El gobierno nacional presentó, la semana pasada, en el Congreso el proyecto de ley para la Promoción del Gas Natural Licuado (GNL), a través de una exposición de la secretaria de Energía, Flavia Royon.
Sin embargo, no es la primera iniciativa sobre este tema, ya que, desde 2020, existe un antecedente, impulsado por el diputado nacional Francisco Sánchez, representante del Pro de la provincia de Neuquén.
En diálogo con Ser Industria Radio, el legislador señaló que la propuesta del Ejecutivo despierta suspicacias debido a que está legislando específicamente para un acuerdo entre dos empresas, YPF y Petronas y no para todo el sector. Además, resaltó la falta de transparencia, recordó lo firmado entre YPF y Chevron, y abogó por una mayor claridad, respecto de los beneficios para el país.
Sánchez también destacó la necesidad de generar condiciones favorables para atraer inversiones y promover el sector en general. Al respecto, mencionó su propio proyecto de ley que contemplaba beneficios para las PyMEs y la importación de equipos modulares más pequeños.
Además, hizo hincapié en que el desarrollo de Vaca Muerta ha tenido un impacto significativo en la provincia de Neuquén. Pero advirtió sobre la necesidad de gestionarlo para garantizar el bienestar de las comunidades locales y aprovechar los ingresos generados para el desarrollo económico de la comunidad.
¿Cuál es su visión sobre el proyecto de ley para el GNL presentado por la secretaría de Energía?
Es un proyecto dirigido específicamente hacia el acuerdo que tiene YPF con Petronas, una de las principales compañías de GNL del mundo. El GNL es una forma de transporte el gas al que se lo enfría a tal nivel que se lo reduce en 600. Es una tecnología muy difícil de desarrollar, cuesta muchísimo dinero hacerlo. Por eso se necesitan inversiones extranjeras. En este caso la empresa malaya tiene recursos suficientes como para hacerlo. Si bien YPF es nuestra empresa de bandera, el 49% es privada. Por lo cual no deja de ser un acuerdo entre una sociedad anónima en Argentina con una empresa extranjera. El Poder Ejecutivo está impulsando un acuerdo entre dos empresas cuando podría hacerlo para todo un sector. Eso genera ciertas suspicacias. Sobre todo, porque en Neuquén ya padecimos el acuerdo YPF Chevron del que todavía no hay claridad sobre qué implica y qué alcances tiene. Se lo dejó en las sombras. Si es algo bueno que nos sirvió a todos, tendría que ser transparente. Dicen que YPF es una empresa nacional y por eso se le van a dar todos los beneficios, pero después cuando queremos que sea transparente es una sociedad anónima. La falta de transparencia es el principal punto. Después hay varias cuestiones que derivan de ahí y pueden ser discutibles.
El proyecto habla de una inversión de US$ 50.000 millones. ¿Ese dinero lo pondría todo Petronas o también YPF?
Seguramente hay una inversión de YPF. Estamos hablando de inversiones a lo largo de mucho tiempo, que se van a ir haciendo también con las ganancias que se obtengan. YPF hoy es una empresa superavitaria, podría ser muchísimo más eficiente, pero la política está en el medio, porque hay muchos integrantes del oficialismo que integran la empresa sin necesidad. YPF es una empresa gerenciada por gente súper profesional. Hay cargos medios de excelencia y personas con una gran experiencia, con conocimiento, que han desarrollado la empresa a un excelente nivel. Pero también hay demasiado cargo político y demasiado interés político. En Argentina hoy no hay dólares, está clarísimo que no hay ninguna empresa que los tenga. La malaya los puede conseguir en el mercado financiero internacional. Pero para eso necesitan que se establezcan determinadas condiciones. Por eso este proyecto de ley, responde justamente a esas necesidades.
¿Lo correcto hubiera sido primero tener la ley y después buscar el acuerdo?
Lo lógico hubiera sido que, si se va a hacer un acuerdo, primero hagamos una licitación y veamos qué empresa a nivel internacional está interesada. Se debería hacer una ley de promoción de GNL como la que presenté en el año 2020, mucho antes del acuerdo entre YPF y Petronas.
¿Qué pasó con ese proyecto?
Lo presenté hace tres años, entendiendo que era una excelente forma para desarrollar la actividad en Argentina. Para eso se tienen que generar determinadas condiciones. Para redactarlo, consulté con distintos actores del sector, Argentina tiene mucha experiencia en desarrollo de gas, pero no hay recursos para llevar adelante estas inversiones, por lo que hay que promocionarlo de alguna manera. El año pasado insistí con el proyecto. Se lo presenté al entonces secretario de Energía, Darío Martínez, también al entonces ministro de Economía, Martín Guzmán y lo envíe a cada uno de los diputados de la comisión de Energía. Sin embargo, no tuvo posibilidad de tratamiento. Ahora el Ejecutivo promociona un proyecto de ley específicamente para este acuerdo, cuando podría hacerse algo que beneficie a las PyMEs, que también podrían estar invirtiendo. Estamos hablando de inversiones superiores a US$ 1000 millones, cuando Argentina necesita en este momento para desarrollar más Vaca Muerta, tanto en petróleo como en gas. La importación de equipos de perforación que necesita cada uno, puede salir unos US$ 50 millones. Se necesitan al menos 30 equipos de perforación. En Pearland, Estados Unidos, hay en este momento cerca de 3.000 equipos de perforación. En Vaca Muerta llegamos a 300, si sumamos 30 vamos a estar muy bien. También faltan set de fracturas, cada equipo sale unos US$ 50 millones, necesitamos unos diez equipos y no se puede importar. No estamos hablando de tanto dinero, si podemos hacer leyes de promoción para todo el sector, no queda tan en evidencia que el proyecto de ley del oficialismo se dirige específicamente a un acuerdo.
Los beneficiarios del proyecto del Ejecutivo serían quienes apunten a proyectos integrados, que contemplan la perforación del pozo, la construcción de los gasoductos y la planta de licuefacción. ¿Esto sacaría del juego a empresas medianas?
Exactamente. Estamos refiriéndonos a un proyecto a medida del acuerdo que firmaron YPF y Petronas, que implica inversiones gigantes. No me parece mal, no estoy diciendo que no deberíamos legislar sobre eso. Pero, hagámoslo sobre toda una actividad que puede verse efectivamente beneficiada a través de la apertura del oficialismo y de la oposición en avanzar en un proyecto de ley.
¿Su proyecto contempla el desarrollo de PyMEs del sector?
Sí. También implica que se pueda dar lugar a la importación de equipos modulares más pequeños para la producción de GNL. Pero quiero aclarar que no estoy hablando mal del proyecto actual completo. También puede beneficiar a PyMEs pero van a ser contratadas a partir de ese proyecto por YPF y Petronas y va a beneficiar a los trabajadores porque va a producir más mano de obra. Lo que estoy diciendo es que podemos hacerlo mucho mejor que lo que plantea el Ejecutivo.
¿Vaca Muerta cambió la vida de los neuquinos?
Ha cambiado muchísimo. Está ingresando muchísimo dinero. Uno sale de Neuquén y entra a otras realidades provinciales. Se nota mucho el contraste, que genera muchas desigualdades, es normal que las haya, es natural y es lo más humano. Pero cuando se generan de manera violenta, porque hay mucha diferencia, genera muchas distorsiones. Lo que más me preocupa es que se lleve adelante este desarrollo de manera amigable con el ambiente. Sé que, en líneas generales, las cuestiones ambientales están bastante bien resueltas, pero hay que estar mirándolo permanentemente. Es una actividad que requiere muchísima supervisión, porque si no se preservan la tierra, el aire, el agua, pueden generarse daños a largo plazo. Hay que estar muy atentos a eso. Fuera de esas cuestiones, lo que debemos cuidar es a las personas que viven actualmente en esta zona. Vimos otros desarrollos de petróleo y gas, en otros momentos de Argentina y de Neuquén y prácticamente diría que para el desarrollo económico de las poblaciones no quedó nada. Se extrajo el petróleo, el gas, se favoreció a muchos sectores, pero no se dejó nada para las poblaciones locales. Uno recorre Añelo, que es la capital de Vaca Muerta, y no solamente se ve muchísima pobreza, sino que hay sectores que por ejemplo no tienen gas. Eso es inexplicable. Un desarrollo económico que no favorece a los habitantes de la región donde se explota, es contradictorio y creo que esas cuestiones deberían ser prioritarias.
¿Deberían contemplarse estas condiciones en la misma ley?
No creo. Pero sí deberíamos pensar que la cantidad de dinero que ingresa a las provincias debería ser ocupadas para ese desarrollo. En Neuquén entró y está entrando mucho dinero y no se está gastando bien, no se usa para el desarrollo económico de la región. Estamos gastando la “joya de la abuela” desde hace mucho tiempo, sin generar el desarrollo para todos los sectores. No estamos aprovechando esa oportunidad para desarrollarnos económicamente en otras facetas y generar las condiciones para que la gente viva bien.
