El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) está impulsando el futuro productivo de Argentina, con un enfoque claro en la energía y la minería. Según un informe de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, el 97% de las inversiones presentadas hasta ahora se centran en estos sectores, con un énfasis en Oil & Gas y litio.
La investigación revela que, hasta febrero de 2025, se han recibido diez solicitudes de inversión por un total de 11.593 millones de dólares. De este monto, el 55% se destina al sector energético, con un 93% concentrado en Oil & Gas. La minería representa el 42% de las inversiones, con un enfoque en el litio.
El informe destaca que los proyectos energéticos se centran principalmente en la explotación de Vaca Muerta, con un nuevo oleoducto que atravesará varias provincias argentinas. La minería, por su parte, se enfoca en proyectos de litio en Salta, Catamarca y San Juan. La inversión extranjera representa el 42% del capital, con empresas como Rio Tinto y Galan Lithium impulsando proyectos de litio.
El trabajo también analiza la geopolítica y el impacto global de estas inversiones. La presencia dominante de capitales extranjeros en la minería y la asociación entre capitales locales y extranjeros en la energía reflejan las transformaciones geopolíticas actuales. La búsqueda de minerales críticos como el litio y la seguridad energética son centrales en un contexto de creciente tensión internacional.
Argentina logró atraer el interés de gigantes internacionales del sector energético y minero, como YPF, Chevron, Shell y Pluspetrol, con el 42% de la inversión proveniente de capitales extranjeros. Esto pone en evidencia el atractivo estratégico del país en un contexto global de tensiones geopolíticas. Las regiones de NOA y Cuyo concentran las inversiones mineras, mientras que Patagonia y Buenos Aires son el epicentro de los proyectos energéticos y siderúrgicos.
El informe prevé que estos proyectos continúen siendo motores clave para el desarrollo económico de Argentina, consolidando al país como un proveedor global esencial de recursos naturales. Sin embargo, se destaca que el verdadero reto será convertir estos anuncios en realidades que impacten positivamente en la economía nacional.