Según un informe mensual que realiza el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en promedio, los consumidores pagaron 4,14 veces más de lo que cobró el productor por los productos en la tranquera de sus campos, cuando en julio la diferencia fue de 4,87 veces. La brecha de agosto es la menor desde que se comenzó a medir en el mismo mes del 2015.
Además, la diferencia de precios para el promedio de los 24 principales productos agropecuarios que participan de la mesa familiar cayó 15% en agosto y la participación del productor en el precio final saltó a 28,9%.
El documento explica que la baja fue impulsada por caídas profundas en las brechas del ajo, el zapallito, la cebolla y el tomate. En el caso de la cebolla y el zapallito, reacomodaron sus brechas después de registrar fuertes subas en julio.
La participación del productor en el precio final saltó a 28,9%, mejorando un 14,1% en relación a julio. “Si bien el dato es alentador, deben considerarse variables tales como el crecimiento de los casos de coronavirus en el interior del país; el efecto de la época del año (invierno) sobre la producción; y el aumento de costos. Además, se suman las producciones provinciales que están por ingresar próximamente al mercado y aquellos productos que se encuentran en cola de producción”, remarca el documento.
Desde CAME denunciaron que “en general, las diferencias están determinadas por un conjunto de comportamientos, algunos especulativos de diferentes actores del mercado, básicamente de las grandes cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante en el mercado, y otros son factores comunes como la estacionalidad, que afectan a determinados productos en algunas épocas del año, o los costos de almacenamiento y transporte”.