América Latina como un socio global es el eje del viaje que el mandatario, Xi Jinping, inició por cuatro países de la región para ampliar las inversiones y tentar a empresarios locales para que se animen a colocar sus productos en el gigante asiático.
“China tiene 1.300 millones de habitantes y América Latina unos 600 millones, es decir que entre los dos sumamos casi dos mil millones de personas, una cifra más que importante para profundizar el intercambio bilateral”, explicó Xu Yingzhan, directora General de América y Oceanía del Ministerio de Comercio chino.
Esa visión de bloque de América Latina que busca imponer Beijing con su mirada se traduce a la realidad en una intensa agenda que desde el año pasado Xi viene realizando por distintas naciones de la región, sabiendo que en la práctica los acuerdos deben ser entre países.
Así, en 2013, visitó México, Costa Rica y Trinidad y Tobago y en la presente gira tocará Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba.
Nunca antes un presidente chino tuvo tan en cuenta a la región con comitivas que, como la actual, se acercan a doscientos de empresarios.
Automotrices, servicios, petroleras, mineras, ferrocarriles, hidroeléctricas y caminos son algunos de los rubros que estarán representados junto a Xi.
El impactante desarrollo que tuvo China en los últimos 15 años le permite ofrecer al mundo la tecnología e infraestructura de la que carecen países de este lado del continente.
Para la Argentina, la oportunidad de inversión estará dada por una delegación compuesta por empresarios dedicados a los sectores tradicionales, así como a otros con mucho potencial como las empresas interesadas en desarrollo de la infraestructura.
“Trabajarán en los productos no convencionales como por ejemplo vinos, productos de mar, carnes vacunas y lácteos, que no suelen ser comercializados entre ambas partes”, precisó Xu.
China es el fenómeno mundial de crecimiento que en los últimos 20 años logró ponerse a la cabeza de las potencias emergentes en base a un desarrollo sólo comparable a su impresionante población que parece no descansar jamás, día y noche, en las convulsionadas y atestadas calles de sus principales ciudades.
Por eso, frente a ese descomunal desorden, puede desplegar un abanico tan variado de propuestas de inversión para la muy contaminada Beijing -el sol puede dejar de existir varios días a la semana gracias a su polución ambiental-, para Xian o para Shangai, la Manhattan del gigante asiático, cuyos empresarios estarán representados en la gira.
Xian, antigua capital que albergó a 13 dinastías y es el actual tercer centro de desarrollo científico y tecnológico nacional, estableció en 1991 una zona industrial de 307 km2 que ya tiene la friolera de 19.100 empresas registradas.
Sólo una muestra de su dimensión está dada por la coreana Samsung, que se estableció en 2012 con un primer tramo de inversión de 7.000 millones de dólares. En esa zona cada día hay 15 empresas nacionales y extranjeras que piden registrarse.
La variopinta oferta de producción abarca, entre otros rubros, automotrices (con un impresionante desarrollo de autos eléctricos), drones, celulares, maquinarias varias, armas, infraestructura para caminos y componentes para petroleras y mineras.
Shangai, el centro económico y financiero de China que representa el 14% del presupuesto nacional, también estará presente en la gira latinoamericana, según explicó Fu Jihong, vicedirector general de la Oficina de Relaciones Exteriores del Municipio de Shangai.
Con sus 24 millones de habitantes, un ingreso per cápita de 10 mil dólares y una desocupación de apenas 4%, Shangai va a buscar inversiones principalmente en los rubros de construcción y manufacturas, en tanto las ofrecerá en servicios, biomedicina, turismo, exposiciones y consultoría.
Gigantescas torres que brotan como cañas de bambú, autopistas que la surcan como venas a un cuerpo, calles iluminadas al estilo Times Square, centros comerciales con las principales marcas del mundo y, por supuesto, el “Wall Street” local que lo acerca mucho más a ese corazón financiero de Manhattan que a la milenaria china que allí parece anidar sólo en el recuerdo.
Al punto que el 60% de sus recursos provienen de los servicios. Y por eso, Fu no duda en asegurar que está en condiciones de albergar al Banco Brics si, como se prevé, el organismo que nuclea a las potencias emergentes de Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica decide que su sede esté en Shangai.
Ese, precisamente, es otro de los puntos fuertes de la gira de Xi por América Latina: la cumbre de los Brics que tendrá a la brasileña Fortaleza como sede y en la que Argentina tiene depositada la esperanza de ser uno de los nuevos países admitidos como miembro. China ya le anticipó su apoyo.