La economía argentina continúa mostrando señales de debilidad, con crecientes preocupaciones sobre el futuro de las PyMEs y el consumo interno. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la actividad económica en julio registró una contracción del 1.3% interanual, aunque experimentó un ligero crecimiento del 1.7% en comparación con junio, en términos desestacionalizados.
Este escenario ha generado inquietud entre los analistas, especialmente debido a que la industria argentina lleva catorce meses consecutivos en descenso, acumulando una caída del 12.8% en lo que va del año. En medio de esta crisis, más de 9.000 PyMEs han cerrado desde diciembre de 2023, reflejando el impacto profundo de la recesión en el sector productivo.
Al respecto, el economista Kevin Castillo señaló en Ser Industria Radio que “el piso de la actividad económica se tocó hace varios meses, en marzo. Hay algunos pequeños esbozos de que podría llegar a mejorar ligeramente en el tercer trimestre, pero no estamos hablando de nada determinante”. Añadió que el 2024 “se recordará básicamente por la fuerte caída de la actividad económica”.
Inconsistencias en el Presupuesto 2025
El Presupuesto 2025 presentado por el Gobierno ha generado dudas en cuanto a sus proyecciones macroeconómicas. Castillo destacó que los supuestos planteados son poco creíbles, mencionando que “parece más un mensaje para inversores, bonistas y para el FMI más que algo que vaya a suceder”. Según el documento, se proyecta una inflación del 18% de punta a punta y un crecimiento económico del 5% interanual, cifras que el analista considera demasiado optimistas.
El director del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN) indicó que “en el Presupuesto las transferencias monetarias a las familias van a crecer en términos interanuales. Si va a haber un crecimiento en la actividad económica, las transferencias a las familias deberían bajar, porque la misma recuperación económica haría que menos gente necesite de transferencias del gobierno. Acá parece ser lo contrario”.
Impuestos
Respecto a los impuestos, existe controversia sobre los derechos de exportación, que podrían aumentar un 100% respecto de este año. Según el Gobierno, esta subida se explica porque este año no se adelantaron tributos, como hizo la gestión anterior a través del dólar soja 2023. Además, el Impuesto PAIS no funcionará durante el próximo año, lo que podría generar cierto alivio.
Castillo remarcó que “va a ser todo un desafío para el Gobierno poder reemplazar los fondos provenientes del Impuesto PAIS. El Impuesto a los Bienes Personales ya fue eliminado y aunque su recaudación era menor, era un ingreso importante”. Esto plantea la incógnita de cómo reemplazará estos ingresos en un contexto de contracción fiscal.
Riesgos
El analista advierte que “el presupuesto apunta a que si hay una desmejora en los recursos, va a ajustar todas las partidas que son de gasto discrecional. Ahí hay un problema, porque es un presupuesto que no brinda certidumbre respecto a cuánto va a gastar efectivamente”.
Asimismo, alertó sobre los riesgos de errar en los pronósticos macroeconómicos ya que “en este caso puede ser mucho más nocivo porque directamente impacta en cuánto se va a gastar y este presupuesto termina siendo una estimación de lo que podría llegar a pasar con el gasto, pero que puede ser reducido de forma muy rápida y clara”.
PyMEs y agroindustria
Sobre la posibilidad de que mejore la situación de las PyMEs y la agroindustria en 2025, Castillo sostuvo que dependerá del desenvolvimiento del RIGI y de la llegada de inversiones extranjeras que generen alguna mejoría en la actividad económica.
“El gobierno tiene un sesgo productivo más pro-exportador y no tanto vinculado al consumo interno. Las PyMEs en general abastecen la demanda interna, ahí no veo un buen panorama“, afirmó.
Además señaló que el posible crecimiento del 5% proyectado no necesariamente representa un mayor consumo porque “puede ser una mejora en los saldos exportables y no tiene porqué tener impacto en la vida de los argentinos”.
A su vez, Castillo analizó que el desenlace de la economía argentina depende en gran parte de cómo el gobierno enfrente los vencimientos de deuda de más de US$ 17.500 millones sumando capital e intereses. “Todo depende de cómo se implemente y qué resultados tenga la estrategia del gobierno en relación a captar dólares para poder, primero, hacer frente a los vencimientos de deuda que tiene para el año que viene, que son cuantiosos y generar alguna inversión extranjera directa de magnitud”, indicó.
“Si el gobierno no logra hacerse de los dólares para enfrentar todos los pagos que tiene para el 2025 o no logra patear esos pagos, la situación económica será muy difícil porque va a ser un año sumamente complicado”, concluyó.