“Lo que no se mide no se gestiona y lo que no se gestiona no se puede cambiar”. Esa fue una de las conclusiones que surgieron en el último encuentro sobre “Medición de triple impacto” de la organización colombiana Recon, una de las plataformas digitales más importantes de América Latina entre las que se dedican a visibilizar, apoyar y fortalecer proyectos de emprendimiento e innovación social.
“La mayoría de los emprendimientos sociales no cuentan con herramientas para medir su impacto social y/o ambiental, lo que frena su recepción de inversión y escalabilidad. Sólo el 26,8% de los emprendimientos sociales identificados por Recon han recibido formación sobre estrategias de medición de impacto, 22,5% hacen evaluación de impacto, y 25,2% divulgan a través de informes públicos el impacto de su actividad. Es un proceso a fortalecer para avanzar en sostenibilidad, escalabilidad e impacto”, dijo Andrés Santamaría, cofunder y director de Recon.
En Argentina, el campo de las empresas de triple impacto se sigue ensanchando y los actores de este ecosistema también comenzaron lentamente a incorporar en su agenda la necesidad de dotarse de instrumentos de medición fiables.
“Transformar una empresa basada en la sostenibilidad requiere de un proceso y herramientas para ganar mayor velocidad. Una parte fundamental es la implementación de herramientas de medición de impacto, concepto poco utilizado pero central para impulsar este tipo de iniciativas sostenibles”, dijo Juan Núñez, uno de los directores y vocero en el país de GreenBondMeter (GBM), el consorcio global con sedes en Estonia y Uruguay que le da soporte a GBM coin, la primera criptomoneda basada en créditos de carbono, que busca proteger el capital natural que busca preservar la biosfera y generar créditos de carbono.
Las empresas de triple impacto, se basan en modelos económicos que persiguen otros fines además de la rentabilidad financiera, entre ellos, generar un impacto social a través de acciones en determinadas comunidades y prácticas medioambientales que contribuyen a la mitigación del cambio climático.
Básicamente se trata de aquellas compañías que obtienen un rédito económico a partir de la incorporación de tres pilares fundamentales: mirada social, cuidado medioambiental y beneficio económico.
GreenBondMeter es una iniciativa que calza perfectamente en el modelo empresarial del triple impacto.
Por un lado, porque con GBMcoin cada usuario que adquiere un token puede colaborar con la preservación de un m2 de tierra de bosque o selva, una compra que generará, a su vez, un bono de carbono (GBM bono), otra alternativa de inversión verde asociada al proyecto.
Por el otro, la recuperación de hectáreas de bosques que pasan de la tala a la reforestación propone el crecimiento de la economía verde y un fortalecimiento para los grupos locales vulnerables.
En este contexto, Green Bond Meter firmó un acuerdo de colaboración con la sucursal en Reino Unido de Green Cross International (GC-UK), una ONG global que monitorea y certifica la implementación de infraestructuras sostenibles.
A través del convenio, GBM implementará un programa de Infraestructura Sostenible Climática Positiva (CPSI), desarrollado por Green Cross, que contempla el diseño de una plataforma sostenible y alienta a las entidades a compensar su impacto ambiental.
“La elección de GC-UK como aliado se basa en su contribución al cuidado del medio ambiente. Nuestra intención es unir el mundo del dinero virtual con la preservación del medio ambiente”, explicó Núñez.
Ruy Campos-Dugone, director Ejecutivo de GC-UK, dijo: “GBM combina la trazabilidad de la tecnología digital segura de las finanzas verdes con el desarrollo sostenible”.
“CPSI ofrece un marco seguro, transparente y rastreable a través de su plataforma digital Blockchain, ejecutada por una ONG imparcial como Green Cross para minimizar los riesgos potenciales (construcción, ambientales, institucionales, sociales, otros) para agencias públicas, organismos reguladores e inversionistas”, amplió.
El proyecto GBM garantiza al cabo de un año que las inversiones realizadas en dicha entidad tendrán acceso a la compra de bonos carbono a valor promocional. “Esto en un contexto en el que la Iniciativa de Bonos Climáticos (CBI) estima que, a pesar del coronavirus, las emisiones de bonos verdes crecerán más del 35% a nivel mundial, acotó.
Según datos hasta enero de 2021, existen 3.720 Empresas de triple impacto en más de 150 industrias y 71 países de todo el mundo.
Según el Global Impact Investing Network (GIIN), una organización que nuclea a los inversores de impacto a nivel global, el tamaño estimado del mercado mundial de inversión de impacto a fines de 2019 era de u$s 715.000 millones. En América Latina, este mercado creció un 20% entre 2015 y 2019, y 41% de los inversores de impacto encuestados por GIIN dijeron estar interesados en aumentar sus inversiones en la región.
“La creatividad y el uso de todas las herramientas disponibles para impulsar proyectos que cuiden el medio ambiente y generen un impacto social positivo son caminos concretos para el desarrollo”, concluyó Nuñez.