Mabel Ciancio, es directora ejecutiva y fundadora de “Espacios YA!”, empresa que funciona como un mercado en el que se encuentran los dueños y los usuarios de espacios para formalizar alquileres flexiles, en la más amplia magnitud de opciones. Contempla galpones, salas de capacitación, estudios fotográficos, talleres, gimnasios, depósitos, salones de eventos, cowork, atelier, etc.
Pero su recorrido por el sector empresarial es más extenso, ya que lo transita desde que comenzó sus estudios en Ciencias Económica, desempeñándose como analista bursátil. Entre otros conceptos, Ciancio expresó a Ser Industria que “en Latinoamérica es muy difícil ser tomada en cuenta o en serio como empresaria” situación que debió enfrentar y superó “con mucho profesionalismo”.
Asimismo, dijo que, si bien estamos muy lejos de “una verdadera equidad e igualdad de derechos en el mundo laboral” hay que reconocer que en los últimos años se dieron grandes pasos. Consideró además que la brecha salarial o el acceso a puestos de liderazgo “pueden superarse trabajando mucho, comunicando muy bien y ayudándonos entre pares”.
¿Cómo te involucraste en la actividad empresarial?
Comencé mi carrera laboral desempeñándome como analista bursátil en un banco americano. Por ese entonces estudiaba la carrera de Economía en la UBA. Posteriormente hice un cambio radical en mi carrera y durante mi formación como Comunicadora Social en la misma universidad, fui consultora de marketing e investigación de mercado para empresas #BIGTECH (Intel, Lenovo, HPE, entre otras). Antes de crear “EspaciosYA!”, también fui productora ejecutiva de cine independiente.
¿En qué avanzó la mujer en los últimos años?
Hay una conciencia mayor de la inequidad y desbalance. En países del primer mundo la equidad de género está en la agenda política y empresarial. Eso crea un efecto planetario, sobre todo por las multinacionales americanas y europeas en las que vemos una creciente diversidad de género en los puestos de liderazgo. No es tan así cuando vemos cuántas mujeres CEO o mujeres presidentas hay. Las que llegan es casi siempre porque saben cómo navegar el patriarcado. Es decir, siempre y sobre todo en política, responden a un líder varón. Pero hay avances sobre todo en el porcentaje de mujeres que egresan de una universidad e indudablemente, hay más gerentas y directoras de equipo que en cualquier otro momento de la historia. Quienes ocupan los puestos de mayor poder en la toma de decisiones siguen siendo hombres. Las mujeres somos mucho más conscientes de este problema y empezamos a tener ambición, algo que en el pasado estaba mal visto. La mujer tenía que ser cálida y desinteresada con su trabajo y sus pares. Hoy nos podemos dar el lujo de mostrar ambición. En Argentina, puntualmente, los movimientos contra la violencia hacia la mujer refractaron indiscutiblemente sobre la política, la legislación, el ámbito estatal y en última instancia, la gran empresa.
¿Cuáles son las estrategias para romper el “Techo de Cristal” en la empresa?
El Techo de Cristal, en mi opinión, lo sostiene el varón en el mundo empresarial y político. Es un código de pares. Personalmente creo que lo que nos hace evolucionar es organizarnos, formarnos y que las mujeres que llegan a puestos de liderazgo y poder ayuden, inspiren a otras. Sin un pacto femenino difícilmente se rompan esas limitaciones. Traigo lo del pacto porque atraviesa la cuestión de clase, la mujer madreama de casa también es formadora de hijos e hijas, la mujer profesional que comparte tareas con el padre y cede el control en el hogar, está formando hijos que van tener un acercamiento radicalmente distinto hacia el tema de género.
¿Se necesitan cambios legislativos para resolver la brecha salarial?
Totalmente. La legislación y la jurisprudencia estimulan a las empresas a cambiar comportamientos de precarización en cualquier sentido. En la medida que sea muy costoso para una empresa discriminar, menos van a arriesgarse a pagar menos al personal por su género. Recientemente hubo un fallo en Londres contra un banco francés, el BNP, por 2,8 millones de dólares en favor de una mujer que demandó al banco porque sus colegas varones cobraban más que ella. Pese a excepciones, lamentablemente es un hecho y una realidad aún cotidiana. Según un informe mundial sobre salarios 2018, 2109 de la OIT esto ocurre y las diferencias en remuneraciones por género se da en 70 países. Los cambios son necesarios para evolucionar y romper con estructuras que son obsoletas.
¿Cuál es el principal escollo que enfrentan las mujeres en el campo laboral?
En Latinoamérica es muy difícil ser tomada en cuenta o en serio como empresaria. Muchos clientes me han ofrecido trabajo en empresas muy frescos por un salario, como si yo me hubiera dedicado a la consultoría independiente o a fundar empresas porque no tengo otra opción. Ni hablar de situaciones incómodas, chistes subidos de tono o sexistas. En mi caso, todo esto lo superé con mucho profesionalismo y evitando enojarme por no ser tenida en cuenta en función de mi desempeño. En cuanto a la problemática de la brecha salarial o el acceso a puestos de liderazgo, puede superarse trabajando mucho, comunicando muy bien y ayudándonos entre pares.
¿Cómo ves, a corto plazo, el futuro de las mujeres en los puestos de dirección?
Poco a poco hemos demostrado, con tenacidad, que somos capaces de liderar. En la medida en que sólo estén expuestas las capacidades, herramientas y habilidades y no se juzguen otros aspectos ajenos a los laborales y/o profesionales, visualizo un futuro con igualdad de oportunidades incluso en los puestos de dirección.
¿Qué consejo le darías a las mujeres que se inician en el ámbito empresarial?
Les diría simplemente que, si sus ambiciones y deseos se encuentran dentro del ámbito empresarial, no dejen que las limitaciones e injusticias con las que sabemos que lidiamos las mujeres en esta área, las frenen de intentar perseguir sus metas. Estamos muy lejos de una verdadera equidad e igualdad de derechos en el mundo laboral, pero se dieron grandes pasos en los últimos años. Personalmente creo en las nuevas generaciones. Hay movimientos de jóvenes artistas muy interesantes con la cuestión de no genero que están operando un cambio radical en estos temas.