La inflación del mes de agosto fue del 12,4% mensual y anualizada del 124,4%, casi los mismos números con diferentes interpretaciones. La incógnita es si los dos dígitos de agosto se podrían repetir en el mes de septiembre.
La suba de precios en agosto estuvo influenciada por el aumento del 22,0% en el tipo de cambio mayorista, eso no va a ocurrir en el mes de septiembre, ya que el tipo de cambio está congelado. La carne que se incrementó muchísimo en agosto, está a la baja en el mercado agro ganadero de Cañuelas, el mostrador no pudo convalidar los nuevos precios y ahora se reacomoda a la baja a la espera de que el consumidor pueda volver a las carnicerías. El equipamiento y mantenimiento para el hogar, no debería espiralizarse a la suba, ya que se congeló el tipo de cambio. Algo similar ocurre con la salud. En cuanto al consumo en restaurant, la demanda cayo notablemente y si los precios no bajan los salones seguirán con mesas vacías.
Esto implica que la recesión le pondrá un techo a la suba de precios, en una economía en donde el 50% de los empleos son informales o cuentapropistas, no hay espacio para seguir convalidando mayores aumentos en los meses que vienen.
El relevamiento de expectativa de mercado (REM), que expresa los pronósticos de las 36 consultoras dan cuenta que la inflación en septiembre seguiría en dos dígitos, han pronosticado para agosto una inflación del 11,6% y para septiembre el 11,5%. Desde nuestro punto de vista creemos difícil que se repitan los dos dígitos. Aunque no nos libraremos de un escenario de alta inflación.
Para los próximos 12 meses el REM pronostica una inflación del 190% y un dólar mayorista en $ 979,23. Los 10 mejores pronosticadores de la Argentina creen que la inflación para los próximos 12 meses sería del 203,2% y el dólar mayorista estaría en $ 1.000,72.
De estos pronósticos se desprende que la Argentina viajará a una velocidad de alta inflación por bastante tiempo. Por otro lado, el dólar mayorista subiría en 12 meses 180% y estaría aumentando por debajo de la inflación esperada, según la media de los analistas que informan sus proyecciones al Banco Central.
Momentos críticos
Los momentos críticos que se avecinan en la economía se producirían luego de las elecciones presidenciales.Si hay un ganador en la primera vuelta, creemos que la política monetaria y cambiaria se descongelaría y daría lugar a un reacomodamiento de precios.
Si no hay definición en primera vuelta, creemos que el tipo de cambio seguirá congelado hasta la definición de las presidenciales el 19 de noviembre próximo.
En cualquier caso, este congelamiento del tipo de cambio no se puede sostener en el tiempo. Por ende, tendremos un efecto resorte una vez que se defina quien gobernara la Argentina en los próximos 4 años.
Los meses críticos serían noviembre, diciembre y enero, tendríamos definido quien gobernara nuestro país y las condiciones de gobernabilidad con las que se tiene que enfrentar. Hasta el mes de abril no hay un importante ingreso de dólares de la exportación y tendrá que administrar los pocos dólares que hay en las arcas del Banco Central. Tendrá que ajustar el presupuesto público, realinear los precios relativos de la economía quitando subsidios y adecuando la política cambiaria.
El presupuesto no podría ser deficitario, ya que no hay fuentes de financiamiento disponible. Un nuevo acuerdo con el FMI estaría arriba de la mesa y habría que definir qué sucede con la deuda de los importadores, ya que muchas compañías. si no reciben los dólares para realizar pagos al exterior, caerían en cesación de pagos con sus proveedores.
El reacomodamiento de precios relativos será inevitable, inflación y tasa de devaluación podrían ser muy elevadas, la consecuencia sería una alta recesión.
¿Qué nos dice el mercado?
En primer lugar, que no hay definición electoral el próximo 22 de octubre, el dólar futuro de la posición octubre vale $ 399,50 y el vencimiento asciende a los U$S 876 millones. Es un valor bajo si se lo compara con el valor de $ 350 del dólar en la actualidad. Si el mercado descontara un ganador en octubre, esta posición debería valer más de $ 450 y el volumen superar los U$S 1.500 millones.
En segundo lugar, el dólar futuro noviembre vale $ 479, esto implica que el mercado está descontando un ganador, para diciembre cotiza en $ 615, y enero $ 698. La mayor suba en términos porcentuales se da entre diciembre y noviembre con una brecha del 28,4%. Gane quien gane, hay ajuste del tipo de cambio. Lo dice el mercado.
En tercer lugar, los mercados de acciones y bonos están realizando un recorrido bajista, esto es muy bueno, porque estamos a 38 días de las elecciones del 22 de octubre y nos parece que el mercado se está agazapando para realizar un rally alcista importante, de cara a la definición electoral.
En cuarto lugar, las fechas claves serán el 1 y 8 de octubre cuando se lleven adelante los debates presidenciales. Aquí se comenzará a notar si alguien puede ganar en primera, o quienes se perfilan para la segunda vuelta.
La política y los mercados van de la mano, la intensidad de la suba en los mercados determinará cuan cerca estamos de una definición electoral en octubre. Todos los días el mercado vota, por ahora y solo por ahora, sigue el signo de interrogación, pero hagan sus apuestas. Se puede ganar mucho dinero en los 38 días que restan, los motores están en marcha, pero las cubiertas todavía están frías para que los mercados tomen velocidad.