Con referencias futboleras y la habitual claridad que lo caracteriza, el economista Salvador Di Stéfano, analizó en Ser Industria Radio, la situación económica del país y la perspectiva para los meses que restan hasta las elecciones presidenciales.

El analista y consultor de Negocios rosarino, afirmó que el gobierno se agotó políticamente en junio del año pasado cuando se fue Martín Guzmán. En ese sentido opinó que, en ese momento, la administración nacional debería “haber llamado a la oposición, armado algo de transición que genere confianza y darle para adelante”.

Asimismo, señaló que la gestión que se inicie el próximo 10 de diciembre, tendrá que reducir el déficit fiscal, generar equilibrio presupuestario y bajar gastos. Dijo que “eso hará que baje la inflación”. Por otra parte, consideró que en entre sus primeras medidas deberá ofrecer incentivos impositivos para promover inversiones y crear nuevos empleos.  

Cerramos el primer trimestre del año con muchas complicaciones. ¿Cómo podríamos resumir el momento actual de nuestra economía?

Es el resultado de un desorden en la organización económica de los últimos 12 años. El gobierno de Cristina Kirchner tuvo déficit fiscal financiado con emisión monetaria y eso generó una inflación del 25%. Después vino Macri y tuvimos déficit fiscal financiado con crédito, terminó con una inflación de 50%. Alberto no hizo una reforma estructural, tiene déficit, recurre a la emisión monetaria y la inflación llegó al 100%.

¿Qué es lo que se debe hacer?

Lo que hay que hacer es simple. Primero, no tener déficit fiscal. En segundo lugar, cambiar la organización económica. Si con esta organización económica tuvimos estos resultados, hay que ir a un cambio estructural. En ese cambio estructural tenemos tres retos. El reto social, el reto fiscal y el reto del crecimiento. Sí o sí hay que resolver el problema fiscal y eso va a ser doloroso, porque se debe generar equilibrio presupuestario. Significa bajar gastos y no recurrir más a la emisión monetaria. Es lo que hará que baje la inflación. La inflación es el impuesto más nocivo para los pobres, porque el pobre va a comprar cualquier producto y lo paga. Deriva de la mala administración del Estado. En segundo lugar, es necesaria una política de crecimiento. En Argentina se habla mucho de la macro, de la macro de la macro, pero no de la micro. Para crecer, tiene que haber inversión.

¿Cómo podrían atraerse nuevos inversores?

El próximo gobierno tiene que actuar rápido. Una medida que debe tomar en los primeros seis meses, es que todo aquel que invierta durante el primer año, pague por cuatro años la mitad de los impuestos actuales. Eso va despertar muchas ganas y apuro para abrir un bar, una fábrica, vender servicios o lo que se te ocurra. Con un incentivo impositivo se pueden generar más puestos de trabajo, contribuyendo a solucionar los problemas sociales de la Argentina.

Pero esas ideas, se frenan con la postura de que se desfinancia al estado y se debilitan los recursos públicos, aunque después se dilapiden…

Con el pensamiento actual estamos condenados al fracaso.

Además hay resistencia porque muchas personas reciben dinero del Estado…

Pero, ¿quiénes somos más? Me parece que somos más los que no vivimos del Estado. Creo que es un buen momento y tenemos una propuesta concreta para hablar. Si cada persona que sale en los medios, en lugar de decir “está todo mal”, dice “vamos a hacer esto para solucionarlo”, probablemente hagamos una ensalada de ideas. Algunas serán muy buenas y se podrán aplicar, otras serán regulares, otras malas… Pero todas van a contribuir al crecimiento. Que estamos mal, lo saben Doña Rosa, el industrial, el productor, todos los que nos están escuchando. Tenemos que decir qué se puede hacer para estar mejor. Para que la gente invierta, hay que ofrecer incentivos. En eso estamos todos de acuerdo.

¿Alguien está pensando aplicar algo así?

La pregunta es: ¿sí el estado no da el incentivo de pagar la mitad de los impuestos al inversor, quien va a invertir? Con incentivos, habrá inversores, es ganar- ganar. Si hoy no tenés nada y mañana tenés la mitad de algo, obviamente ganaste. Tenemos que hacer fuerza para que hagan esto cuando asuma el próximo presidente, sea quien sea. A esta altura del partido, no me importa quién va a ser, sino lo que va a hacer. La gente dice que “va a ganar la oposición”. Yo les pregunto qué va a hacer. No sabemos, porque cuando hablan por televisión no dicen nada claro. Tenemos que cambiar la forma de actuar frente a la clase política argentina.

Estamos por cumplir 40 años democracia y se ha tornado una costumbre que los políticos que ganan las elecciones no hacen los cambios que prometen…

Lo que pasa es que tenemos que ser más incisivos y pedirles respuestas concretas a problemas concretos. Por eso te decía, hablamos mucho de la macroeconomía, pero el remisero que nos está escuchando ahora dice ¿y a mí qué me toca? Nunca le respondemos a ese hombre. Hay que resolverle a la gente común los problemas comunes.

¿Qué puede revertirse de la situación económica en los meses que faltan hasta que se elija un nuevo gobierno?

Haber… La pareja atraviesa una crisis. Ambos se desconfían mutuamente Se llevan mal se tratan mal. Están al borde del divorcio. Se van a tomar seis meses. ¿Cómo la van a pasar? Mal, porque desconfían, cada uno sospecha que el otro lo engañó. Si no hay confianza, no hay posibilidad de construir ninguna medida económica que pueda ser exitosa. Los próximos meses van a ser muy complicados.

¿Qué nos queda a los ciudadanos?

Hay que meterse en “microlandia”. El que tiene una empresa, tomar el mayor financiamiento posible porque hoy las tasas de interés están por debajo de la expectativa inflacionaria a 12 meses. Alguien pensará que desayuno grapa y me dirá “fui al banco y la tasa está en el 90%”. Yo vuelvo a decir que una tasa del 90%, si la llevás a efectiva, te da el 138% y esa tasa es más baja que la inflación que viene para los próximos 12 meses. Con lo cual, te diría finánciate, porque esto se va a poner muy crazy y si no tenés plata para seguir funcionando la vas a pasar mal. Tratemos de armar un esquema defensivo para que la empresa, en los próximos meses, siga en marcha.

¿Tenemos que aplicar nuestro propio “plan aguantar”, como el que lleva adelante Massa?

Lo llevo al plano futbolístico. Cuando un equipo se mete abajo y quiere aguantar el resultado, ¿cuántas veces le sale bien? Pocas. Porque el otro ataca, ataca mete un centro, acierta un cabezazo o hay un error del arquero y pierde. Aguantar no sirve para nada, lo que se necesita es jugar. Acá estamos aguantando desde junio del año pasado. Hubo una realidad. El gobierno se agotó políticamente en junio del año pasado cuando se fue Guzmán, que considero que tuvo un desempeño pobre. Guzmán, se dio cuenta de la situación económica que se venía. Dijo “a esto no lo puedo dar vuelta más Esto está en químicamente insano. Uno me dice una cosa, otro me dice otra, me están matando” y se fue. Ahí este gobierno tendría que haber terminado, haber llamado a la oposición, armado algo de transición que genere confianza y darle para adelante. Claramente ahora no hay forma de generar confianza o tomar una medida económica que dé resultado. No lo digo yo, lo dijo el ex ministro Ferraresi. Estaban al borde de subirse al helicóptero.

El panorama de la situación económica se muestra bastante negativo…

Tenemos que ser optimistas pero con un plan realista bajo el brazo. Ser optimista por ser optimista, no tiene ningún sentido. Necesitamos un plan para ir proyectando.  El empresario, el comerciante, el trabajador, tiene que ver qué hace el gobierno, para ver cómo uno se inserta en esa economía y le saca ventaja. Siempre se puede sacar ventaja a la economía. Hay que tener la astucia para tomar lo bueno y lo malo del gobierno.