La embarcación de 110 metros de eslora y 18 metros de manga había sufrido extensos daños en su banda de babor a raíz de un accidente en el Paraná en el mes de diciembre pasado. La avería demandó, en este sentido, el reemplazo de 60.000 kilos de chapa entre el acero de casco de su obra muerta, tanques de lastre y carga como así también, en el sector de alojamientos de la tripulación.
El tratamiento de los tanques de lastre se realizó según regulaciones PSPC. La preparación superficial para la aplicación de la pintura que cumple con estas regulaciones consiste en matar todos los cantos vivos de la chapa cambiada durante la reparación, la limpieza exhaustiva para evitar contaminación, el tratamiento con flow final, secado y aplicación de esquema.
Además, el sector de Habitabilidad del Complejo renovó cuatro camarotes a nuevo, el puente de navegación – en el que se procedió asimismo, al desmonte eléctrico y nuevo tendido de cables -y la sala de espuma.
Cabe destacar que, a pedido del armador, los trabajos de calderería y pintura fueron a calidad de construcción y certificados por el Lloyd´s Register, clase que lleva el buque.