“El desarrollo de Vaca Muerta es fundamental pero no es lo único que hay que hacer”

Lo afirmó el gerente de Operaciones de MEGSA a Ser Industria.

Daniel Núñez, gerente de operaciones de MEGSA.
Daniel Núñez, gerente de operaciones de MEGSA.

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24 marzo, 2023

Daniel Núñez, gerente de Operaciones, está a cargo del área desde la creación del Mercado Electrónico de Gas Sociedad Anónima (MEGSA), hace casi 20 años. Este dato lo califica como una voz más que autorizada para analizar la situación de una actividad clave para el desarrollo de Argentina.

La entidad, creada por la Bolsa de Comercio de Buenos Aires mediante un acuerdo firmado el 9 de noviembre de 2004 con la entonces secretaría de Energía, fue clave para ordenar y registrar la comercialización del gas.

En diálogo con Ser Industria, Núñez repasó el trabajo la tarea que realiza MEGSA, desde su fundación. Además, se refirió a los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector del gas en el país, principalmente a partir de Vaca Muerta.

Uno de los objetivos de la creación de MEGSA es transparentar la formación de precios. ¿Se ha logrado?

Parcialmente, porque no nos olvidemos que el mercado, todos estos años, estuvo con un nivel de intervención del Estado muy grande. Cuando uno habla de transparentar la formación de precios, la respuesta simple sería decir que está transparentado, porque el precio es resultado de una intervención del Estado que lo fija con una norma. Entonces es conocido por todos, con lo cual es transparente. Pero en realidad cuando nosotros pensamos en la transparencia, nos referimos a una formación totalmente libre que sea conocida por todos. No todo pasa por MEGSA. Hay una parte de negociación bilateral que nosotros solo llevamos adelante la registración de esos contratos. No se puede despachar ni un solo metro cúbico de gas en la Argentina que no esté registrado en MEGSA.

¿Lo ideal sería que se pueda negociar libremente?

Normalmente debería ser así. En la Argentina es muy difícil. Reconozco que no es sólo una decisión energética. Todos los precios están de alguna manera intervenidos, el gas no puede ser algo diferente. Hay un nivel de subsidios tanto en la oferta como en la demanda, porque no nos olvidemos que, al Plan Gas en realidad, se le dice “incentivo” pero es un subsidio a la producción. Entonces la realidad es que, si el Estado subsidia la actividad, tanto en la oferta como la demanda, es lógico que intervenga cuando considera que hay algún desfasaje o alguna situación que merezca la intervención.

¿Esto cómo sería?

Un ejemplo es el de las usinas. La generación térmica tiene, por un lado, una regulación relacionada con aquellos contratos que se generaron a partir del Plan Gas en diciembre de 2020. La negociación que se hace todos los meses por los volúmenes adicionales al Plan Gas tiene precios topes. El volumen adicional no puede venderse a un valor mayor, porque surge del mismo incentivo. Por lo cual, es bastante lógico, que el gobierno decida que el volumen adicional también se tenga que vender al mismo precio. Por otro lado, tiene un impacto muy grande en las usinas el precio de PIST. Es lógico que haya un tope para que no sea un impacto muy grande en el consumidor eléctrico. Pero cuando el volumen que necesita CAMMESA supera incluso al Plan Gas y a los volúmenes adicionales del Plan Gas hacemos una subasta. Además, para CAMMESA hacemos un concurso y una subasta. El concurso es para el Plan Gas, los adicionales y la subasta es para cualquier volumen que puede ser incluso de aquellos que no fueron adjudicatarios del Plan Gas. Por ejemplo, las comercializadoras que no pudieron participar, porque sólo podían hacerlo los productores. Entonces, la comercializadora, si tiene gas y quiere vendérselo a CAMMESA, también tiene un precio tope, que incluso es inferior al del Plan Gas.

¿El Plan Gas te parece positivo?

Sí, sin ninguna duda. Vaca Muerta estaba parada, no había producción. Hoy los incentivos no son de otra índole que no sea un subsidio para el productor, además el país tiene problemas para importar equipamiento, dificultades para acceder al mercado de capitales. Entonces, de alguna manera, había que llevar al precio que obtuvieran por su producción un incentivo. El incentivo estuvo, estuvieron conformes los productores y de hecho la producción. Hoy está condicionada por el transporte. Si uno le da la herramienta de transporte como puede ser el Gasoducto Kirchner y alguna otra expansión que se haga, la producción va a seguir aumentando. La previsión que tienen los productores es de seguir aumentando este año y el siguiente. Mientras no haya una expansión del transporte, que va a suceder, se va a canalizar a través de la exportación como se hizo el año pasado. Es probable es que lo que era exportación interrumpible pase a ser firme, porque el problema no es del productor, sino que no se puede evacuar el gas de Vaca Muerta. Algo muy interesante que ya se promulgó y que se necesitaba desde el punto de vista regulatorio para revertir el gasoducto norte, porque la producción en el norte ya casi no existe. Por ello, obviamente tiene que invertirse en el Gasoducto, pensando además no solo en el abastecimiento de la zona norte del país sino también en la posibilidad de hacer un contrato con Bolivia para que lleguemos a Brasil. Sería un mecanismo muy interesante, Brasil está demandando gas y podría ser un muy buen mercado para nosotros.

Otro de los objetivos era registrar información sobre el funcionamiento físico y comercial del gas natural. ¿Esta información ha servido para mejorar el sector?

La utilización fundamental es que ahora no solamente los contratos de gas están registrados, también están los de distribución. Esto permite el correcto funcionamiento del mercado de SPOT. En el pasado no existía esa centralización, no estaba en ningún lado. Ahora, al tener los contratos de transporte, cuando hay un comprador que entra al SPOT pidiendo gas, sabemos si tiene transporte para llevarse el gas o no. Sería ridículo que se genere una operación de venta de gas y que después no pueda ser transportado. Desde ese punto de vista facilita la operatoria diaria. Por otro lado, al tener concentrados todos los contratos en un solo lugar, las dos transportistas TGN y TGS que son las que hacen el despacho físico, toman la información y están permanentemente conectadas con nosotros. Ellos toman la información de acá, ven quién está autorizado al despacho de un determinado contrato de gas, sobre qué contrato de transporte se va a despachar y en base a eso hacen su despacho físico.

¿Cómo era antes de MEGSA?

Era un caos. También era otro país, otras condiciones de funcionamiento, otro tipo de demanda. Había producción en las cinco cuencas continentales. Era otra situación, pero de todas maneras dependía mucho de las transportistas que tenían una carga importante en cuanto al control y el funcionamiento del sistema. Ahora el control de que todo cierre desde el punto de vista de contratos, es de MEGSA.

Estás desde los inicios de MEGSA. ¿Cómo fue la evolución de la empresa todos estos años?

Desde el 2016 para acá hemos crecido muchísimo. Hemos sido soporte de muchas de las decisiones del gobierno. También crecimos con la actividad privada en sí misma. La necesidad de importación de GNL hizo crecer mucho a MEGSA. El invierno para nosotros es un momento de trabajo arduo, de mucho volumen en el SPOT en ENARSA. Por la legislación vigente, el GNL tiene que pasar para el residencial por MEGSA. Por eso, todos los días se negocian volúmenes del GNL tanto de Escobar como de Bahía Blanca, cuando está activo. Es un volumen muy interesante que incluso superó las expectativas de la creación de MEGSA. Cuando se creó este mercado SPOT, pensábamos que íbamos a tener más o menos el 5% del consumo diario y hemos superado largamente el 15% en los inviernos del año pasado y del anterior.

¿Los contratos a largo plazo, cuántos años contemplan?

Hay contratos que llegan hasta el 2030, son pocos. Tenemos los del Plan Gas que obviamente están todos los del 2024, generados cuando se lanzó el programa.  También empieza a llegar la información, porque todavía hay tiempo para que la carguen, sobre las extensiones del Plan Gas que van a llegar hasta el 2028.

¿Este año se intensificó la actividad?

Sí, porque, además, esta herramienta es apreciada por el mercado ya que genera competitividad, pone a los vendedores de gas en frente al comprador y deben competir para ofrecer el mejor precio. También es valorada por la industria, que puede obtener precios razonables. El US$ 4,50 por millón de BTU que se obtuvo es un precio muy bueno para la industria, normalmente está bastante por arriba de US$ 5. Hemos tenido una repercusión importante que nos obligó a verificar que fuera potable para las GNC que vinieron a pedirnos que abriéramos este producto para ellos. Ahora lo estamos haciendo.

¿Qué expectativas genera para MEGSA el desarrollo de Vaca Muerta?

El desarrollo de Vaca Muerta es fundamental para nuestro país, pero no es no es lo único que hay que hacer. El yacimiento está explotado a 6% de sus posibilidades, con lo cual la Argentina puede revertir una situación de déficit energético con un sistema de transporte acorde. El gas es un recurso fundamental y lo tenemos ah. También tenemos una Vaca Muerta en Santa Cruz, pero necesita un plan de incentivos. De hecho, algo se hizo en la nueva ronda del Plan Gas. En esta última se aceptó un incentivo importante para un solo productor, Compañía General de Combustible, que obtuvo un incentivo con un precio interesante que hace posible expandir la producción en Santa Cruz. Hoy la esperanza está en Vaca Muerta enganchado con un montón de cosas. Por ejemplo, un proyecto de GNL que permitiría que la exportación tenga un volumen significativo y sea un ingreso de divisas que de vuelta la balanza comercial de Argentina.

¿El gasoducto Néstor Kirchner va a incrementar los niveles que se negocian?

Seguro. Si aumenta la producción va a haber más volumen en MEGSA también. Eso es natural y va a haber una nueva contra actualización porque hay una demanda insatisfecha que debería crecer. De hecho, el consumo energético está subiendo todos los días. La falta de gas se está supliendo con combustibles líquidos que tienen un costo, no solamente a nivel del combustible en sí mismo, sino que el mantenimiento de las usinas es más caro y requiere mayor frecuencia, porque tanto el gasoil como el fueloil son combustibles sucios. Por el contrario, el gas es más limpio y facilita el funcionamiento de las centrales. Hay un beneficio importante en una mayor explotación de Vaca Muerta que, además se va a lograr porque el recurso está. Hoy hay otros problemas como la importación de equipos y los insumos que se necesitan para que esa explotación crezca. Se están haciendo milagros a la Argentina, hay equipamiento que está siendo compartido por más de un productor, no se está notando tanto porque hay una migración de Chubut a Santa Cruz que no deja de ser un problema. Sería una pena que se deje de explotar cuando todavía hay recursos en Chubut. Así que ahí hay algo que hacer. No basta que los sindicalistas protesten porque se quedan sin trabajo, sino que hay que seguir la producción de Chubut.

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