Tras la recesión que se extendió entre junio de 2022 y marzo de 2024, la economía argentina mostró señales de recuperación, aunque de manera desigual. Según un informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (Cicec), integrado por las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe, el 2024 cerró con nueve meses consecutivos de crecimiento, pero con sectores que aún no lograron reponerse del impacto de la crisis previa.
El trabajo indica que, en 2025, el desempeño de la economía dependerá de la consolidación del crecimiento en sectores clave como la industria y la construcción, así como del impacto de nuevas políticas económicas.
Entre los ganadores de 2024, la producción agrícola fue uno de los motores de la recuperación, impulsada por una mejora en las condiciones climáticas y la recomposición de la cosecha tras la sequía de años anteriores.
También el empleo en el sector privado mostró una evolución positiva, con un aumento del 2,2%. La industria automotriz registró un repunte en la segunda mitad del año, beneficiada por medidas de incentivo a la producción y el consumo.
Por el contrario, los sectores que afrontaron más dificultades en 2024 fueron la construcción, que acumuló una contracción del 35,9% debido a la caída de la obra pública y el comercio minorista, afectado por la pérdida de poder adquisitivo de la población. La recaudación fiscal también tuvo un año complicado, con una caída del 18,3% en términos reales.
Claves para el 2025
En comparación con crisis previas, el informe señala que la última recesión tuvo una duración superior al promedio de 19 meses y una caída de actividad del 8,3%, similar a la media histórica. Por otro lado, la velocidad de la caída de la última recesión fue menor que en otras recesiones, con una variación anualizada del -4,5%, por debajo del promedio de -5,3% registrado en crisis anteriores.
El informe destaca, asimismo, que de las últimas fases expansivas, este ha sido el mejor comienzo desde 2009, con un crecimiento acumulado del 4,9% en los primeros nueve meses de recuperación.
De cara a 2025, el desempeño de la economía dependerá de la consolidación del crecimiento en sectores clave como la industria y la construcción, así como del impacto de nuevas políticas económicas. Aunque el inicio de la recuperación ha sido sólido, será fundamental sostener la expansión y generar condiciones para un crecimiento estable en el mediano plazo.