La nueva Enarsa, conducida por Hugo Balboa, un hombre cercano a Juan José Aranguren parece la vieja empresa manejada durante el kirchnerismo por De Vido o La Cámpora.
Nada parece haber cambiado en Enarsa, la petrolera estatal encargada de importar el gas necesario para cubrir la demanda argentina.
Por lo menos, así ocurre con el contrato de los remolcadores que llevan el barco con el gas envasado hasta las plantas regasificadoras, que luego lo vuelven el fluido que llega hasta industrias, comercios y hogares.
Con barcos ingresando a los puertos argentinos a diario, el contrato por remolque es de u$s 152.123 en Bahía Blanca, y u$s 218.241 en Escobar, donde el gas envasado se vuelve natural. De acuerdo al mayor o menor consumo será la cuenta final, pero seguro que alcanzará varios millones.
En una decisión que sorprende, Enarsa no sólo validó que para cada operación de este tipo haya cinco remolcadores (a nivel internacional se considera que cuatro son suficientes); sino que también favoreció a una empresa que viola leyes nacionales, está vinculada a Julio De Vido y Omar “El Caballo” Suárez, y actúa en alianza con una compañía que trabajó para la explotación petrolera en Islas Malvinas. Un combo que al “arangurenista” Hugo Balboa no le importó, validando en parte lo actuado por la Enarsa que comandaban De Vido y La Cámpora.
La empresa favorecida es Logística y Servicios Marítimos S.A., que según la “impugnación de oferta” que realizó su competidora Trans-Ona, violó la Ley de Compre Argentino, y también la Ley de Cabojate Nacional. Ello ocurrió porque Logística y Servicos Marítimos S.A. “no cumplía los requisitos de orden Técnico suficientes, al nominar buques extranjeros (…) aún no incorporados a la matrícula nacional, produciendo un perjuicio a la industria naval nacional”, según la presentación realizada el 11 de agosto último en Enarsa, a la que Minuto de Cierre tuvo acceso exclusivo.
Según fuentes del sector, Logística y Servicios Marítimos S.A. tiene cuatro buques amarrados para esta operación en el puerto de Montevideo, y vienen cinco más en camino. Como si ello no fuera suficiente, la alianza que realizó es con la gigante naviera danesa Maersk, a través de las empresas AHTS Maersk Traveller y AHTS Maersk Pacer. Hasta allí no habría problema. Pero se plantean dos objeciones importantes.
La primera, es que Logística y Servicios Marítimos no tiene experiencia en el remolque de barcos exportadores de gas. Es decir, ganó un contrato sin antecedentes, como método para hacer “entrar por la ventana” a Maersk. Y el otro tema es que esta compañía hizo el remolque de Ocean Guardian, la plataforma petrolera que la empresa Rockhopper contrató para explorar petróleo alrededor de las Islas Malvinas, violando la soberanía argentina. El propio ministro de Defensa argentina, Julio Martínez, presentó un pedido de informes por este tema, cuando era diputado nacional.
Además, en el mercado siempre se señaló a Logística y Servicios Marítimos, como a Meridian S.A. (empresas que tienen la misma dirección y directorios similares), como operadores de Julio De Vido y Omar “El Caballo” Suárez. Este último no sólo enfrente múltiples procesos judiciales, sino que además tiene al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) intervenido por pedido expreso del presidente Mauricio Macri, donde se designó a Gladys González.
A pesar de ello, la Enarsa de Balboa y otros hombres de Aranguren, no dudó en asignarle un contrato para un trabajo en el que Logística y Servicios Marítimos, de la familia Samarin, no tiene experiencia. Por ahora se trata de un expediente administrativo, aunque Enarsa no le habría prestado atención. El próximo paso sería volverlo una causa judicial.