A pocos días de un nuevo “Congreso Internacional de Coninagro”, la entidad publicó un adelanto de dos capítulos del libro que presentará, a diez años del documento “El Campo y la Política”, a candidatos a Presidente de la Nación y a Gobernador, entre otras personalidades vinculados al agro.
En uno de los apartados de la obra, un estudio revela que el bajo nivel de confianza es un rasgo característico entre los productores agropecuarios de la Argentina como consecuencia de las fallas en el diseño de políticas públicas. Esto se apoya en un indicador elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, denominado Ag Barometer, que cuenta con el apoyo metodológico de la Universidad Purdue de los Estados Unidos.
Consultado sobre los preparativos para el Congreso que se avecina, el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, indicó que “tenemos expectativa de llevar adelante una reunión de relieve político. Los presidentes de nuestras Federaciones, gerentes de cooperativas, consejeros y productores vendrán desde todo el país, así como un nutrido grupo de nuestra Mesa de Jóvenes”.
Invitados
Acerca de los invitados y expositores, Laucirica sostuvo que “hemos invitado a los principales exponentes de los distintos partidos políticos tras el resultado de las PASO. Está confirmada la presencia de la candidata Patricia Bullrich y también de Juan Schiaretti, mientras que estamos esperando alguna respuesta y definición del candidato Javier Milei o de algún referente de su espacio”.
“Por su parte, el ministro y candidato Sergio Massa había confirmado su participación al debate pero debió cancelarnos por cuestiones de agenda acerca de su viaje a Washington por el compromiso con el Fondo. Pero esto no queda ahí, también hemos hecho partícipes y seguramente tendrán su espacio, los candidatos a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, como Axel Kicillof y Néstor Grindetti, entre otras personalidades, analistas como Marcelo Elizondo, consultor internacional, Fernando Vilella, investigador UBA, Alejandro Katz, ensayista y escritor, entre otros”, agregó
¿Qué es el Ag. Barometer?
El indicador Ag Barometer, se elabora desde 2018 en base a un cuestionario de cinco preguntas. Indaga sobre las Condiciones Presentes y las Expectativas futuras, resultando 100 un valor de indiferencia. Por encima de dicho valor marca un sentimiento optimista y por debajo, un sentimiento pesimista. Desde su primera medición, en octubre 2018, solo en una oportunidad, estuvo por encima del valor de referencia. La serie muestra que en julio de 2019 llegó a un máximo de 137, de acuerdo a los datos aportados por el doctor Carlos Steiger, profesor titular y Director del Departamento de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral y Director Académico, MBA en Agronegocios y Alimentos por la misma casa de estudios.
A partir del índice alcanzado aquel año, “la confianza de los productores locales se ha visto afectada por el resultado de las PASO en agosto de 2019, por la amenaza de estatización de Vicentín, por la intervención en el mercado de las carnes con prohibiciones y cupos a las exportaciones y aumento de las retenciones en julio de 2021”, detalló el catedrático.
“También impactaron a partir de mayo de 2023 las condiciones macroeconómicas desfavorables: atraso cambiario, persistencia de las retenciones, el cambio en las reglas de juego a partir de las distintas versiones de Dólar Soja y la dramática sequía durante la primera mitad de 2023”, aseguró el especialista en agronegocios.
Al indagar sobre las expectativas futuras, una pregunta que se realiza cada 12 meses, se observa que “persiste entre los productores la preocupación por el desastre climático de la campaña 22/23 luego vienen las incertidumbres políticas y macroeconómicas que marcan la falta de un contexto predecible”, concluyó Steiger.
Digitalización
Las nuevas tecnologías digitales y las herramientas inteligentes se están volviendo cruciales para los sistemas agroalimentarios a partir del desafío de dar respuesta a una demanda creciente de alimentos por parte de la población y la preocupación por el cambio climático que está acelerando las demandas de sostenibilidad sobre la industria.
La conjunción de ambas ha dado paso al término “AgTech”, que refiere al uso de nuevas tecnologías en la industria global de alimentos, asegura en otro apartado del libro la doctora en Economía de la Universidad de San Andrés, Ana Inés Navarro, quien también se desempeña como Directora del departamento de Economía de la Universidad Austral, sede Rosario y Directora de la Maestría en Economía Aplicada de la Universidad Austral, en otro de los capítulos de “El Campo y la Política”.
Navarro asegura que “siendo Argentina uno de los grandes exportadores netos de alimentos del mundo, es necesario transformar toda su cadena agroalimentaria en una sostenible, con el objetivo de aumentar su eficiencia y reducir costos, mejorando la competitividad, la rentabilidad y la creación de empleo en la región”.
El ecosistema AgTech en Argentina se encuentra en sus etapas iniciales, no obstante lo cual tiene un perfil caracterizado por una base amplia de innovación general, y un creciente foco en áreas de agricultura extensiva y ganadería, describe Navarro.
En este contexto, la economista asegura que las cooperativas agrícolas son “esenciales” a la hora de lograr un futuro sostenible. Es por ello que los objetivos que Coninagro promueve se alinean de manera natural con los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en la Agenda 2030.
Financiamiento de las AgTech
Las Startups AgTech Sostenibles en Argentina y América Latina enfrentan “limitantes que les impiden de momento convertirse en compañías pujantes del sector”, asegura Navarro.
“La falta de certificaciones que los acrediten como tales hace que fondearse se torne prácticamente imposible y la fragmentación del mercado y la poca conectividad digital constituye otro de los desafíos más importantes que enfrentan los emprendedores para escalar sus proyectos”, describió la experta. Propone capacitar a los productores en prácticas de sostenibilidad a través de organizaciones de productores e instituciones agrícolas gubernamentales.
De manera complementaria, Navarro sugiere proporcionar beneficios fiscales a los productores que adopten prácticas sostenibles, facilitar el flujo de inversiones verdes hacia el sector AgTech Sustentable, mejorar la conectividad de los pequeños productores rurales y reducir los obstáculos burocráticos para que las Startups accedan a los mercados nacionales e internacionales.