“Los que trabajamos en comercio exterior nos tenemos que anestesiar porque esto está de mal en peor“, compartió Ana María Videla, fundadora y CEO de International BA Consulting a Ser Industria. Sus palabras hacen eco en el sentir general de un sector que ve que la posibilidad de empeorar resulta casi inimaginable, aunque no imposible. Hoy las importaciones están bloqueadas.
La actualidad de la actividad comercial enfrenta un nivel de control que nunca antes se había experimentado. Tanto el SIRASE como el SIRA, junto con mayores impuestos y restricciones, se han convertido en elementos cotidianos en el ámbito del comercio exterior argentino. La escasez de dólares en el Banco Central es la razón que el Gobierno Nacional esgrime para justificar esta política que prácticamente ha evolucionado hacia un nuevo cepo a las importaciones. Este enfoque plantea una amenaza directa para la producción de industrias que, ante la dificultad de obtener insumos, ven peligrar la fabricación de sus productos.
A esto se suma una deuda a los proveedores externos que para muchos ya supera los US$ 30 mil millones. ”El número de la deuda es incalculable. Todas estas reglamentaciones imposibilitaron cumplir con contratos de compraventa internacional ya cerrado, incluso con mercadería que venían en viaje. Hay aprobaciones de SIRAS a 360 días”, señaló la especialista.
Como si fuera poco, Argentina se consolida como el país con más impuestos a las importaciones. La titular de International BA Consulting menciona que estos se componen del “derecho de importación que va desde el 14 al 35%, que se cobra sobre el valor de la mercadería más el flete internacional más el seguro internacional. A eso un 3% de tasa de estadística. Ahora se sumó el impuesto PAIS de 7,5%. Además, tenés el 21% de IVA, el 20% de IVA adicional, el 6% de ganancia y 2,5% por ingresos brutos”.
Importaciones bloqueadas
Para la especialista, la gravedad de la situación del sector, se asemeja mucho a lo que sucede en Venezuela. En nuestro país, más del 90% de lo que se importa es para producir,
“En Argentina, las importaciones están totalmente bloqueadas, no nos aprueban ni licencias automáticas, ni no automáticas, ni de bienes de capital que ayudan a la economía del país”, señaló y afirmó que “incluso se afecta a la salud, porque tampoco permiten la importación de productos relacionados al sector”.
Dado los resultados de las medidas tomadas por el Gobierno a cargo de Alberto Fernández por la falta de dólares, surge la duda si no había otra forma de solucionar el problema. Ante esto, Videla manifestó que “hay otras formas de enfrentar la situación”.
Al respecto, explicó que “la primera medida que se debe tomar es sacar presión e incentivar a las exportaciones. Esa es la forma de que ingresen dólares al país. Si uno castiga las exportaciones, está castigando el ingreso de dólares con lo cual la economía va a ir para atrás. A nivel mundial se incentivan las exportaciones porque es la forma de hacerse de divisas, de apoyar tu economía, pero en Argentina no”.
En ese sentido, aseguró que “uno a veces piensa inocentemente que quienes toman las decisiones lo hacen porque no saben las consecuencias, pero saben muy bien solamente que acá hay intereses políticos de por medio”.
“Subir el tipo de cambio y pagar más a los exportadores parece ser que no es una variable que el Gobierno pueda tener en cuenta en este momento. Castigar las importaciones con impuestos y a su vez poner la prohibición de importar lo único que colabora es a que cada día estemos peor”, agregó.
Riesgo productivo y corrupción si las importaciones siguen bloqueadas
Para Videla, “el fin de estas políticas es destruirnos. Están destruyendo la industria. Aquellos que no tienen otra opción para abastecerse de insumos se ven obligados a parar sus plantas y esto deja sin trabajo a un montón de gente”.
Al describir la actualidad del comercio exterior, Videla dijo que “venimos en un torbellino de resoluciones que te cambian radicalmente de un día a otro y con normas retroactivas. Nos han dejado muy mal parados a nivel mundial, no solo como país. Tampoco se puede confiar en la palabra de las empresas y no porque las empresas no quieran cumplir, sino porque el estado los hace quebrantar contratos de compraventa internacional”.
Hace más de seis meses se denunciaron casos de corrupción para la obtención de licencias de importación. Sobre esto, indicó que “sorprendentemente aparecen licencias aprobadas para disimular la situación. Lamentablemente se está dando de esa forma. Muchísimos colegas concordamos de que esta situación se salió de control respecto a la obtención de licencias de importación por medios no convencionales”.
El impacto de las PASO
Luego de las PASO la situación empeoró. Las marítimas todavía no fijaron un tipo de cambio para cobrar los fletes internacionales. Para Videla “todo va a estar igual hasta que haya un cambio de gobierno y un nuevo esquema sobre cómo pararnos frente al mundo respecto del comercio exterior”.
Ese mismo día, los proveedores empezaron a enviar mails preguntando cómo van a seguir con los pagos. ”Algo que sí es nuevo, es que había licencias de importación que ya tenían designado un plazo definitivo para acceso al Mercado Único Libre de Cambio (MULC) y sorprendentemente desaparecieron esos plazos. Al no haber una fecha no se puede hacer el pago. Cada día van a ir poniéndose mucho más tensa la situación y el contexto. Va a ser así hasta fin de año”, se lamentó.
Sin propuestas
En medio de un año electoral, algo que llamó la atención de la experta, es que ninguno de los tres principales candidatos a ganar la presidencia, habla sobre comercio exterior. Sergio Massa, Patricia Bullrich y Javier Milei, poco han dicho al respecto.
“Es algo que me sorprende muchísimo. No he escuchado a ningún candidato hablar de comercio exterior. En realidad, se escucha muy poco hablar de comercio exterior. Nadie habla de lo que realmente sucede. Es algo que realmente sorprende. No sé cuál es la propuesta de los candidatos actuales para el comercio exterior, a ninguno lo escuché hablar al respecto. Hablan de que tenemos que apoyar a las exportaciones a los exportadores, pero nadie presenta una idea”, concluyó.