“Somos uno de los pocos países del mundo que no pudo resolver el problema de la inflación”, aseguró el licenciado Juan Pablo Zambotti, en diálogo con Ser Industria Radio.
El especialista hizo un análisis de las medidas anunciadas por el gobierno en el marco de la negociación con el FMI. Consideró al respecto que lo único que van a hacer es agravar la situación. Dijo además que es “literalmente un despropósito que los últimos gobiernos siguen haciendo más de lo mismo pensando que van a obtener resultados diferentes”.
En otro orden, sostuvo que todo este proceso ha hecho que el peso argentino “no exista” y que hay empresas que tienen mercaderías que no pueden vender, porque no hay valor de reposición.
Asimismo, Zambotti consideró que hablar de dolarización, “es un planteo demencial” y que “la mayoría de las personas compra dólares para cubrirse”. Estimó que, si tuviéramos una moneda fuerte, nadie pensaría en dólares.
¿Cuál es tu análisis de la inflación que padecemos? ¿Ves que a se puede frenar?
Estamos en una dinámica complicada. En los últimos cinco años tuvimos una inflación acumulada del 1000%. No es un proceso que empezó hace tres años con la pandemia, ni hace tres meses con Massa. Viene de larga data. Si analizamos la última década, la inflación creció más de 4000%. Prácticamente somos uno de los pocos países del mundo que no pudo resolver este problema que se resuelve fácilmente si hay intención de hacerlo. No hay que inventar nada, simplemente hay que copiar lo que hicieron los países vecinos. Es inentendible cómo llegamos a esto y que estemos hablando de las medidas que se van a tomar, que lo único que van a hacer es agravar la situación. Los últimos gobiernos siguieron haciendo más de lo mismo pensando que van a obtener resultados diferentes. Es literalmente un despropósito.
¿Estas políticas con alto nivel de inflación, destruyeron la moneda argentina?
Definitivamente Todo este proceso ha hecho que el peso no exista. Hay que tener en cuenta que el peso es la unidad de medida de nuestra economía. Imaginemos que un arquitecto tenga que construir un edificio y el metro patrón que utiliza le cambia todo el tiempo. ¿Cómo construiría? Sería imposible. A nosotros nos pasa eso. Pero además no es solo que cambia la medida, sino que cambia de manera obscena. Eso hace inviable construir algo. ¿Cómo se manejan las empresas en un país con semejante inflación? Muchas veces hablo con gente que dice que “los empresarios guardan el stock y eso genera problemas”. Eventualmente algunos empresarios guardarán el stock para especular, pero puedo asegurar que la mayoría lo hace porque no tiene precio de compra ni de reposición.
¿Es posible planificar con esta inflación?
Es muy difícil establecer un precio de reposición de un producto, si no sabés si lo vas a poder volver a comprar, ni a qué precio Es una cuestión lógica. Una inflación tan elevada como la actual, destruye los precios relativos. Por eso cuando te cobran algo no se sabe si es barato o caro. El problema de los precios relativos destruye toda posibilidad de que un país pueda crecer o avanzar. De hecho, los números están a la vista y no es un proceso por pandemia, ni por la guerra. Es un proceso de Argentina que se viene sucediendo desde hace 70 años. Es inexplicable que los políticos siguen recurriendo a las mismas recetas de siempre, no se puede entender.
En esta situación, ¿cuánto tiene que ver la deuda con el FMI?
El problema de base, es el déficit. Lo podés financiar de dos maneras: emitiendo y generando inflación o con deuda externa con organismos internacionales. En cualquiera de los dos casos tenés consecuencias. Tenemos a la vista lo que genera financiarse dándole a la maquinita. También lo que implica ir a un organismo internacional, pidiendo cualquier disparate. En este caso, el FMI, es completamente responsable por la situación en la que está Argentina. Porque no es que el FMI mira de afuera y nos presta. En el caso actual hay una situación muy extraña, ya que el gobierno argentino hizo todo mal porque no cumplió ni una de las metas que le propuso al organismo. A su vez el organismo hizo todo mal hace cuatro años cuando otorgó un préstamo que técnicamente no era viable.
¿El Fondo está comprometido?
Al FMI no le conviene que Argentina “vuelque”, porque, en última instancia, ellos se van a ver responsables ante los ojos del mundo. Es un organismo que está bastante cuestionado y que uno de sus principales deudores “vuelque” no habla nada bien de su funcionamiento. Massa lo sabe y negocia contra eso. Acá tenemos dos puntas y a ninguno de los dos le conviene que esto “vuele por los aires”. Tampoco sé qué sería volar por los aires, porque una inflación de 1000% en cinco años, me parece que ya voló hace rato. Pero si pudiera volar un poco más, una situación actual no sería nunca por ejemplo un 2001 donde el dólar saltó de 1 a 4. Sería inviable un salto de esa magnitud, pero sí, eventualmente, hay que hacer una corrección que es lo que pide el Fondo. Sincerar los números, porque si no, se siguen poniendo parches y empiezan con el Impuesto País para las importaciones. Todas cuestiones que van a terminar en lo mismo. Puedo asegurar que, hagan lo que hagan van a terminar en inflación. Por eso se están tomando su tiempo para anunciar las medidas, porque en última instancia, todo termina siempre en lo mismo y eso agrava aún más la situación que de por sí es muy compleja.
¿Cómo evaluás la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía?
Desde que asumió casi que duplicó la inflación. Alguien me podría decir que, si no hubiera estado, esto explotaba por los aires. Decir que fue un éxito la gestión, habiendo duplicado la inflación, me parece medio fuerte. Quizás, cuando tomó el mando, si hubiera sincerado realmente las variables, la situación sería diferente. Lo mismo le pasó a Macri en su momento. El gradualismo, no querer dar golpes, termina en que todo se va deteriorando de a poco y en el mismo lugar. Es una agonía infinita. Parece que estamos en el quinto subsuelo y decimos ya no hay más piso para abajo. Pero pasan dos meses y estamos un piso más abajo. Es una dinámica realmente insostenible. Gane el que gane, va a tener una tarea titánica, porque no va a poder hacer lo mismo que se viene haciendo. Por lo tanto, se tendrán que tomar medidas muy dolorosas que van a tener un costo político que, obviamente, nadie quiere pagar.
¿Cómo ves que el ministro de Economía sea candidato a presidente?
Es el peor de los mundos, porque tiene un conflicto de intereses gigante. Más allá de que él pueda creer que gane o no, que supongo que lo creerá, está tomando decisiones para no verse afectado en sus chances. Si llegará a ganar, todo el proceso que vino haciendo hasta ahora, que fue un desastre, duplicando la inflación, ¿cómo va a revertirlo? ¿Va a hacer un shock en el momento que gane? Son todos interrogantes. Pensemos en un empresario, una PyME, que está ahí viviendo con el día a día, ni hablar de los importadores… la mayoría de lo que se consume tiene algo importado. ¿Cómo funciona una empresa así? A nuestros clientes en la Argentina les pasa algo muy paradójico. El que no tiene nada para vender no puede vender, pero el que tiene el galpón lleno de mercadería tampoco puede vender, porque no tiene valor de reposición. Es una cosa muy extraña, por eso pareciera que hay muchas cosas que faltan, pero las importaciones de los últimos años vienen siendo récord, no es que estamos importando poco. El “cepo“ se ajustó el último año, pero la verdad es que las importaciones vienen creciendo de manera muy importante.
¿Tiene sentido el “cepo” cuando se siguen perdiendo tantos dólares?
El cepo nunca tuvo sentido. ¿Cuántos países funcionan con cepo? No entiendo por qué queremos utilizar algo que no usa nadie y tener éxito. Igualmente, el cepo no es un problema en sí mismo, es la consecuencia del problema del déficit. Si se gasta más de lo que entra, indudablemente hay que financiar con la maquinita o recurriendo a organismo internacionales. Eso no quiere decir que los países no puedan funcionar con algo de déficit, pero en Argentina es completamente obsceno. Si se resuelve esa situación de base, no se necesita nada.
¿Dolarizar es la solución?
Primero, para dolarizar tenés que corregir tus problemas. El problema más grande es el déficit. Si lo corregís no necesitas financiarte y no vas a tener más inflación. Técnicamente lo que hace la dolarización es apurar un proceso que, si no resolvemos las variables base de entrada, hace que vuelques otra vez, porque no tenés política monetaria. Esos planteos son demenciales. Dicen que la gente ya está dolarizada. Puede haber alguno que especule, pero la mayoría compra dólares para cubrirse. Si tuviéramos una moneda fuerte, nadie pensaría en dólares. En Brasil preguntás cuál es el precio del dólar y no saben, no les interesa. Ellos tuvieron una política de largo plazo, porque no es que mañana cambiamos el nombre del peso, lo llamamos Austral y cambia automáticamente. Es un proceso que se va ganando con confianza y lleva muchos años. De hecho, quizás la gente no recuerde, pero en diez años de la convertibilidad, del 1 a 1, el 80% de los depósitos estaban en dólares, porque la gente nunca terminó de confiar. Obviamente se desconfía ya no de la parte económica, sino directamente de la clase política. Es el problema base.
En vista de la próxima elección presidencial, ¿ninguna propuesta seria puede ser simpática?
Ninguna y el que dice que va a ser simpática y que no va a tener costo miente descaradamente. Hay algunos que dicen, más allá de que el programa sea discutible o no, dolarizo. Hay un proyecto. Podés estar de acuerdo o no de que es una posible solución. El resto no va a decir nada porque, como alguien dijo por ahí, si contás lo que vas a hacer, no te vota nadie. Probablemente, ninguno está mostrando “las cartas” o hablan como Larreta que dice que va a bajar el déficit, pero no cómo lo va a hacer, de dónde lo va a bajar. Hay 20 millones de personas que cobran un cheque del Estado en la Argentina. Bajar el déficit suena muy lindo, técnicamente no es un proceso fácil y es muy doloroso. El que gane lo va a hacer muy justo y va a tener una gran parte de la población en contra, por lo que es muy difícil salir de esta encrucijada.
