La Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA) cumple hoy 51 años y lo celebra anunciando nuevos programas orientados a mejorar la competitividad, eficiencia y sustentabilidad de las empresas.
En una conversación exclusiva con serindustria.com.ar, Guillermo Siro, presidente de la entidad, renovó su compromiso de trabajar por y para el sector productivo de la provincia de Buenos Aires.
El dirigente, que este año renovó mandato, resaltó el trabajo que lleva adelante junto a la Comisión Directiva, que a pesar de las adversidades que han debido enfrentar el comercio y la industria, acompaña a todos sus asociados que se encuentran a lo largo y a lo ancho del territorio bonaerense. También ponderó la acción coordinada que desarrollan con la UIPBA, ADIBA y FEBA.
¿Cuáles son los principales objetivos que se ha propuesto la entidad?
Estamos trabajando para atender lo que realmente necesita el sector productivo. La clave es mejorar la eficiencia, productividad y sustentabilidad de nuestras empresas. Desde CEPBA, nuestro enfoque está en los empresarios, no en los funcionarios. Esto no significa que no tengamos buena relación con los niveles de gobierno, pero nuestra eje, nuestra mirada, está puesta en nuestros asociados.
CEPBA tiene un Programa de Eficiencia Energética. ¿Cómo marcha?
Ese Programa es un gran éxito, ya que más de 100 empresas lo han consultado o implementado, logrando mejoras y la reducción de sus costos energéticos en un 40%. Contempla a industrias, comercios, la producción agropecuaria, panaderías, en fin, todos los sectores que representamos. También hemos apoyado proyectos como el de la empresa Albano Cozzuol, en su sucursal de Malvinas Argentinas, para seguir mejorando la competitividad.
¿Qué otros programas tienen en agenda?
En febrero lanzaremos el programa de Eficiencia Fiscal y Financiera, además del de Promoción y Eficiencia en Recursos Humanos. De hecho, ya lo presentamos en Berazategui junto a FOCAVA y ProBuenosAires, en alianza estratégica con la AMIA, y pronto lo extenderemos a la Región Capital de la provincia. Es muy importante mejorar la gestión y las tesorerías de las empresas. También estamos llevando a cabo, con la Secretaría de Trabajo en programas de Formación Profesional, para capacitar tanto a trabajadores ocupados como desocupados, procurando su reinserción en el mercado laboral.
¿Qué importancia le asignan a la formación y el emprendedurismo?
Para nosotros, la capacitación es clave. Pero también guiamos a los emprendedores en su visión de negocio, porque no es lo mismo ser mecánico que tener un taller mecánico. Acompañamos ese desarrollo, tanto para los que desean emprender como para quienes quieren insertarse como trabajadores en el sector productivo. También entendemos que los trabajadores deben tener mayor poder de compra y para ellos es fundamental que el estado tome las medidas necesarias para reducir costos laborales sin dejar de mejorar la productividad. El gran desafío es el costo, porque un trabajador que gana un millón de pesos, para nosotros implica un costo de $ 2.300.000. Lo que no va a su bolsillo se lo llevan el estado, el salario diferido, las previsiones por la industria del juicio y todo lo que está mal en la provincia de Buenos Aires e intentaron agravar, tenemos que costearlo porque si no la empresa no sobrevive. En ese costeo tenemos que trabajar para que el trabajador a través de la efectividad, eficacia y eficiencia en la prestación del servicio sea productivo.
¿Cómo atraviesan las PyMEs esta etapa económica?
La situación es muy dura. Nuestra expectativa es que se revierta, ya que observamos que el sector de la macroeconomía ve con otros ojos la realidad porque la Argentina ha recuperado su prestigio, su capacidad, bajaron el Riesgo País a menos de 1000 puntos y los tipos de cambio. Los sectores energéticos y mineros muestran una recuperación, así como el transporte, en parte por el auge del delivery y la venta de motos. Sin embargo, el acero, la construcción y el textil están operando al 50% de su capacidad instalada. Otros cayeron entre un 20% y un 24% y esto impacta en toda la economía. Vemos la situación con mucha cautela, pero mantenemos la expectativa de que la recuperación está en camino.
¿Cuál es la postura sobre la apertura de importaciones?
Nuestra industria puede competir con cualquiera si las condiciones son iguales para todos, pero actualmente la presión tributaria y los costos laborales son altísimos. Además, competimos con países que no cumplen con normas internacionales como las de la OIT. Es necesario que el Estado proteja al sector industrial, que es el que genera riqueza, empleo y dinamiza las economías regionales.
¿Cuáles son las expectativas para el 2025?
Quienes trabajamos y damos trabajo hemos soportado gran parte del ajuste. Necesitamos un período de estabilidad, de 10 a 15 años, con políticas que fomenten la competitividad y una presión fiscal razonable. Hay que consolidar lo avanzado y sentar las bases para un crecimiento sostenido a largo plazo. Este año la baja inflacionaria es notable. Fue alcanzada con gran esfuerzo, fundamentalmente de los que trabajamos y damos trabajo. Esperamos que en 2025 se compensen los esfuerzos realizados.
¿Cómo logran sostenerse?
Vamos utilizando la que ganamos en 2023. Cuando uno mira los valores del 2024 los tiene que comparar con el 2018 y en ese sentido estamos más o menos bien, aunque estábamos en una crisis. No podemos comparar un año par con un impar, porque en Argentina son años electorales. El último par normal fue el 2018, porque el 2020 tuvimos la pandemia y en el 2022 la recuperación de la pandemia. Además, aumentó mucho la presión tributaria. En 2018 la energía era un insumo pagable y eso cambió. No solamente por el costo, sino ante la imposibilidad de pago. Lo estuvimos trabajando y nos lleva a firmar un convenio con Allaria, una billetera electrónica para el sector comercial. Los supermercados pagan un promedio de $ 2 millones de luz, porque los municipios y las cooperativas cobran cualquier cosa, no cumplen las Resoluciones del órgano de control, OCEBA y la justicia tampoco obliga a cumplirlas. Las ventanillas no pueden cobrar esas sumas o cobran un costo extraordinario de $50.000.
¿Qué dificultades deben resolverse con urgencia?
La energía es uno de los mayores desafíos, con costos que siguen aumentando y tarifas difíciles de pagar. Es un obstáculo serio. El Estado mejoró sus ingresos a través de estas tarifas porque el 50% son impuestos nacionales, provinciales o tasas municipales. Es un impuestazo encubierto. En ese sentido estamos impulsando que el Estado haga ajustes y se sume al esfuerzo. El camino es arduo, pero creo firmemente en el potencial productivo de la provincia de Buenos Aires.