Las Zonas Francas son herramientas claves para el desarrollo del comercio exterior en todo el mundo. Pero en Argentina, no han logrado desplegar todo su potencial, en gran medida por la vieja discusión en torno a la reforma de la legislación vigente. Aunque en algunas provincias ya están funcionando, queda mucho por hacer.
Para profundizar sobre el presente y sus perspectivas, Ser Industria Radio tomó contacto con Lisandro Ganuza, miembro de la Junta Directiva de la Organización Mundial de Zonas Francas, organización que tendrá su encuentro anual los días 2 y 3 de mayo en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
En el orden local, el experto indicó que para el segundo bimestre de 2023 se espera que esté plenamente operativa la decisión 33 del MERCOSUR, que permitirá que la mercadería generada en los países miembros, no pierda la certificación de origen al ingresar a una Zona Franca argentina. Esta medida significa un avance importante, ya que ya está vigente en Brasil, Uruguay y Paraguay.
Asimismo, destacó el rol de las Zonas Francas de nueva generación que se están desarrollando y anunció que en Villa Constitución se está trabaja en el primer puerto franco de Argentina, que estaría operativo en la última parte del año en curso.
¿En qué están actualmente las zonas francas argentinas?
Los desafíos pasan por tres carriles que todos los que estamos en el sector tratamos de empujar. Uno se relaciona a lo que se puede hacer en la última parte del actual gobierno. Creo que se viene trabajando bien. La expectativa es que en el segundo trimestre pueda estar finalmente operativa la Decisión 33 del MERCOSUR. Eso va a permitir que toda mercadería de origen MERCOSUR no pierde la certificación de origen al ingresar a una zona franca argentina. Ya está vigente en Brasil, Uruguay y Paraguay. Tenemos que ponerla en operación en Argentina, porque si bien hay una resolución del año 2021 que aprueba y promueve la decisión en el ámbito nacional, falta la operación. En eso trabaja la Aduana con la Cámara de Concesionarios de Zona Francas en este momento. Eso nos dará una dinámica de trabajo muy importante. Ese es un carril.
¿Cuáles son los otros?
El segundo, las zonas francas de nueva generación como la de Villa Constitución en Santa Fe, Perico en Jujuy y Zapala en Neuquén, avanzan y empujan el crecimiento. Estoy trabajando en la de Villa Constitución. Ahí se está construyendo una nave de once mil metros cuadrados. Estará operativa en la última parte de este año para dotar a toda la región de la hidrovía de mayor dinámica de negocios y potencialidades de agregado de valor en la cadena de producción, en una zona que es central en la economía argentina. Villa Constitución se había orientado al almacenaje de fertilizantes y ahora está generando una dinámica para almacenar bienes. Pero es muy interesante el desarrollo del primer puerto franco en Argentina para la hidrovía. Eso está en plena producción, se está trabajando junto con Aduana y todos los estamentos públicos para tenerlo operativo, preferentemente en la última parte de este año. Estamos hablando de los agronegocios que representan el 67% de las exportaciones argentinas. Además, hay una gran motivación con Vaca Muerta y Zona Franca Zapala está en proceso de habilitación. En cuanto a la minería del NOA se está desarrollando la zona franca de Perico. Una iniciativa une el parque industrial con la zona franca que están a menos de un kilómetro de distancia. Ya está en proceso de habilitación, con la aprobación de la Aduana de Jujuy. El último carril es poner en la agenda 2024 a las zonas francas, que son herramientas positivas para el desarrollo de esta Argentina post Covid, que debe insertarse y entender la nueva economía.
¿Argentina no aprovecha esta herramienta, pero sí lo hacen otros países de la región?
Hay que entender lo que pasa. En octubre del año pasado se registró en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) el acuerdo entre Brasil y Uruguay para que los productos de zona franca ingresen mutuamente. Básicamente estamos hablando que productos fabricados o con valor agregado de Uruguay ingresen en Brasil con arancel 0. Nosotros estamos todavía con la Decisión 33 del MERCOSUR y empujando una serie de modificaciones. La máxima podría ser la de la ley, pero también tenemos una cantidad de ecuaciones normativas que son muy interesantes y pueden aplicarse.
¿Cuáles?
Tenemos un régimen donde se cobra IVA a los servicios que se prestan dentro de zona franca, lo cual hace que sean menos competitivos. Nosotros tenemos que competir directamente con Uruguay. Pepsi acaba de anunciar la ampliación de la planta que tienen en zona franca Colonia para abastecer el mercado de todo el sur de Brasil. Por ejemplo, cuando ingresa soja a una zona franca en Argentina, paga derechos de retenciones. ¿Por qué no agregarle valor dentro de una zona franca y que esa retención se pague cuando sale a un tercer país ya que, muy pesar, no pueden ingresar al mercado interno? Hay pequeñas adecuaciones normativas que se pueden hacer y claramente van a permitir ser una herramienta mucho más competitiva. Es algo que Argentina necesita. No podemos terminar de identificar cómo integrarnos al mundo, cómo integrar nuestra producción, más allá de los productos primarios y este es el camino.
Cuando hablan con los funcionarios políticos y le explican todas las posibilidades que genera una zona franca ¿qué respuesta reciben?
He sido funcionario, tuve que pelear internamente… No hay un pleno conocimiento de cómo funcionan las zonas francas tanto en Argentina como en el resto del mundo. Brasil desarrolló en el 2021 las Zonas de Procesamiento de Exportación donde pueden ingresar al mercado interno, generar servicios, agregar valor a la producción. Tiene muchas más ventajas competitivas en comparación con nuestras zonas francas. En Argentina, como consecuencia de la situación que venimos viviendo hace muchos años, se está pensando en la discusión “macro” y no en la “micro”, que no es solo el kiosco de la esquina sino darle soluciones a los productores para que se integren al mundo y competitividad frente a las otras regiones. Nos hemos quedado en una visión de negocios de integración del siglo 20 y hoy se compite con todo el mundo.
¿Algo de esto se está llevando a cabo en Villa Constitución?
El grupo PTP está desarrollando en Zona Franca Santa Fe un concepto que estaría operativo a fin de este año que es muy interesante. Se trata de la visión del complemento de la hidrovía, porque los puertos de la hidrovía son muy particulares. Aprendí al lado de Guillermo Misiano, que son el primer eslabón de la logística. Lo que estamos imponiendo es el concepto nearshoring inverso, no solo es la producción, sino cumplir con los principios just in time, de poder estar en los mercados directamente. En este caso de Europa, con terminales desde el puerto de Cádiz, España. Eso le va a permitir a la producción argentina estar en tiempo real y de forma mucho más competitiva. Es el soporte de las zonas francas y no solo la de Villa Constitución, también la de La Plata, La Pampa… Esta es la integración que podemos hacer y claramente necesitamos tener mayor acompañamiento en las adecuaciones normativas. Es un desafío para el país, más que de las empresas, porque es salir a competir al mundo. Hablando con Diana Mondino, coincidimos en que es un tema del que hay que hacer continuamente adecuación. Hay que entender lo que aportan las Zonas Francas a la competitividad en Argentina y buscar funcionarios que compartan eso.
Desde el gobierno, por lo menos durante la gestión de Matías Kulfas, se hablaba de abrir las Zonas Francas para PyMEs, que solo pudieran exportar. ¿Es un buen enfoque?
Ahí tenemos dos cuestiones. Por ejemplo, Uruguay, con la salvedad de que tiene un mercado interno muy chico por su cantidad de habitantes, tuvo que hacer una adecuación para permitir el ingreso de producción al territorio. Eso le va a dar soporte a las zonas francas para tener un plan de negocio equilibrado. Pero las zonas francas conceptualmente deben ser esas ventanas de integración al mundo, donde haya inversión en tecnología, se pueda dar el soporte del mercado interno, pero se piense exportar más. Es el caso que siempre cuento de China y Asia Pacífico, de cómo encontraron la solución para integrarse al mundo. El 75% de la zona francas del mundo están en Asia Pacífico y fíjense lo que significa en materia de exportación. Por eso debemos generar condiciones de competitividad. También tenemos una cantidad de reglas que tienen que ver con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Por ejemplo, el nuevo concepto de occidente en los últimos años y que va a ir marcando diferencial para competir con China y todo su abanico de producción, que tiene que ver con las buenas prácticas. Históricamente se pensó que las Zonas Francas eran lugares donde no ser pagaba impuestos, donde nadie controlaba y se podía hacer cualquier cosa. Esto respondía a que América Latina tiene una cultura del informalismo de más de 200 años, que no es fácil cambiar.
¿Cómo se logra?
Nosotros promovemos las ventanas de integración de buenas prácticas, que son las zonas francas. La OCDE está promoviendo el impuesto mínimo global, es un caso que acá no estamos mirando. Está en discusión en las zonas francas de América Latina, donde les afecta porque tienen arancel cero. Nosotros pagamos 35%, lo mismo que en el territorio. El impuesto mínimo global termina siendo un 15% para las empresas grandes. Podemos utilizar la zona franca donde se cumpla con el impuesto mínimo global del 15% y ya estamos dando una ventaja de competitividad para nuevas inversiones que generen empleo. No nos mintamos más en la cara, no existieron los brotes verdes, ni el segundo semestre, tampoco la Argentina potencia y esto no es de un gobierno, es de muchos que tuvimos y eso es porque no generamos confianza, beneficios competitivos, seguridad jurídica y técnica. Por eso hagamos que la zona franca sea eso y mostrémosle al mundo que estamos en un proceso de cumplir con buenas prácticas.
¿Con qué expectativa vas al respecto al encuentro que se realizará en Dubai?
Después de la pandemia, es la segunda vez que se hace de manera presencial. Vamos a participar con Guillermo Misiano y la verdad es que la expectativa siempre es buena, porque es el momento donde se reúnen los gobiernos, el sector privado y los organismos internacionales. Se debate el camino que deben seguir las zonas francas a nivel mundial. Se han establecido una serie de situaciones importantes, cómo resaltar que las zonas francas son eslabones en las cadenas de producción y logística a nivel mundial. Hoy no alcanza solamente con tener beneficios tributarios, deben ser disruptivas, tener modelos, utilizar tecnología. Esta es la punta de lanza que deben cumplir para motivar el cambio en las distintas regiones y países a nivel mundial. Tanto la OCDE como Naciones Unidas ven a las zonas francas como una herramienta positiva para el desarrollo de los países siempre que se cumpla con buenas prácticas. No hay lugar más seguro que una zona franca donde tenés un control de ingresos y egresos, un software donde llevar el control de la mercadería. El mundo ha cambiado y hoy las ve como una herramienta positiva.