Así lo expresó Delia Flores, especialista en Comercio Exterior, empresaria de servicios aduaneros y transporte internacional de cargas y fundadora del Grupo Empresarial de Mujeres Argentinas (GEMA), al dialogar con Ser Industria Radio.
En el mismo sentido, indicó que la situación derivada de la invasión de Rusia a Ucrania se suma a un cierre de economías, puertos que no están operando y aumentos de costos. “Esto va a traer todo un reacomodamiento en los precios de los commodities, los fertilizantes y los alimentos”, dijo y agregó que “va a traer un corrimiento de los jugadores” en el orden global.
Por otra parte, al reflexionar sobre el Mes de la Mujer, señaló que en los años de pandemia “nuestro género se vio muy afectado. Hemos perdido posiciones con respecto a los logros que se habían obtenido. Lo positivo es que el encierro nos acercó muchas herramientas tecnológicas”.
¿Cómo evaluás las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania sobre el comercio internacional?
Realmente nos da una nueva lección, un sacudón a lo que ya veníamos transitando, que era un gran desbarajuste logístico a raíz de la pandemia. Atraso a los buques, falta de contenedores o contenedores y buques que no llegaban, provocando demoras en las importaciones de insumos. La mitad del año tuvimos sobresaltos y mucha incertidumbre con respecto al abastecimiento logístico para que los productos puedan llegar a término o enviarse a término. El conflicto de Rusia y Ucrania, se suma a un cierre de economías, a puertos que no están operando o a los que no se les está permitiendo embarcar. Seguramente faltarán insumos, fertilizantes. Esto va a traer todo un reacomodamiento en los precios de los commoditys, de los fertilizantes, de los alimentos y también en el posicionamiento de algunos jugadores. El conflicto europeo reacomodará el comercio internacional, es una oportunidad para Argentina, siempre miro el vaso medio lleno.
La oportunidad está. ¿Puede aprovecharse con tantos tironeos entre el sector productivo y el Gobierno?
La verdad es que ahí está el tema. Tenemos que aprovechar esta gran oportunidad, no echarla a perder, considerar el ánimo del que invierte, el que apuesta al futuro y genera empleo. Parece que siempre, en definitiva, en el momento en que se podría sacar una ventaja como país y para inversiones, se toman medidas que van en contra.
Después de las sanciones económicas impuestas a Rusia. ¿Cuál es la situación de los embarques vinculados al comercio argentino?
Es todo un problema, porque ahí viene un trabajo de negociación con las marítimas, con los agentes de carga para ver cómo se resuelven. En algunos casos se puede prever una solución a tiempo y en otros no. Realmente es un costo y un golpe para las exportaciones.
¿Puede haber algún cambio importante en las cadenas globales de suministros?
Sí, es muy posible. Rusia y Ucrania son los productores del 60% de aceite de girasol del mundo. Sin lugar a dudas, eso va a traer un corrimiento de los jugadores. Por eso digo que es una oportunidad para Argentina que produce y exporta ese producto. También aumentaron los precios del girasol, del trigo, del maíz, justamente ahora que en mayo empieza acá la producción de granos. Hay muchos elementos que vamos a tener en cuenta en la inmediatez para ver cómo nos posicionamos mejor.
¿El caso de los fertilizantes que producen los países en conflicto no será fácil de resolver, porque la demanda no es solamente de Argentina?
Exactamente, y desde ahí también, también va a ser muy válida la inteligencia que utilicemos. Sabemos, por ejemplo, que Brasil tiene casi un 100% de dependencia de Rusia para los fertilizantes, los agroquímicos… Nosotros no estamos tan comprometidos con Rusia como ellos. Por eso digo que hay que estar muy atentos a cómo se presenta el nuevo mapa de jugadores, de oferta, demanda, abastecimiento, de reglas y medidas que se tomen en este contexto.
Habría que estimular la producción en base a diálogo y acuerdos para proteger el mercado interno también…
Si, diálogo es negociación, ida y vuelta, escuchar al otro y encontrar un denominador común que nos deje bien a todos. Estamos viviendo un contexto especial en el mundo, en la región y en el país, en todos los sentidos. En producción, exportación, negociación y creo que es una buena oportunidad. Justamente el aumento de los commodities, la falta de algunos alimentos, que seguramente va a haber, es una buena oportunidad para que la Argentina amplíe sus áreas de producción, de sembrado… Pero para eso hay que generar el ánimo en quienes van a invertir e impulsar esa producción.
¿Cómo viviste los incendios forestales de Corrientes?
No pude quedar ajena a esa situación. Si bien la prensa empezó a hacerse eco de este desastre en febrero, la provincia venía transitando una emergencia hídrica, una sequía, una re-sequía impresionante que estaba afectando a los cultivos, al campo, al turismo y explotó con esos incendios. Lo viví con mucha desesperación porque yo viví la transformación de Corrientes a finales de los ’90, cuando abrazó la Ley de Desarrollo Forestal y empezó a cambiar su fisonomía Dejó de ser una provincia que solamente se dedicaba a la ganadería y a las plantaciones de arroz y la gente empezó a invertir, vio a la producción forestal como un seguro de su jubilación. Decían “bueno, el gobierno me da un incentivo que yo puedo devolverle de aquí a quince años”. Entonces utilizaban sus campos, sus porciones de tierra, sus hectáreas para forestar sabiendo que, en quince, veinte años, iban a tener las primeras talas y con esto ya tenían asegurada la jubilación. Entonces, ver destruidos los campos o en pocos días el desarrollo turístico de los Esteros del Iberá, que también fue inversión, daban ganas de llorar.
¿Cómo están los productores? ¿Motivados para arrancar de nuevo?
La esencia del correntino, es la raza guaraní. Es una persona de mucha valentía, de mucha garra. Estoy segura que vamos a salir adelante, que todos van a poner esa fuerza. Va a llevar tiempo y hace falta el apoyo permanente del Estado, pero no solamente con dinero, sino en la infraestructura, en el control también. Porque el resecamiento de la tierra se debe a que quizás faltó un poco de control en las plantaciones. El eucaliptus seca mucho la tierra. Las áreas protegidas, las libres, están divididas, pero quizás faltó más control. La lección del gusto amargo ya la tuvimos. Que nos sirva de experiencia, porque tener una provincia tan forestada como Corrientes, es como una bomba de tiempo si no se piensa en tomar esos recaudos, son necesarios.
Hubo reuniones entre representantes del Mercosur y de la India. ¿Hay posibilidades de avances en nuevos negocios y mayores exportaciones?
Hay muchas posibilidades. Yo creo que el Mercosur es un mundo, en este mundo globalizado. Y con todas estas crisis, el gran futuro son los alimentos. El Mercosur es un gran productor de carne, cereales, aceite. Y la India es un gran consumidor. Creo que todas estas aperturas, acercamientos, son muy favorables. Ahora bien, la Argentina como miembro del Mercosur, debe prestar atención porque el bloque que es un gran productor de alimentos, granos y commodityes. Seamos nosotros los que exportamos y no nuestros vecinos. Está todo bien con el Mercosur pero yo quiero que la Argentina no pierda mercado. Usemos la inteligencia, aprovechemos esos acuerdos.
¿La presidencia argentina del Mercosur el año pasado, crees que no estuvo a la altura?
Quizás hubieran faltado algunas propuestas más. Sin embargo, también debo decir que nuestro embajador en Brasil, Daniel Scioli hace muy buen trabajo, permanentemente limando asperezas, provocando acercamientos, presentando propuestas. Por cada mal paso o algo parecido que se daba, ahí estaba Scioli tratando de limar. Pero quizá esta presidencia pro- témpore, dejó sabor a poco.
Decías que las posibilidades de exportar no queden en manos de otros vecinos. ¿Crees que a Argentina le conviene seguir en el Mercosur?
Creo que sí, pero quizá en un Mercosur que avance en lo que fue su misión fundacional. El objetivo era un mercado común del sur y hoy estamos muy lejos de eso, estamos en una unión aduanera imperfecta y nos falta el libre comercio, para llegar a una unión o mercado común, Si no, nos quedamos en el camino. Falta y te puedo asegurar que, por el hecho de tener empresa en Brasil, formar parte de Cámaras, conocer mucho el pensamiento y el espíritu brasilero, veo que ellos tienen ganas y hacen fuerza para que ese Mercosur funcione. El empresariado, la parte privada, está haciendo fuerza para que avance, para que, en las fronteras, haya aduanas integradas.
Te pido una breve reflexión por el Mes de la Mujer y cómo fue el tiempo en pandemia, para quienes están en la producción y la empresa.
Podemos hablar del año pasado y parte del otro, tiempo de encierro, en el cual hubo bastante retroceso en los pocos logros que se habían tenido. Ya se ha demostrado que la mujer ha sido la más afectada en la época de pandemia debido a sus roles habituales. tareas de cuidado, de acompañar en la educación, en sí, trabajos vulnerables. Pero estamos creando a full. La pandemia nos dejó muchas herramientas nuevas, digitales, tecnológicas, que utilizamos a pleno para recuperar el tiempo perdido. Desde GEMA y los ámbitos internacionales donde estoy trabajando, como el G20, ONU Mujeres, estamos en la misma problemática, trabajando juntas para que se achiquen las brechas que afectan a las mujeres.