina. Como consecuencia de ello, se ha ganado la reputación de “puerto sucio”. Al respeto, sostuvo que todas las restricciones argentinas han favorecido al puerto de Montevideo, Uruguay.
¿El sistema para el comercio exterior SIRA existe en otros países?
En Argentina tenemos la particularidad de tener el comercio exterior regulado, algo que no sucede ni siquiera en el resto de los países limítrofes. En ninguna parte del mundo existen regulaciones como las que tenemos nosotros.
¿Esto es un verdadero impedimento para agilizar la actividad?
Sí, realmente para la logística ha generado grandes problemas el tema de SIRAS, porque no se sabe con qué criterios se aprueban. Esto ha puesto en jaque la cadena de suministro, porque no hay un flujo de mercadería regular, ya que dependemos de que a los importadores les aprueben una SIRA para realizar el transporte de carga internacional. Esto genera muchos problemas porque es difícil planificar la logística y la SIRA tiene también la particularidad de que se vence. Por lo tanto, cuando un importador nos informa de que tiene una SIRA aprobada, tenemos que salir a coordinar con gran velocidad para que embarque y llegue antes que venza.
¿Eso genera sobrecarga laboral?
Nos ha traído trabajo adicional en el sentido de que en muchos casos, cuando el importador solicita una SIRA, ya nos está pidiendo una cotización. En otros también empezamos a coordinar algún retiro de mercadería en país de origen donde tenga la mercadería el importador. Incluso llevándola a algún depósito para que quede a la espera de aprobación de la SIRA para inmediatamente embarcar. Porque, si a partir de que está aprobada la SIRA, recién iniciamos el proceso logístico, en muchos casos quedamos muy expuestos a que se le venza. Eso sería un problema, porque al llegar la mercadería a Argentina, en vez de nacionalizarla, debería ingresar a un depósito fiscal o a una zona franca, a la espera de una nueva SIRA aprobada, con los mayores costos agregados no previstos en una operación normal.
Sergio Massa anunció que se agilizaría la aprobación de SIRAS para las PyMEs y así agilizar el comercio exterior. ¿Está sucediendo?
Veníamos de casi un mes, donde había escasas aprobaciones y desde que se hizo el anuncio, las PyMEs industriales empezaron a ver aprobaciones. Luego publicaron el detalle de a qué sector iban a gestionar la aprobación de SIRAS. Hay un problema con respecto a eso, porque todas tienen una fecha de pago posdatado. Por lo tanto, los importadores cuando tienen una SIRA aprobada, generalmente deben realizar el pago cuando llegue la mercadería al país o a 180 días y tienen que tener un crédito con su proveedor que de buena fe les embarque la compra sabiendo la fecha en la que le podrían transferir. Todas estas aprobaciones, son muy buenas, pero están llegando en un momento donde los importadores ya se quedaron sin crédito con sus proveedores del exterior, porque lo adoptaron en operaciones anteriores. En muchos casos están con el problema de que no pueden embarcar porque el proveedor no quiere entregar la mercadería hasta que les paguen algo de lo que les deben. Pero hoy no hay forma de girar divisas al exterior.
El puerto de Buenos Aires está denominado como “puerto sucio”. ¿Esto se puede modificar en el corto plazo?
Esto va para largo. Ahí se suma el tema de las SIRASES. Los operadores logísticos internacionales ahora debemos pedir, igual que el importador, un permiso para girar divisas al exterior. Eso se instrumentó a través de la resolución del Banco Central A7771. Pero desde mayo de este hay nula aprobación de giro de divisas por fletes internacionales. Las líneas marítimas tenían buques que venían a Argentina con fletes a pagar aquí y no se podía cambiar esa condición. Pero a partir de fin de mayo o mediados de junio, ninguna línea marítima cobra más fletes en Argentina. Lamentablemente esto lleva a esa condición de “puerto sucio”. Se le suma el quebranto de la cadena de suministro, porque hay semanas que se embarcan, otras que no y hace que todos los puertos, además de Buenos Aires, sean considerados en esa denominacion. En el interior del país, desde hace ya unos cuantos años, estamos utilizando lamentablemente, como vía de ingreso de mercadería, el puerto de Montevideo, que funciona normalmente. A partir del cual traemos no solo contenedores, sino cargas menores a un contenedor. Montevideo le está restando mucha carga a los puertos argentinos. Esto no es desde esta época, sino desde hace ya varios años. Ahora se ha visto impulsado por las restricciones que tiene Argentina con el tema de giro de divisas al exterior.
¿Vamos camino a que Argentina se convierta o ya se convirtió en un sistema portuario feeder?
Sí, es muy probable. De hecho, la mayoría de las líneas marítimas hace tiempo que llegan a Montevideo, luego hay barcazas que bajan desde allí a Rosario y Buenos Aires. Si esto no se revierte, lamentablemente va a ser cada vez menor la cantidad de buques que lleguen de forma directa a los puertos argentinos. Hay otro tema, también interesante, a remarcar. Nosotros en Argentina tenemos como en el fútbol un gran rival en la región y es Brasil, que tiene más volumen tanto en importación como exportación. Una carga que va y de Brasil paga más flete que Argentina. Entonces las líneas marítimas también en muchos casos están transbordando en el puerto de Santos, porque es simple matemática. Si un contenedor paga más llegando a Brasil, ¿por qué vamos a seguir viajes a Argentina con un costo menor?
¿Cuánto tiempo podría soportar el comercio exterior argentino este mecanismo de SIRAS y SIRASES?
El comercio exterior en general, donde estamos incluidos los operadores logísticos, está llegando a un punto de no retorno. Creo que como mucho podemos esperar hasta que se realice el cambio de gobierno. Lamentablemente en el camino hay operadores logísticos que van a dejar de operar, porque con cuatro meses de deuda con la gente en el exterior, es lo mismo que puede pasar con una PyME dentro del ámbito nacional. No hay ningún proveedor que pueda esperar 120 días un pago y a nivel internacional, menos. Hay gran expectativa en el sector, estamos contando como los presos que llegue la fecha de las elecciones y comience a delinear un nuevo gobierno del signo político que fuere y que empiece a cambiar esa situación. De otro modo, algún importador o exportador también van a tener graves problemas, si esto no se revierte a fin de este año.