Es una modalidad muy frecuente en el país, que emplea a 26 mil personas
La autogestión de empresas es una modalidad que gana adeptos en la Argentina. Según las estadísticas oficiales, hay mas de 750 firmas que funcionan de esa manera y emplean a 26 mil personas. La mayoría son cooperativas.
Pero si bien tradicionalmente esta forma de gestión estaba asociada a periodos de crisis, lo novedoso es que muchas de las empresas que nacieron en el país en los últimos años lo hicieron por la decisión voluntaria de un grupo de emprendedores que eligió como forma de funcionamiento a la autogestión.
Así, dentro del segmento de empresas autogestionadas se pueden identificar dos categorías de PyMES: las que nacieron a partir de desocupados o emprendedores que se organizaron espontáneamente o impulsados por programas de apoyo oficiales, que son la mayoría y las que fueron recuperadas por sus empleados frente a la quiebra de la empresa o las dificultades de liquidez para seguir operando.
Por ejemplo, según el Relevamiento Nacional de Empresas Recuperadas del Programa Facultad Abierta de la UBA, entre los años 2001 y 2013, 311 empresas en el país fueron recuperadas con autogestión y de esa forma, no solo pudieron continuar activas, sino que se preservaron 13.500 empleos.
Si bien la autogestión de empresas comenzó a partir de la crisis de 2001 y 2002, cuando centenares de PyMES estaban al borde la quiebra, esa forma de funcionamiento se se profesionalizó a partir del desarrollo de la Economía Social.
En la actualidad son muchos los emprendimientos que nacen autogestionados, en sectores como gastronomía, hotelería o tecnología, liderados mayormente por grupos de emprendedores jóvenes, capacitados, que están convencidos de las ventajas que se generan cuando se logra hacer eficiente ese esquema conjunto de trabajo y dirección de la firma.