Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el norte de Buenos Aires recibió lluvias esenciales que han permitido consolidar el aumento del área sembrada de trigo en la región núcleo, alcanzando un 23% más que en la temporada anterior.
Durante la última semana, se han implantado 300.000 hectáreas, logrando así completar el 90% de la siembra de trigo en una de las temporadas de junio más secas de los últimos 60 años. Las lluvias registradas durante el fin de semana largo han sido cruciales, especialmente para Buenos Aires, permitiendo un significativo avance en la siembra en áreas donde más se necesitaba.
Las condiciones climáticas adversas, con mínimas que alcanzarán entre -3 y -2°C y heladas de variada intensidad, no han sido un impedimento para los agricultores que han logrado aprovechar las condiciones ambientales al máximo.
En el corazón de la zona núcleo, junio 2024 se destaca como uno de los seis junios más secos en los últimos 60 años, con precipitaciones totales inferiores a tres milímetros en muchas áreas. No obstante, las lloviznas y lluvias débiles entre el 20 y el 26 de junio en el noreste de Buenos Aires, con acumulados de hasta 18 mm, han proporcionado un alivio crucial para la siembra del trigo.
Zonas
El incremento del área sembrada con trigo en la región núcleo se consolida, destacándose un aumento de entre el 20 y el 40% en el oeste de Córdoba y el sur de Santa Fe, comparado con el año pasado. Esto permite prever que el hectareaje del ciclo 2024/25 será similar al del ciclo 2022/23, gracias a la implementación efectiva de siembras en profundidad durante las semanas cálidas del otoño.
En diferentes zonas de la región núcleo, el progreso de la siembra varía. En San Pedro y Baradero, los trigos de ciclo intermedio ya están sembrados en más del 90%, mientras que en el centro-sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba prácticamente se ha completado la siembra.
En áreas como Carlos Pellegrini y María Susana, la emergencia y el establecimiento de las plántulas avanzan sin problemas, aunque se reporta la necesidad de algunos milímetros adicionales de lluvia para uniformar la humedad en superficie.
Por otro lado, la cosecha de maíz tardío ha presentado resultados dispares, altamente dependientes de las fechas de siembra. Los maíces sembrados después de los primeros días de diciembre han sufrido rendimientos significativamente bajos, con caídas que van de 70-80 qq/ha a 20-40 qq/ha, particularmente afectadas por la plaga de la chicharrita y problemas de calidad como el Fusarium. Esto ha llevado a que los productores consideren evitar siembras tardías y siembras en diciembre para mitigar estos problemas en el futuro.