El consultor tributario, docente y autor de “Una bolsa de impuestos” y “Manual de criptomonedas”, Marcos Zocaro, explicó las razones por las cuales la stablecoin de Terra (UST) sufrió una caída en su cotización que la llevó a prácticamente desaparecer.
En diálogo con Ser Industria Radio, el experto hizo hincapié en el protocolo que Terra tenía para hacer que su moneda estable tenga paridad 1 a 1 con el dólar. Asimismo, dio su parecer sobre si este caso puede ser comparado con el de Generación Zoe.
Zocaro destacó las virtudes de Bitcoin sobre el resto de las monedas digitales, señaló las diferencias entre las distintas stablecoins y puso de manifiesto que en Argentina hace falta educación financiera.
Hubo una fuerte caída del precio de las criptomonedas, principalmente tuvimos el caso de Terra. ¿Cuál es tu análisis?
Todo el sistema financiero tuvo un cimbronazo. En el caso de las criptomonedas dos factores influyeron bastante en el precio. Recordemos que hace poco más de una semana la Reserva Federal de Estados Unidos subió, después de varias décadas, la tasa de interés de referencia para pelear contra la inflación, que sólo en Estados Unidos es del 8,3%. Esa suba provocó el famoso fly to quality o “vuelo a la calidad”, por el cual muchos inversores desarman sus carteras de activos riesgosos como pueden ser criptomonedas o determinadas acciones, inversiones en países emergentes y se refugian en activos menos riesgosos. Esto no sólo provocó que bajaran muchísimo las monedas digitales, sino que también hay acciones, por ejemplo, las de Mercado Libre que en un sólo día cayeron 20%. Debido a esta baja, una criptomoneda llamada Terra, a su vez ofrecía otra criptomoneda estable llamada UST, que supuestamente siempre tiene que valer un dólar o prácticamente un dólar. Pero esta moneda era estable por un algoritmo, no tenía ningún activo subyacente de respaldo. Su precio variaba de acuerdo a la cotización de Terra. Al bajar mucho su precio, la paridad 1 a 1 de UST con el dólar se vino a pique y desmoronó todo el sistema. Los inversores salieron rápidamente e incluso había un protocolo dentro del sistema Terra que te daba casi un 20% anual en dólares. Era bastante sabido que esa “inversión” tenía patas cortas, porque no era sostenible en el tiempo. Hay números, obviamente esto es bastante impreciso dado el contexto, en los cuales se mostraría que en Argentina se perdieron más de 400 millones de dólares del ecosistema Terra. Hubo gente que tenía invertido todo su dinero en UST. Muchos veíamos a esta cripto como muy peligrosa, pero estas monedas estables, que valen siempre o casi siempre un dólar, no son todas iguales. Hay monedas estables que siempre valen un dólar pero que tienen como activo subyacente depósitos bancarios. USDC, USDT son monedas estables emitidas por una empresa y por cada moneda que emiten tienen depositado un dólar en un banco, eso está auditado. En cambio, la UST de Terra, dependía de la cotización de otra criptomoneda. Es un sistema que por lo menos por ahora no ha demostrado ser exitoso.
En el caso de UST, ¿estaba bien venderla como una moneda estable?
Todos estos tipos de monedas se venden como estables, pero aun las que tienen respaldo, a veces en estos años han perdido la paridad 1 a 1 con el dólar, al menos por un tiempo y se han recuperado. En este caso, UST era una moneda estable pero algorítmica. El sistema por el cual mantenía la paridad 1 a 1 con el dólar no era sostenible en el tiempo y a su vez dentro del propio ecosistema muchos inversores volcaron sus inversiones al ecosistema Terra porque uno de los protocolos más grandes, incluso utilizado por muchos exchange locales, era el de Anchor, donde depositaban la stablecoin y prometían un 20% de interés anual en dólares. El sistema estaba armado en un castillo de naipes y con el primer cimbronazo desmoronó todo. Pero hay que marcar la diferencia entre estas criptomonedas poco confiables con, por ejemplo, Bitcoin que es la más confiable que existe en el mercado, porque es descentralizada por lo cual no existe ninguna empresa detrás, ninguna Fundación como si tenía Terra. No hay una persona detrás manejando los hilos, sino que, justamente, uno de sus principales puntos fuertes que le da valor es la descentralización.
¿Se podría comparar con lo que pasó con Generación Zoe?
Quizás hay que esperar un tiempo más para ver realmente qué fue lo que pasó con Terra. No creo que el fundador de Terra, el coreano Do Kwon y la Fundación de Terra hayan planeado una estafa. Hay que esperar un tiempo para ver si hay alguna investigación. Para mí, desde su origen, el sistema estaba condenado al fracaso por sus debilidades. El caso de Zoe Cash fue una estafa armada por una persona que sabía lo que hacía y básicamente, como hablan las denuncias, desde el origen estaba preparado para estafar. Acá es diferente, fracasó el proyecto por la debilidad de los que lo llevaron adelante.
¿Cómo afecta este tipo de situaciones al ecosistema cripto?
Por un lado, no le hace bien al ecosistema ya que quizás muchas personas que todavía no están interiorizadas en el asunto y veían con temor empezar a invertir, ahora lo piensen no dos veces, sino cuatro. A su vez, a mediano plazo puede dejar una enseñanza a muchas personas de tener cuidado a la hora de invertir en algo que quizás no entienden. También la importancia de diversificar. Hay personas que tenían todo su capital invertido únicamente en Terra y hoy están en la lona. Falta mucha educación financiera en ese sentido y esto quizás ayude a concientizar.
¿Si tuviéramos un ente regulador, podría existir Terra?
Vamos a suponer el caso Bitcoin que es descentralizado y está en cierto sentido regulado. En Argentina se intentan cobrar impuestos por operaciones con Bitcoin, dejando de lado todos los grises legales que hay. También en lo legal se menciona a los criptoactivos, pero el Gobierno no puede prohibir que exista debido a que es descentralizado. Lo que podría hacer el gobierno es regular, tanto en Argentina como en cualquier otro país, a las empresas que proveen o facilitan el acceso a estas criptomonedas. Vimos el caso del banco Galicia que hace unos días lanzó un servicio, también lo hizo el banco digital Brubank, por el cual cualquier persona a través de home banking podía comprar monedas digitales, en cuestión de dos click. El sistema funcionaba de la siguiente manera: el Galicia facilitaba la compra a través de home banking pero no lo vendía directamente, sino que el vendedor era Lirium, una empresa fundada por argentinos en Europa. Tres días después, el 5 de mayo, y luego de que se calcula que más de 9 mil personas accedieron a la compra de criptomonedas a través de ese sistema, el Banco Central publicó la comunicación 7506, donde prohíbe que los bancos faciliten la compra de criptomonedas. El servicio del Galicia duró sólo tres días. El banco se comprometió a devolver a sus clientes, lo invertido más una compensación. En este caso, el Banco Central prohibió directamente y la regulación no es justamente prohibir. Quizás lo mejor hubiese sido, en este caso, controlar qué moneda se ofrecía, porque Bitcoin es diferente a una criptomoneda desconocida. Por eso, los exchange locales no venden todas las criptomonedas, sino las más importantes.
¿Banco Galicia pudo ofrecer este servicio sin la autorización del Central?
Hay varias hipótesis. Es raro que, siendo el banco más importante del país, haya tomado una decisión de esta envergadura sin consultar a la autoridad monetaria. Una de las teorías es que lo consultó, le dieron el ok pero después el Central se echó para atrás. Otra teoría es que no lo consultó, se arriesgó a que lo prohíban y fue una simple jugada de marketing. Me inclino por la opción de que lo consultó, porque siendo el principal banco del país arriesgarse a no hacerlo y salir con este servicio sin ser autorizado, es peligroso. Pero todo puede ser.