En una ceremonia realizada en la embajada de Uruguay en la Argentina, el economista Ignacio Munyo, presentó su libro “La construcción de la esperanza, reflexiones sobre las fortalezas y mejoras para el Uruguay del futuro”.

Acompañaron al escritor, el embajador uruguayo Carlos Enciso Christiansen, el vicerrector de la Universidad de San Andrés, Martin Rossi y la consejera de Cultura, Silvana Della Gatta.

También asistieron el embajador de Bélgica, Karl Dhaene, la embajadora de Finlandia, Nicola Lill Lindertz, el presidente del CARI, José Octavio Bordón y representantes de Emiratos Árabes Unidos, entre otras personalidades.

El autor hizo la licenciatura en Economía en Uruguay y cuenta con un master obtenido en Chigago y el doctorado en la Universidad de San Andrés Buenos Aires. Actualmente es Director Ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), con sede en Montevideo.

Ignacio Munyo analiza las políticas públicas

A través de su trabajo, Munyo analiza políticas públicas y ofrece una perspicaz visión sobre el camino que Uruguay puede tomar hacia un futuro más próspero y esperanzador. El libro resume una década de investigación, experiencias internacionales y diálogos con líderes mundiales.

Mira más allá de las dificultades actuales. Basándose en una sólida base de evidencia y análisis, plantea una visión optimista sobre el futuro de su país y contempla temas claves, como la inserción internacional.

Dividido en diez capítulos, el texto presenta un tono amigable y accesible para el lector, que facilita la comprensión y la asimilación de ideas complejas. El autor aboga por la libertad y el entendimiento, creyendo en la importancia del intercambio de ideas en el marco de la democracia.

“Gran aporte”

Al abrir el encuentro, el embajador Enciso Christiansen destacó la capacidad profesional de Munyo y la importancia del CERES que “hizo un gran aporte a nuestro país desde la Academia, al integrar diferentes grupos multidisciplinarios”. Recordó que el economista y ex canciller del Uruguay, Ernesto Talvi, fue Director Académico de la entidad.

Seguidamente, Martín Rossi, sostuvo que “algunos capítulos de esta obra trascienden la realidad política de Uruguay y pueden aplicarse a otros países”. Definió a Munyo como “un intelectual serio, capaz de producir información profunda y de calidad en forma rápida, motivado por las políticas públicas de Uruguay”.

Opinó que “el hilo que conduce este libro es cómo pensar las políticas basado en evidencia rigurosa”.

Un país sin grieta

Al explicar su trabajo, Ignacio Munyo destacó que Uruguay “alcanza 38 años de democracia, el período más largo de su historia, rico en matices y épicas de los presidentes, pero ha superado eso. Se ha logrado un sentido de unidad nacional. No hay grieta, sino un arroyo que permite dialogar”.

Tras señalar que “la motivación de este libro es compartir conocimientos y experiencias, bajarlos a tierra”, sostuvo que “Uruguay puede despegar, pero sin recursos humanos las oportunidades no pueden aprovecharse”. Afirmó que “es necesario incrementar la población para generar dinámicas” y citó a Juan Bautista Alberdi al considerar que “gobernar es poblar”.

Dijo además que su país “tiene una línea de desarrollo, pero aún está a mitad de camino. La receta es clara, el tema es aplicarla bien” y expresó su preocupación por “los niveles de pobreza, que son relevantes”.

También hizo referencia a la cuestión carcelaria. Precisó que “con 15.000 presos, estamos en el top ten mundial. Es una cifra alta para la población que tenemos. Además, sabemos que las cárceles no rehabilitan en Uruguay, Holanda ni Estados Unidos”.

En el último tramo de su presentación, reconoció que en el mundo existe “temor al desarrollo que viene de la mano de la tecnología y la crisis del sistema educativo.

Eso nos deja un futuro complicado, pero este año comenzó la transformación educativa”.

Al respecto, precisó que “las habilidades blandas son muy poco frecuentes en la oferta educativa, pero son cada vez más necesarias”.

Finalmente, resaltó la importancia de estimular la libertad individual y aseguró que “el estado debe confiar en las personas y apoyarlas, para lograr su desarrollo productivo y alcanzar su crecimiento”.