En el marco del AmCham Energy Forum, la CEO de Schneider Electric para Argentina, Paraguay y Uruguay, Paula Altavilla, su par de Genneia, Bernardo Andrews y Santiago Yanotti, subsecretario de Energía eléctrica de la Nación, compartieron un panel titulado “Producción de energías renovables: el camino hacia la sustentabilidad”.
En el evento organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, que se llevó a cabo la semana pasada en la Ciudad de Buenos Aires, representantes de los sectores público y privado debatieron desde la regulación hasta la implementación de tecnología en la industria energética.
Empresas comprometidas a invertir
Andrews, sostuvo que hay compañías de generación eólica y solar comprometidas, que están haciendo inversiones para ampliar la capacidad de energía renovable en el país. “Hay un conjunto muy grande de proyectos en construcción, más de mil megas en este momento. El contexto es muy complejo en todo sentido, pero la vocación de inversión está ahí”.
Señaló que la energía renovable es competitiva en sí misma. Afirmó que hay “una situación de convergencia de interés privado desde la oferta de energía eléctrica nueva y de la demanda que van a contratar energía a largo plazo que es competitiva y que se entiende en sí misma técnicamente”.
Asimismo, consideró que en cuanto a las líneas de transmisión que conectan regiones con excelentes recursos como la Patagonia, el sur de Buenos Aires, es importante trabajar con bancos de desarrollo. “Inmediatamente, tenemos que trabajar con estas instituciones. Siempre están comprometidas con el crecimiento de la energía renovable independientemente de la situación política”.
Energía eléctrica 4.0
Por su parte, Altavilla destacó el consenso entre los distintos actores del sector público como el privado. “La energía es como el oxígeno del desarrollo que necesita nuestro país.Esa es la base de una política de Estado que, de alguna manera, viene teniendo una cierta continuidad en el tiempo y me parece que es súper valiosa”.
Además del financiamiento, para la ejecutiva, la tecnología es un factor clave para el desarrollo del sector. En relación a eso, declaró que la digitalización permitirá gestionar de una manera mucho más eficiente el consumo y la planificación de la oferta de energía.
“Es fundamental trabajar en la estabilidad de la generación de renovables que surge a partir de, fundamentalmente, hechos climáticos que no siempre son todo lo predecibles”, sostuvo. En ese sentido señaló que es necesario aplicar “centros de almacenamiento (Energy Storage Systems) que puedan generar la resiliencia y la estabilidad de la energía como factor de desarrollo”.
Además, estimó que el consumo de energía eléctrica se va a cuadruplicar en los próximos 20 años. Esto será fruto de un aumento poblacional, pero además de la electrificación de muchas actividades que actualmente usan combustibles fósiles. “El mundo se sigue abasteciendo de más del 80% de combustibles fósiles, con lo cual tenemos un camino muy arduo y que debe hacerse muy rápido”, finalizó.
Desafíos
La regulación de la distribución energética en Argentina es federal, esto plantea un desafío para Yanotti. Por lo tanto, insistió que se debe discutir con provincias y municipios. “Es muy complejo que funcione si cada provincia da una reglamentación distinta, porque hay que generar un mercado y después la incorporación de la tecnología”.
Asimismo, consideró que “la transición energética se va a terminar dando en las redes de distribución. La realidad es que cada vez hay más demanda de potencia y no va acompañada del consumo de electricidad, con lo cual las inversiones en alta tensión son cada vez más ineficientes desde el punto de vista económico”.
El funcionario remarcó que “el gran consumidor de energía es el usuario residencial”, por lo que subrayó que hay que “lograr que ese usuario consuma de forma más eficiente”.
Desde su punto de vista, esto “se logra con conciencia, información, con incentivo tarifario de cobrar la potencia como corresponde, pero sobre todo con tecnología. Si las redes de distribución se incorporan a la tecnología se podría, quizás sin voluntad incluso de los usuarios, consumir de forma mucho más eficiente y eso permitiría un despacho mucho más organizado”.